Durante una inmersión en una zona a poca profundidad cerca de la costa de Arzachena, en el noreste de la isla de Cerdeña, unos buzos aficionados observaron algo extraño en el fondo del mar, oculto bajo la arena: unos enigmáticos restos metálicos que parecían muy antiguos. Avisaron a las autoridades y al día siguiente los expertos de la Superintendencia de Arqueología y de los Carabineros acudieron a la zona y localizaron una gran acumulación, repartida en dos montones, de monedas romanas de bronce del siglo IV d.C. Un excepcional conjunto que, a falta de un estudio más detallado, asciende a entre 30.000 y 50.000 piezas.
El Ministerio de Cultura italiano ha informado del hallazgo mediante una nota de prensa, recogida por la Agencia Efe, y ha explicado que, según una primera estimación, basada en el peso total, el número de monedas de bronce, conocidas como follis y que datan de la primera parte del siglo IV, estaría entre 30.000 y 50.000 ejemplares, "muchos más, por tanto, que los encontrados en 2013 en Reino Unido, en Seaton, cuando resurgieron 22.888 follis".
Todas las monedas extraídas se encuentran en un estado de conservación excepcional y poco común, según se detalla en la nota, en la que se celebra el descubrimiento como uno de los hallazgos numismáticos más importantes de los últimos años.
El contexto cronológico de las monedas se sitúa entre los años 324 (acuñación de Licinio) y 340 d.C., datación confirmada por la presencia de monedas de Constantino el Grande y por la de todos los demás miembros de la familia presentes como césares. Pero sobre todo por la ausencia de centenionales, acuñadas a partir de 346 d.C.
"Las operaciones de restauración y conservación de las monedas y materiales encontrados nos permitirán ampliar y profundizar nuestro conocimiento del contexto de los hallazgos del que aún puede extraerse mucha información", ha subrayado el Ministerio de Cultura.
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Según el responsable de la Dirección de Arqueología italiana, Luigi La Rocca: "El tesoro encontrado en las aguas de Arzachena representa uno de los descubrimientos numismáticos más importantes de los últimos años y pone de relieve una vez más la riqueza y la importancia del patrimonio arqueológico que esconden las profundidades de nuestros mares, surcados por hombres y mercancías desde los tiempos más remotos".