Los romanos fueron maestros en la ingeniería y arquitectura, dejando un legado impresionante de obras que aún hoy sorprenden por su durabilidad y sofisticación. Estas construcciones no solo reflejan la grandeza del Antigua Roma, sino que también tuvieron un impacto duradero en la infraestructura y urbanismo de las regiones que dominaron.
Sin embargo, ¿sabes cuál fue una de las primeras grandes obras de los romanos? La respuesta conduce a la Cloaca Máxima, que fue el primer sistema de drenaje de la historia de Europa, así como una de las redes de drenaje más antiguas del mundo.
De hecho, según se cree, su construcción se remonta a aproximadamente al año 600 a.C. y habría sido un proyecto encargado por órdenes de Lucio Tarquinio Prisco, quinto rey de Roma, con el objetivo de mejorar la salubridad de la ciudad.
La principal función que tenía la Cloaca Máxima era evacuar las aguas residuales y evitar inundaciones en el centro de Roma. Fue fundamental para el saneamiento de la ciudad, ayudando a controlar algunas enfermedades y pestes transmitidas por el agua estancada.
En consecuencia, la Cloaca Máxima sirvió principalmente para mejorar la salubridad de Roma, así como para evitar que el agua se quedase estancada en una zona de la Ciudad Eterna que habría de convertirse en el primer Foro.
También cabe destacar que la Cloaca Máxima, además de tener una función práctica, llamaba la atención y representaba el poder y la capacidad de organización de los romanos. De hecho, la construcción de esta gran obra fue todo un logro técnico para su época, en tanto que demostraba la habilidad que tenían los romanos para la gestión de proyectos de grandes infraestructuras.
Además, sobre la Cloaca Máxima cabe destacar que estuvo en funcionamiento continuo durante más de mil años, lo que pone de manifiesto la gran capacidad que tenían los romanos para hacer construcciones duraderas en el tiempo.
De hecho, los restos arqueológicos que se conservan han revelado que se llevaron a cabo intervenciones para mejorar esta cloaca a lo largo de las distintas épocas, utilizando diversos materiales, así como diferentes técnicas de construcción. En este sentido, cabe destacar que su funcionamiento continuó durante mucho tiempo tras la caída del Imperio romano.
También cabe destacar que la Cloaca Máxima tenía su origen en el barrio de la Suburra, luego atravesaba el Argileto, el Foro, el Velabro, el Foro Boario y finalmente descargaba en el Tíber en los alrededores del puente Emilio.
Tal fue la grandeza de esta estructura que el historiador Dionisio de Halicarnaso decía: "La extraordinaria grandeza del Imperio romano se manifiesta sobre todo en tres cosas: los acueductos, las calzadas y la construcción de cloacas."
Además, la Cloaca Máxima también ha tenido un lugar en la mitología y la cultura romana, en tanto que ha estado asociada con uno de los dioses del inframundo, Dis Pater, debido a su conexión con las entrañas de la ciudad y a la representación de la oscuridad y el misterio.