La pirámide de Micerino, la menor de las tres que integran la famosa postal de la necrópolis de Guiza, no será finalmente recubierta con bloques de granito. El Ministerio de Turismo y Antigüedades del país del Nilo ha anunciado la cancelación del controvertido plan tras la revisión realizada por un equipo de expertos. Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, había anunciado el mes pasado que se trataba del "proyecto del siglo": consistía en restaurar el monumento con el objetivo de devolverlo a su estado original.
Este proyecto, que fue presentado a finales de enero junto con un grupo de arqueólogos japoneses, desató una gran polémica entre la comunidad científica al ser ampliamente considerado como una violación de las convenciones de la UNESCO respecto a los procesos de restauración de monumentos que son Patrimonio de la Humanidad. Por ello, el Ministerio de Antigüedades egipcio decidió formar un comité de expertos, liderado por el célebre arqueólogo Zahi Hawass, para evaluar la viabilidad de la restauración y decidir si seguir adelante o suspenderla.
La pirámide de Micerino fue diseñada para estar revestida de granito en lugar de piedra caliza. Tan solo se instalaron entre 16 y 18 capas de este tipo de roca antes de que se detuviera la construcción, aparentemente debido a la muerte del faraón alrededor del año 2503 a.C. A lo largo de los siglos, los robos, la erosión y el colapso de los materiales hicieron que muchas capas desaparecieran, dejando solo siete visibles en la actualidad. Numerosos bloques de granito caídos permanecen esparcidos alrededor de la base del edificio. Waziri había explicado que el proyecto para reemplazar el granito se iniciaría después de un año de escaneo y documentación.
Pero el comité, conformado por expertos de Estados Unidos, la República Checa y Alemania, concluyó la semana pasada en un informe que el proceso de restauración es inviable. Asimismo, subrayaron "la necesidad de preservar el estado actual de la pirámide, sin ninguna adición debido a su excepcional valor arqueológico global".
El plan pretendía usar los bloques originales de la pirámide de Micerino, que se encuentran enterradas o esparcidas por la necrópolis como consecuencia de un terremoto hace mil años. Los expertos justificaron que "es imposible confirmar la ubicación original y exacta de cualquiera de estos bloques de granito". Además, la restauración de la pirámide "cubriría la evidencia existente de la forma en la que los antiguos egipcios construyeron las pirámides", se explica en el comunicado.
[El hallazgo 'espacial' que puede cambiar la historia de las pirámides y del Antiguo Egipto]
Zahi Hawass ha confesado a la agencia Reuters que "las pirámides de Guiza están a salvo y no les pasará nada". "La gente de todo el mundo me llama, me escribe cartas y correos electrónicos. Están preocupados. No se preocupen en absoluto, las pirámides son seguras y nadie puede tocar la de Micerino", ha añadido el arqueólogo y exministro.
El comité apuntó además a la falta de necesidad de tal proyecto, puesto que "la forma de la cubierta original de la pirámide puede ser deducida de las siete filas de piedras que actualmente siguen presentes en el cuerpo de la pirámide tras miles de años". Debido a todas estas razones, el ministro de Antigüedades egipcio, Ahmed Issa, decidió cancelar el proyecto, aunque sí dio el visto bueno para estudiar y topografiar la pirámide de Micerino, ordenar los bloques de granitos de la cubierta exterior original que se desprendieron y realizar trabajos de excavación para encontrar las piedras restantes.
"En arqueología no hay que tener prisa. Si tienes prisa, arruinarás el yacimiento", ha señalado Hawass. "Lo importante para cualquier tipo de trabajo que se haga en el sitio de las pirámides es hacer un estudio y que nos digan qué hacer".