Un equipo de arqueólogos egipcios ha desvelado una rica necrópolis del Imperio Nuevo -que comprende desde el año 1550 hasta 1070 a.C.- en el yacimiento de Al-Ghorefia, cerca de Tuna el-Yebel, localidad de la gobernación de Menia, en el centro del país del Nilo. El cementerio es el primero de este tipo localizado en la antigua decimoquinta provincia del reino de los faraones, según ha afirmado Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades.
Desde hace varios años se han realizado varias excavaciones en la zona que han permitido estudiar y documentar varios enterramientos de la época de los imperios Antiguo y Medio. El descubrimiento de estos enterramientos añade nuevas capas de información a la investigación de las prácticas funerarias de la región.
La necrópolis estudiada este año está compuesta por una serie de tumbas excavadas, denominadas hipogeos, repletas de sarcófagos antropomorfos de piedra caliza y ataúdes de madera ricamente decorados con motivos religiosos. Waziri ha explicado que los objetos más vistosos y llamativos de esta colección funeraria corresponden a un tal Djehuty, gran sacerdote del templo de Tauro de Amón, y a su cantante Nany, junto al resto de altos funcionarios y sacerdotes enterrados en la misma necrópolis.
Vigilando y protegiendo el milenario cementerio se han descubierto más de 25.000 estatuas de antiguas deidades egipcias y pequeñas figurillas, ushebti, destinadas a servir a los difuntos en la otra vida y que se encuentran fabricados en loza.
Además de estos pequeños esclavos y protectores de ultratumba, en el funeral egipcio jugaron un importante papel los amuletos y los conocidos como vasos canopos, donde se guardaban las vísceras de los difuntos. Juntos a estos elementos, los investigadores también han localizado varias máscaras funerarias y un papiro excepcionalmente conservado con textos del conocido como Libro de los Muertos, con una extensión aproximada de unos cuatro metros. El documento será trasladado al Gran Museo Egipcio de Guiza para exponerlo al público, según han informado los responsables del yacimiento.
[El otro asedio de Gaza: la venganza de Alejandro Magno contra la ciudad en la que casi muere]
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades también ha destacado la sorprendente decoración de un ataúd en concreto y los vasos canopos que corresponderían a la hija del sacerdote Djehuty, Tadhi Essah.
Durante un estudio preliminar realizado sobre el yacimiento, se ha concluido que un segmento de este cementerio fue reutilizado durante los años 664 y 332 d.C., en la denominada Antigüedad Tardía y que ha sacado a la luz miles de amuletos, figurillas ushabti y ataúdes con momias.
La excavación del yacimiento comenzó en 2017 y actualmente están previstas nuevas expediciones y campañas arqueológicas para terminar de esclarecer la historia y los secretos que se esconden en esta necrópolis de Al-Ghoreifa.