El pasado mes de diciembre, el Gobierno colombiano, presidido por Gustavo Petro, anunció la puesta en marcha de una exploración del pecio del San José, un galeón español hundido frente a la costa de Cartagena de Indias en 1708 con una suculenta carga de monedas de oro y plata y con 600 personas a bordo. También se avanzó que la Armada realizaría la primera extracción de algunas piezas del naufragio, hallado en 2015. Esa misión arqueológica tendrá lugar entre abril y mayo de este año y sus objetivos se analizaron en un simposio internacional celebrado la semana pasada.
Juan David Correa, ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes, defendió en esta reunión que Colombia no va a abordar los restos del galeón como "un tesoro". "Es un pecio del patrimonio arqueológico y así lo vamos a tratar", añadió. "Lo que le queremos decir hoy al mundo es que queremos dejar como legado de este Gobierno las capacidades para que los niños, niñas y jóvenes colombianos puedan tener elementos de investigación en patrimonio subacuático, una ciencia o un área del conocimiento que no ha sido desarrollada con énfasis en el mundo".
Los planes de investigación del naufragio han sido elaborados por el Gobierno, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH), la Dirección General Marítima y la Armada de Colombia. Según se detalla en una nota del Ministerio de las Culturas publicada el pasado viernes al término del simposio, en la que en ningún momento se recuerda que se trata de un barco de Estado español ni se menciona explícitamente la extracción de piezas del lecho marino, los objetivos del proyecto residen en investigar el tipo de mercancías transportadas por el San José, así como el comercio marítimo entre América y Europa a inicios del siglo XVIII, los indicios del contrabando en el Caribe o las tecnologías de construcción de naval de la época.
No obstante, el mismo viernes un grupo de investigadores colombianos de la Red Universitaria de Patrimonio Cultural Sumergido (RUPCS) publicó un comunicado en el que, tras analizar el Plan de Manejo Arqueológico del Gobierno para el galeón, denuncian "inconsistencias, vacíos y pendientes en términos jurídicos, técnicos, metodológicos y de gestión social, institucional y sectorial". Además de una "precaria y superficial" investigación histórica y una "deficiente" caracterización física del contexto arqueológico, los expertos señalan la necesidad de cambiar una ley de 2013 que permite comercializar el patrimonio cultural sumergido y la presencia de empresas cazatesoros en aguas colombianas. Sobre este último punto el ministro aseguró que propondrá "la modificación o derogación de lo que se requiera".
Correa, según informa la Agencia Efe, reconoció que la primera expedición al pecio del San José, que está a más de 600 metros de profundidad, "va a tener complejidades", pero subrayó que en el Gobierno tienen "los instrumentos legales, la voluntad política y la transparencia para decirle al país y al mundo y a los críticos que aquí han estado sentados (...) que Colombia tiene la capacidad, la fuerza, para hacer ciencia y para hacer cultura, para aprovechar estas oportunidades".
Prospección con robot
El embajador de España, Joaquín de Arístegui Laborde, dijo el jueves, al intervenir en el simposio, que su Ejecutivo ha propuesto al de Colombia un acuerdo de cooperación para la protección del patrimonio sumergido, como es el caso del San José. "Tengo instrucciones de mi Gobierno para ofrecerle hoy la posibilidad de seguir trabajando en la elaboración de un acuerdo bilateral de cooperación en esta materia que permita que Colombia y España den un paso histórico, porque están capacitados para ello, para crear un paradigma de cooperación bilateral", manifestó el diplomático.
El arqueólogo marítimo español Arturo Rey da Silva, que participó en el simposio celebrado en Cartagena de Indias, se manifestó favorable a la participación de España en el proyecto de investigación del naufragio: "España siempre ha demostrado que mientras exista un buen proyecto arqueológico, una buena preservación y un respeto por ese pasado común siempre estará cooperando. Yo sí veo, y sería deseable también, que España estuviera dentro de un proyecto conjunto de cooperación científica".
Según el profesor de Patrimonio Cultural y Arqueología Marítima de la Universidad de Edimburgo y miembro del Comité Científico de Arqueología Subacuática del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), "hay capacidades en España en trabajo de aguas profundas que pueden servir también de ayuda en proyectos conjuntos, yo creo que es una posibilidad bastante factible que eso ocurra". El experto, en una entrevista con Efe, descartó que el objetivo del Gobierno colombiano fuese la comercialización del yacimiento y destacó que "la impresión es positiva, el trabajo que se está realizando y que se quiere llevar a cabo es muy importante y tiene realmente una visión de futuro".
El plan presentado contempla una prospección en el sitio del pecio con sensores remotos y una inspección visual con un vehículo sumergible no tripulado para realizar un análisis arqueológico de distribución espacial. También se llevará a cabo un registro georreferenciado mediante fotografías de alta resolución y se elaborará un modelo tridimensional de alta precisión para documentar mejor todas las piezas. En la nota del Ministerio de las Culturas no se detallan qué objetos o elementos del pecio se contemplan extraer. En junio de 2022, la Armada colombiana hizo públicas las imágenes de una intervención en las que se observaban varios cañones, espadas de los oficiales y de la tripulación, un par de lingotes de oro, cientos de monedas de ocho reales o una vajilla china en perfecto estado de conservación.
"Es viable hacer estudios de determinadas partes y hacer campañas que sean lo menos intrusivas posibles para poder responder a preguntas arqueológicas", pero no lo es pensar en retirar del fondo del mar el grueso del galeón y su carga", valoró Arturo Rey da Silva. "Eso es lo que las recomendaciones internacionales, desde la Carta de Icomos de 1996 hasta la Convención de la Unesco nos dicen: trabajo en preservación in situ y sin impacto negativo sobre el pecio".
Un caso polémico
El San José, que zarpó de España en 1706 con destino al Caribe, fue hundido por una flota de corsarios ingleses el 8 de junio de 1708 cuando se dirigía a Cartagena de Indias cargado, según crónicas de la época, con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo (Panamá). Tras el anuncio del hallazgo del pecio, en diciembre de 2015, surgieron disputas entre Colombia y España que, amparándose en la legislación de la ONU y por tratarse de "un barco de Estado", reclama su titularidad.
Colombia declaró en 2020 el galeón "bien de interés cultural" y con ese propósito pondrá en marcha su exploración científica, para la que España ha ofrecido cooperación. El Ejecutivo del presidente Juan Manuel Santos (2010-2018) había puesto en marcha un proceso de contratación mediante una alianza público-privada que se pagaría principalmente con piezas extraídas del pecio, pero la Administración de su sucesor, Iván Duque, la suspendió por temor a que se pudiese perder patrimonio nacional.