Manuel Gómez-Moreno González (1880): 'Salida de la familia de Boabdil de la Alhambra'.

Manuel Gómez-Moreno González (1880): 'Salida de la familia de Boabdil de la Alhambra'. Wikimedia Commons

Historia

Yamila, la valiente mujer guerrera de al-Ándalus que se rifaron los cristianos: su hijo fue obispo de Santiago

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En junio de 1099, tres días después de morir el Cid Campeador, se presentó en Valencia un gran ejército liderado por el rey moro Búcar. Era la segunda vez que los almorávides asediaban la plaza, tras el fracaso de 1094. En esta ocasión, según la Estoria de España de Alfonso X, entre las tropas musulmanas se contabilizaba un contingente de 300 arqueras negras "trasquiladas". Estaban comandadas por una tal Nugeymath Turkuia, que el propio cronistas tradujo como "estrella de los arqueros de Turquía", que cayó en el combate, como otras muchas de sus compañeros.

Por muy atractiva que resulte la hipótesis sobre la existencia de una unidad militar femenina en los ejércitos almorávides, la mayoría de investigadores han considerado esta información legendaria, como tantas de las narraciones que rodean la figura de Rodrigo Díaz de Vivar. Pero lo cierto es que sí hubo guerreras en al-Ándalus, aunque su número fue muy limitado, como sucede en las sociedades medievales islámicas o cristianas. Un interesante tema que aborda Manuela Marín en un capítulo del volumen Al-Ándalus y la guerra (La Ergástula).

La "mujer guerrera" andalusí más famosa conduce a la figura de Yamila bint 'Abd al-Yabbar. De origen bereber y natural de Mérida, formaba parte de la tribu de los Masmuda, que en el siglo IX se rebelaron contra Abderramán II, el emir omeya de Córdoba. El gran escritor y filósofo cordobés Ibn Hazam, que vivió dos centurias más tarde, dijo de ella que era "famosa por su valentía, arrojo, caballerosidad, duelos con caballeros y por combatirlos en los ejércitos".

Otro historiador del siglo XI, Ibn Hayyam, recogió que la actividad bélica de Yamila había sido dirigida por su hermano Mahmud, quien la situó en la retaguardia de sus tropas, enarbolando una bandera, y al frente de las mujeres. Al dar la orden de destrenzar sus cabellos, se hizo creer al enemigo que las fuerzas rebeldes eran mucho mayores y el ardid les sirvió para conseguir la victoria frente a los partidarios del emir.

La fama de Yamila, al parecer, se difundió por al-Ándalus y en las bodas se entonaban canciones sobre sus supuestas proezas bélicas. Pero como el resto de mujeres de su familia, sufrió un final trágico: fue apresada tras la derrota y muerte de su hermano a manos de tropas del rey de Asturias. Su belleza y fama suscitaron la atención de los caballeros cristianos, que terminaron por echar a suertes su posesión. Según Ibn Hayyam, el agraciado se casó con ella "y la tuvo en gran estima". Del matrimonio nació un hijo que llegaría a ser obispo de Santiago de Compostela.

"No hay, en las fuentes árabes —escribe Manuela Marín—, una abierta censura hacia el comportamiento de Yamila, tan alejado de los cánones que regían la conducta de las mujeres de las familias de elevada posición; los acontecimientos de su vida se describen con teatralidad, probablemente porque pertenecían a un pasado que, aunque no muy lejano para quien escribía dos siglos después, representaba un estado de cosas ya superado por la evolución social y política del mundo omeya. Quedó para la memoria esta figura de mujer guerrera que no deja de ser mujer: sufre el destino usual de las cautivas y se convierte en esposa y madre".

Portada de 'Al-Andalus y la guerra'.

Portada de 'Al-Andalus y la guerra'. La Ergástula

Coordinado por Javier Albarrán, doctor en Estudios Hispánicos por la Universidad Autónoma de Madrid, el ensayo, con la participación de los principales expertos en la materia, presenta un estudio en profundidad y temático de la relación entre la Hispania árabe y la guerra en todas sus variantes, desde las ideológicas hasta las materiales. Si en la primera parte se repasa la historia bélica andalusí desde un enfoque más general, en la segunda se repasan diferentes aspectos con mayor detalle, desde cuestiones sociales, étnicas o de género a estructuras defensivas, tipología de armamento o desarrollo de expediciones.

Además de tratar de encajar la singularidad de las incursiones del famoso Almanzor en el marco operativo militar andalusí o de profundizar en el conocimiento de los bereberes, se pone el foco en cuestiones menos estudiadas como las expediciones marítimas. Joan Negre, doctor por la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador especializado en la arqueología del mundo islámico, descubre la figura de los baḥriyyūn, gentes del mar con cierta capacidad de organizar e impulsar expediciones navales que en el siglo IX definieron la acción naval andalusí previa a la articulación de una flota propia emiral. En definitiva, un volumen holístico que aportar un nuevo punto de partida y referencia a los estudios sobre la relación entre al-Ándalus y la guerra.