La solución para la salida de Nissan de sus instalaciones en la Zona Franca de Barcelona tendrá que esperar. La reunión de la comisión de reindustrialización compuesta por el Ministerio de Industria, los representantes de los trabajadores y el Govern ha terminado sin acuerdo. Por ello, se ha vuelto a convocar una nueva reunión para el 29 de diciembre.
Como viene informando este diario, tras la salida de la china Great Wall Motors, la solución para los terrenos de la Zona Franca de Barcelona se había convertido en un rompecabezas en el que es complicado encajar todas las piezas.
Tras el doble chasco asiático, la mesa de reindustrialización de la Zona Franca, que está siendo asesorada por KPMG, se encuentra en un terreno de juego con diferentes soluciones. Unas propuestas que, a diferencia de la de GWM, no cuentan con unanimidad entre los responsables de decidir el futuro de estas instalaciones.
La gran novedad de esta reunión es que se ha retomado la propuesta de la belga Punch. El fabricante de camionetas había planteado producir más de 75.600 vehículos de cara a 2030. Un proyecto en el que estaba dispuesta a invertir 650 millones de euros hasta 2027.
Desde la salida de GWM, dos propuestas son las que cuentan con más apoyos: un hub de electromovilidad encabezado por QEV Technologies; y una alternativa logística encabezada por la australiana Goodman que ha ganado mucha fuerza durante las últimas horas.
Hub de electromovilidad
Tras el no definitivo de la compañía china, la opción del Hub de Electromovilidad apareció como la que contaba con más enteros para liderar la nueva etapa de los terrenos de la Zona Franca. Esta propuesta pretende hacerse con 400.000 metros cuadrados de las instalaciones. Con ello, la compañía pretende fabricar 100.000 vehículos al año para flotas.
La ingeniería QEV Technologies encabezaría un proyecto conformado por empresas nacionales e internacionales. El denominado como Hub de Descarbonización de Barcelona (D-HUB) contaría, además, con las compañías suecas Inzile y Volta Trucks como socios estratégicos.
Esta opción cuenta con muchos apoyos en los representantes de los trabajadores. En concreto se valora que los terrenos tendrían una continuidad dentro de la industria de la movilidad. Una alternativa a Nissan a la que, a la larga, se le ve un gran potencial para conseguir que los perfiles y los salarios puedan tener una continuidad con el actual modelo.
Alternativa logística
Por su parte, la inmobiliaria Goodman ha ganado mucho protagonismo en las últimas horas. La australiana pondría sobre la mesa 550 millones de euros. Una cantidad con la que prevé generar más de 3.200 empleos directos. Si bien la propuesta es atractiva, se teme que tenga dificultades para recolocar a los actuales empleados de Nissan. Una razón que ha hecho que esta solución pierda interés.
Del mismo modo, Consum también ha trasladado su intención de crear un centro logístico para su estructura catalana. Una alternativa que no cuenta con muchos apoyos debido a que cubriría menos puestos de trabajo y, además, serían de niveles más reducidos que los de compañías industriales.
En este caso, esta propuesta cuenta con el rechazo de los trabajadores. El motivo es que consideran que esta alternativa reduciría los salarios de los empleados y, a la larga, tendría difícil mantener el nivel de empleo. Sobre todo en aquellos referidos a los puestos de mayor valor añadido.
Desde el Ministerio de Industria han señado que "sean cuales sean los proyectos que substituyan a Nissan, la plantilla estará cubierta. Los proyectos industriales y logísticos candidatos a suceder al fabricante de vehículos garantizan un número de puestos de trabajo superior incluso al actual. El Gobierno velará, apoyando a los nuevos proyectos, para que la capacidad industrial, laboral y logística de Barcelona se mantenga".
Proyectos complementarios
Silence también se quedaría con parte de las instalaciones que abandona Nissan. El objetivo de la empresa, controlada por Acciona, sería aprovechar su aterrizaje en estas instalaciones para aumentar sus capacidades.
En concreto, la compañía pretender fabricar 25.000 motocicletas y 40.000 unidades de su coche eléctrico de batería extraíble. Este proyecto supondría una inversión inicial cercana a los 30 millones de euros. Una alternativa que, aunque no tiene los volúmenes de Nissan, si cuenta con el visto bueno de la mesa de reindustrialización al cuadrar a la perfección su propuesta con los objetivos marcados para las instalaciones.
Además de este grupo de propuestas, los encargados en buscar alternativas para la Zona Franca han recibido otros intereses. Uno de los más claros es el protagonizado por Tess Defense. La entidad, participada por Santa Bárbara, Indra, Escribano y Sapa, prentende realizar el mantenimiento de vehículos blindados en los terrenos de Nissan. Una propuesta que fue rechazada de forma tajante por la Generalitat.
Así las cosas, los responsables de buscar una salida a la crisis generada por la marcha de Nissan de la Zona Franca vivirán un auténtico rally en los próximos 12 días. Unas jornadas que prometen ser extenuantes y en las que no se descarta la aparición de alguna nueva propuesta que vuelva a poner el tablero de juego de esta negociación patas arriba.
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