Considerado el "Barba Azul de Gambais", Henri-Désire Landru fue el asesino en serie que atrapó la atención de las personas durante los años 1919 hasta 1922, año de su muerte. Solo 11 víctimas fueron comprobadas y atribuidas a Landru, pero la policía tenía la creencia de que fueron más de 200 las personas que sufrieron al "Barba Azul de Gambeis".
En el año 1869, nació Henri Désire Landru en el distrito XIX de París. Su padre, hombre recto y religioso, trabajaba como obrero industrial mientras que, su madre, ejercía de costurera. Aunque su condición social fuese modesta, Landru mantenía altas calificaciones y mantenía aspiraciones altas.
En el año 1889, se vio obligado a casarse con su prima-hermana tras dejarla embarazada de manera indeseada. El matrimonio tuvo cuatro hijos más. Landru, ante la situación familiar, optó por trabajar como vigilante de garaje y administrativo. Sin embargo, la ambición de conseguir cierta reputación y aumentar su capital, llevó a Landru por el camino de la delincuencia.
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Entre los años 1902 y 1914, Landru había cometido diferentes delitos menores relacionados con estafas. Ante la reiteración de infracciones, y sus condenas, el señor Landru, recio y moral, ante la incomprensión por los actos cometidos por su hijo y la vergüenza social recibida, se suicidó colgándose de un árbol en el Bosque de Boulogne.
En el año de 1914 se inicia la Primera Guerra Mundial. Las bajas causadas por el conflicto dejaron varias mujeres viudas que, ante la soledad que sentían, optaban por anunciar en la Prensa en busca de compañía. Landru encontró una nueva vía para estafar a la gente.
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Las estafas realizadas por Landru tenían que ser mejores si no quería volver a la cárcel. De manera que, el estafador francés, decidió publicar varios anuncios en el que buscaba a una mujer para contraer matrimonio. Adquirió una identidad falsa e investigó la mejor manera de llevar su doble vida sin levantar sospechas.
"Viudo, dos hijos, cuarenta y tres años, solvente, afectuoso, serio y en ascenso social desea conocer a viuda con deseos matrimoniales", fue uno de los anuncios que Landru habría publicado. Pero existía el riesgo de ser descubierto.
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En enero de 1915, Landru asesino a Jeanne Cuchet, de 39 años, y a su hijo de 17 años. La mujer, viuda desde 1909, carecía de un patrimonio alto, económicamente hablando. Aunque el motivo del asesinato no tuvo que ver con la riqueza de la familia, probablemente Landru acabara con la vida de estas personas tras descubrir su verdadera identidad.
La doble vida que llevaba Landru, la de casado y viudo, le obligó a alejarse de su entorno familiar. Con el dinero que había reunido de los anteriores engaños, decidió alquilar un piso a las afueras de París, en Gambais, el cual fue apodado por el asesino como "Ermitage". La localidad solo contaba con un agente policial.
El domicilio acogía las fechorías de Landru. El modus operandi consistía en invitar a las viudas a su domicilio, ofrecerles matrimonio, conseguir administrar su patrimonio para, posteriormente, acabar con sus vidas.
La desaparición de las mujeres no pasaba desapercibida para sus familiares, los cuales preguntaban a Landru sobre su paradero.
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No obstante, la mala suerte aterrizó en la vida de Landru. Una de sus víctimas, Célestine Buisson, le había presentado a su hermana. La mala impresión que la hermana tenía de Landru –o para ellos "Georges Frémyet"–, provocó las sospechas cuando madame Buisson desapareció.
Las sospechas habían surgido tras observar al estafador comprar varias obras de arte en la Rue Rivoli. De manera ágil y certera, la hermana de madame Buisson entró en la galería consiguiendo la información del domicilio de Landru, dirección que entregó a la policía. Los agentes inspeccionaron el lugar y encontraron 295 huesos humanos medios carbonizados, 1,5 kilos de cenizas y 47 piezas dentales.
El juicio se inició el 7 de abril de 1921 y, 23 días después, era condenado a pea de muerte. El 30 de noviembre de 1921, Landru fue guillotinado. Aunque la policía solo pudo probar el asesinato de 11 personas, los agentes estaban convencidos de que las víctimas ascendían a las 300 personas.