Un vehículo submarino no tripulado ha logrado obtener imágenes en alta definición del galeón San José, un barco español hundido frente a la costa de Cartagena de Indias en 1708 y cuyo rescate lleva siendo objeto de disputa legal y política entre Colombia y España durante casi una década. La nueva intervención realizada por la Armada Nacional del país latinoamericano ha documentado a 900 metros de profundidad varios cañones fabricados en Cádiz y Sevilla hacia 1655, espadas de los oficiales y de la tripulación, un par de lingotes de oro, cientos de monedas de ocho reales, vasijas y una vajilla china en perfecto estado de conservación.
Según el Gobierno colombiano, las grabaciones, que han sido posibles gracias a la utilización de equipos de alta tecnología y herramientas informáticas, han arrojado el hallazgo de dos nuevos pecios: un barco colonial y una goleta fechada en el periodo republicano. De momento no han trascendido más detalles sobre su identificación o cargamento. En la presentación de estos descubrimientos, el presidente Iván Duque aseguró que la Armada tiene "antecedentes" sobre otros trece naufragios similares en el fondo cercano y espera poder acotar su localización exacta en futuras prospecciones.
Duque, sin confirmar el momento preciso en el que fueron tomados los vídeos, explicó que Colombia ha comprado "equipos en los últimos años para poder llegar a la profundidad y tener las mejores imágenes" y, a su vez, poder proteger "la integridad del tesoro" hasta que se pueda realizar la polémica extracción, todavía en periodo de licitación. "En los últimos años, con estas tecnologías pudimos llegar a un nivel de precisión nunca antes visto", destacó el presidente colombiano. En los trabajos también han participado miembros de la Comisión de Antigüedades Náufragas y del Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
El almirante José Joaquín Amézquita, director de la Dirección General Marítima y Portuaria, destacó en la rueda de prensa celebrada este lunes en la Casa de Nariño que gracias a los nuevos equipos de detección submarina se ha podido apreciar la carga del galeón San José con un grado de detalle hasta ahora inédito. "Con las inscripciones descubiertas se pudieron determinar los sitios de fabricación de los cañones del barco, en Sevilla y en Cádiz, en el año 1655. Se aprecian diferentes objetos de oro y aparecen las macuquinas (monedas) de Ocho Reales, con la acuñación propia de la época", señaló.
Además, explicó que los arqueólogos de la Armada, del Ministerio de Cultura y del ICANH trabajan para identificar las inscripciones de la loza china y así determinar su origen. Según el almirante Gabriel Pérez, comandante de la Armada, las imágenes recabadas por el vehículo de exploración remota verifican que "el área donde se encuentra el galeón San José no había sido intervenida de ninguna manera por medios antrópicos o por la mano del hombre".
Un caso polémico
El San José, que zarpó de España en 1706 con destino al Caribe, fue hundido por una flota de corsarios ingleses el 8 de junio de 1708 cuando se dirigía a Cartagena de Indias cargado, según crónicas de la época, con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo (Panamá). Tras el anuncio del hallazgo del pecio, en diciembre de 2015, surgieron disputas entre Colombia y España que, amparándose en la legislación de la ONU y por tratarse de "un barco de Estado", reclama su titularidad.
El actual Gobierno colombiano ha asegurado que no pagará el rescate del San José con el patrimonio que se halle en el pecio, como había previsto la administración del presidente Juan Manuel Santos (2010-2018). Para rescatar la carga del galeón, el anterior Ejecutivo colombiano puso en marcha un proceso de contratación mediante una alianza público-privada que se pagaría principalmente con piezas extraídas del pecio, pero la Administración de su sucesor, Iván Duque, la suspendió por temor a que se pueda perder patrimonio nacional.
La licitación de esta alianza fue declarada desierta el pasado mes de marzo porque, una vez más, el Gobierno de Duque señaló que su prioridad era preservarlo "como patrimonio cultural protegido" y no quiere entregar una parte del patrimonio como pago —se preveía pagar a los cazatesoros de la Maritime Archaeology Consultants (MAC) con el 50% de lo hallado—. Tras declarar desierta esta convocatoria, el Gobierno realizará una nueva convocatoria "con arqueólogos y expertos internacionales con toda la capacidad técnica para su extracción".