España será uno de los países que más se verá afectado por los peores efectos del cambio climático. La adaptación al cambio climático en nuestro país, por tanto, será fundamental y, los esfuerzos coordinados tanto desde la Administración como a nivel empresarial y ciudadano serán clave para mitigar estos impactos. Esa ha sido precisamente la cuestión central de la mesa inaugural del II Observatorio de los ODS organizado por EL ESPAÑOL, ENCLAVE ODS e Invertia con la colaboración de la Fundación ‘la Caixa’. 

Este verano, quiso recordar durante su intervención Yolanda Luna, meteoróloga del Estado y jefa del Departamento de Desarrollo y Aplicaciones en AEMET, ha sido el más caluroso jamás registrado. Precisamente, tal y como publicó el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea, los meses de junio, julio y agosto de 2023 batieron todos los récords de temperatura por un amplio margen. 

“Tengo una cierta edad y había olas de calor, pero las temperaturas de ahora no son normales. Ahora es el pan de cada día”, apuntó la meteoróloga de la AEMET. Por ello, quiso recordar a los presentes que el cambio climático es algo que “nos afecta a todos, incluido a las empresas que aquí nos acompañan”.  

En este sentido, Mario Cabezos, gerente de Medioambiente y Facility Management en Mutua Madrileña, señaló que todas las empresas tienen la oportunidad de contribuir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo, “nosotros, Mutua Madrileña, no somos una empresa inocua”. Por ello, indicó, desde hace mucho tiempo han adoptado medidas como “el uso eficiente de la energía y de los recursos”. 

¿Un esfuerzo en vano? 

El esfuerzo que están realizando las empresas para descarbonizar sus actividades es algo que llevan haciendo desde hace años, especialmente en el ámbito europeo gracias a la exigente y vanguardista normativa de la Unión Europea, algo que destacaron todos los ponentes de la mesa. Adoptar medidas y acciones concretas para reducir su impacto medioambiental ya no solo es clave desde el punto de vista del planeta, sino que también es algo que se demanda desde la sociedad civil. 

Así, adaptarse, pero también adelantarse, a esa normativa es algo que todas las empresas presentes en la mesa han hecho durante los últimos años. “Las empresas de este país, en líneas generales, están haciendo un esfuerzo notable para descarbonizarse”, remarcó Cabezos. 

“No estamos haciendo greenwashing y nos basamos en ciencia”, defendió Georgina Flamme, directora de Relaciones Institucionales, Comunicación y Sostenibilidad de Abertis y directora de la Fundación Abertis. En su caso, por ejemplo, están trazando planes de adaptación de las infraestructuras a los futuros escenarios del cambio climático. 

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Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, recordó Luna, los efectos aún no son tangibles, ya que las emisiones siguen aumentando cada año. Eso sí, los ponentes consideran que pronto se podrán ver los resultados. “A corto y medio plazo, este esfuerzo, no será tangible, pero a largo plazo estoy seguro de que nos hará estar más preparados”, incidió en su intervención José Antonio Barberá, responsable de Sostenibilidad de Bankinter. 

También hubo un espacio para la autocrítica. “Tenemos que seguir trabajando y seguir mejorando”, señaló José Miguel Tudela Olivares, director de Sostenibilidad y Acción Climática de Enagás. Y añadió: “El grado de ambición lo marca el planeta para alinearnos en los 1,5 ºC”. 

Como conclusión de la mesa, todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que la clave para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 referidos a la acción climática estará en coordinar todos los esfuerzos tanto internacionalmente y de la Unión Europea como nacionalmente y con las empresas.