Cataluña ha visto nacer a un robot revolucionario para la industria. Eso al menos es lo que afirman los promotores del sistema Sharework.
Este sistema "permite que el robot industrial sea capaz de comprender el entorno y las acciones humanas, a través de una base de conocimiento y sensores, y que actúe en consecuencia, además de realizar predicciones del estado futuro", explica Néstor García, coordinador técnico del proyecto y responsable de Robótica Colaborativa de la Unidad de Robótica y Automatización del centro tecnológico de Cataluña Eurecat.
El objetivo final es impulsar el trabajo colaborativo entre trabajadores y robots, mejorando la ergonomía de los operarios y aumentando la eficiencia y la seguridad del proceso.
La normativa actual no permite que los robots industriales compartan el espacio de trabajo con los operarios si no están aislados, por el riesgo físico que pueden suponer para las personas.
Los robots colaborativos, en cambio, trabajan mano a mano con el operario, con total seguridad, "pero están limitados en su capacidad de carga, entre otras funciones", comenta García.
Sharework va a cambiar estas reglas, y por ende las normativas deberán adaptarse, porqué el proyecto "proporciona a los robots la inteligencia necesaria para trabajar en colaboración con los operarios sin necesidad de barreras físicas de protección", explica Daniel Serrano, director de la Unidad de Robótica y Automatización de Eurecat.
El proyecto europeo se centra en la aplicación de la colaboración entre operarios y robots en cuatro tipos de escenarios industriales reales: sector de la automoción, ferrocarril, metal y fabricación de bienes de equipo.
Los investigadores han desarrollado un software flexible formado por 14 módulos tecnológicos, "a modo de puzzle", que "hacen que se pueda adaptar a las necesidades de cada empresa y cada operario", indica Serrano.
Las pruebas de concepto, durante la primera fase del proyecto, se han realizado en los laboratorios de Eurecat, en Cerdanyola del Vallès (Barcelona); en STAM, Génova (Italia); en la Universidad de Brescia (Italia); y en la Universidad de Patras (Grecia). En ellas, los trabajadores de los usuarios finales del proyecto pudieron probar las tecnologías desarrolladas.
Después de una primera validación en un entorno de laboratorio controlado, se abre la segunda fase enfocada a las pruebas en entornos reales en las plantas de producción y montaje de cuatro empresas industriales: SEAT, en Martorell (Barcelona); Goizper, en el País Vasco; Alstom, en Santa Perpétua de Mogoda (Barcelona); y en las instalaciones de Cembre, en Brescia (Italia).
Sharework utiliza múltiples cámaras y sensores, el procesamiento inteligente de datos e incorpora realidad aumentada y tecnología de reconocimiento de gestos y del habla para proveer de inteligencia los robots y adaptar su labor a las necesidades de los trabajadores.
El sistema también realiza una continuada monitorización de los factores humanos, para adaptar y mejorar la percepción por parte del usuario y aumentar el nivel de aceptación de la nueva solución robótica en entornos laborales.
Financiado íntegramente por la Comisión Europea, un consorcio de 15 socios de España, Italia, Luxemburgo, Francia, Alemania y Grecia lleva a cabo Shareworks. El proyecto, que comenzó en noviembre de 2018 y finalizará el próximo 31 de octubre, cuenta con un presupuesto de 7,3 millones de euros y se enmarca en la línea 'Transformando la Industria Europea', de la convocatoria Horizonte 2020.
"Queremos conseguir que los robots colaboren realmente con los operarios. Desde Sharework guiamos esta evolución", afirma Serrano.
Más robótica, ‘made in Murcia’
La digitalización y robotización que caracterizan la cuarta revolución industrial implica afrontar importantes retos tecnológicos en las fábricas para conseguir una adecuada interoperabilidad de toda la maquinaria, manteniendo la seguridad de los procesos, minimizando los retardos en las comunicaciones (latencia) y mejorando la precisión y la calidad del servicio. Todos estos objetivos persigue la tesis que ha defendido en la UPCT Marouane Salhaoui, cuya investigación doctoral se ha realizado en régimen de cotutela entre la Politécnica de Cartagena y su homóloga de Tánger, la Universidad Abdelmalek Essadi. La tesis propone un enfoque novedoso para resolver los problemas de latencia mediante el despliegue de servicios de Aprendizaje Profundo (Deep Learning) en los que las herramientas en la Nube únicamente intervienen cuando se requiere un procesamiento adicional, reduciendo significativamente la latencia y el coste de enviar a Internet todos los datos a procesar y permitiendo la ejecución de servicios inteligentes distribuidos, de baja latencia y fiables. Los investigadores también proponen utilizar un dron para ayudar a mejorar la capacidad de monitorización y para encontrar y rastrear objetos estacionarios y móviles en la planta industrial, así como el uso de un algoritmo inteligente para seleccionar la tecnología adecuada para el escenario a vigilar. La tesis tiene asimismo aplicaciones para vehículos submarinos autónomos.