"España está preparada para liderar la movilidad del futuro que será conectada, sostenible y seguridad. Y el PERTE VEC es un instrumento para que España sea un referente global de movilidad". Quién ha dicho estas palabras ha sido José María López, comisionado para el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC), en su intervención en el IV Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades de EL ESPAÑOL e Invertia.
Un PERTE VEC del que "tendremos solicitudes suficientes en esta nueva convocatoria que es inminente", ha dicho López. "España ofrece un entorno de máxima confianza por la tradición de 17 factorías, por la experiencia de producir vehículos, por la amplia experiencia en las universidades y por contar con las mejores condiciones para energías renovables. De ahí que España ofrezca la máxima confianza como país", ha dicho.
Una segunda convocatoria de 2023 del PERTE VEC que tendrá dos líneas "una primera de baterías que se va a proyectar para la fabricación de celdas de las baterías y componentes y también se potenciarán proyectos del procesado del lito y del cobalto y ojalá tengamos fábricas que se fabriquen en el país", ha dicho.
Además, también el PERTE VEC contará con "otra línea que potenciará nuevos modelos de vehículos eléctricos y también prototipos de baterías y de pila de combustible. También componentes para el vehículo eléctrico y conectado y también para la segunda vida de las baterías y el reciclado", ha dicho.
Una convocatoria por tanto que solo queda "que las empresas formalicen los mejores proyectos y que se agoten todos los fondos porque esto significará que es un éxito para España y para el sector del automóvil", ha señalado.
Una apuesta por el vehículo electrificado es uno de los grandes retos para la industria del automóvil. "España es un país dependiente del petróleo: el 92% de la energía se consume en la carretera y el 80% es gasóleo y el 20% es de gasolina. Y estos combustibles no los tenemos, hace meses hemos vivido precios altos y esto hace que la solución venga del lado de la electricidad y del hidrógeno", ha dicho.
Por tanto, una preocupación por el medioambiente que es compartida por la industria del automóvil y que tiene como reto la convivencia entre el "incremento de la movilidad, pero con un proceso de descarbonización", ha dicho.
Además, otro reto es el "cambio climático, la descarbonización y el CO2. El CO2 está marcando la pauta del diseño de los motores de los automóviles. Se van acelerando las modificaciones y los gramos de CO2 van sufriendo una disminución en los rodillos y por ello nos obligan a propulsores más eficientes, que han llevado a híbridos, enchufables y eléctricos".
Y el tercer reto es lo que "sale por el escape, para la calidad del aire. Ahora estamos en la discusión de la Euro 7 si o no o se modifica la Euro 6. Y esto puede suponer un impacto".
Unos retos en los que "los vehículos eléctricos debido a su condición de cero emisiones en el uso y dependiendo de dónde se obtiene la energía, es la mejor opción del futuro y esto marcará el transporte sostenible", ha dicho.
"El vehículo eléctrico tiene un motor con un enorme rendimiento. Sobre todo, por la aceleración, cero emisiones en el punto lo que le hace imbatible. El coche del vehículo eléctrico podría converger hacia 2027 o 2028 con el convencional. Y una infraestructura adecuada de puntos de recarga es el objetivo necesario. Pero la distribución de la energía eléctrica es el gran problema. Porque potencia tenemos, pero hay que mejorar la distribución", ha recalcado.
En 2035 los vehículos eléctricos deberían ser lo "suficientemente atractivos para que los usuarios de movilidad. Pero también podrían tener convivencia con los híbridos con los combustibles sintéticos. Por lo tanto, en el horizonte hay que marcar hitos para ver cómo evoluciona el vehículo eléctrico en la sociedad. Tenemos también otras tecnologías como los híbridos y enchufables alimentados por los sintéticos hasta alcanzar los eléctricos", ha señalado este comisionado del PERTE VEC.