El gran reto de la vivienda social: "No se trata solo de gestionarla, hay que hacer lo mismo con las personas"
- Ana Múgica y Núria Lambea han abordado esta problemática desde un punto de vista social: "Las familias cada vez son más vulnerables".
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Continúa la primera jornada del Observatorio de los ODS 'La ciudad y el impacto de los ODS' que está teniendo lugar en Valencia, la Capital Verde Europea 2024. Con este, ya es el tercer foro dedicado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, organizado por EL ESPAÑOL, Enclave ODS e Invertia.
Tras la recepción y la bienvenida de Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL, y la apertura institucional, los asistentes han entrado en materia con la intervención individual de María Canal Fontcuberta y la primera mesa redonda, en la que se ha debatido sobre los nuevos modelos de ciudad.
Después, ha tenido lugar una conversación a dos entre Ana Múgica, directora de Gestión de Vivienda Social de Sareb, y Núria Lambea Llop, investigadora postdoctoral y subdirectora de la Cátedra UNESCO de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Con la presencia como moderadora de Raquel Nogueira, redactora de Enclave ODS, ambas han comentado los aspectos más relevantes relacionados con la vivienda social y la gestión de las situaciones de vulnerabilidad. A continuación, los datos y reflexiones que han aportado ambas mujeres.
La situación en España
La charla ha comenzado con una pequeña contextualización sobre la temática. En este sentido, Núria Lambea ha comenzado explicando que hay "un problema de conceptos", y por ello no podemos actuar en consecuencia. De hecho, el término 'vivienda social' no es unitario a nivel internacional porque cada país lo interpreta de una manera diferente en cuestión de proveedores o beneficiarios.
Núria Lambea: "En España, cada vez hay un colectivo mayor queda en el limbo y no puede acceder ni a la vivienda pública ni a la privada"
"La vivienda social cumple dos factores clave: que se ofrezca a un precio económico y que siga unos criterios concretos de necesidad para ser adjudicada", explica Núria Lambea. "Sin embargo, la vivienda asequible no cumple el segundo de ellos", apunta.
Y, a la problemática de los conceptos, añade otro: las familias cada vez son más vulnerables: "El perfil de las familias es muy diverso, pero la mayoría son monoparentales con varios menores a su cargo", comenta Ana Múgica. "Casi el 20% cuentan con una persona con discapacidad y los ingresos medios son de 900 euros, muchos de ellos recibidos por subvenciones".
El programa de Sareb
Para solventar esos problemas en las viviendas que Sareb recibió heredadas de la crisis financiera, nació el Programa de Alquiler Social con acompañamiento de la compañía. Sareb es la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria que surgió por la necesidad del Gobierno español y las autoridades europeas de recapitalizar varias entidades de depósito afectadas por la crisis financiera e inmobiliaria iniciada en 2008.
Esta puso en marcha en 2022 un proyecto de gestión de vivienda social y asequible con programas de acompañamiento social para atender a las familias con mayor vulnerabilidad. A través de este, se analiza la situación de las personas y se acerca a ellas.
"Cuando existe vulnerabilidad, les ofrece la posibilidad de que disfruten de un alquiler social", explica Ana Múgica. Además, añade que ya hay "8.000 alquileres sociales aprobados y el 20% de las familias han mejorado su calidad económica".
"Gestionar personas"
Por todo ello, ambas mujeres confirman que el reto no se trata solo de gestionar la vivienda, sino también a las personas que la habitan. "Esto beneficia también a la empresa porque serán personas más involucradas. Con más estabilidad, hay menos morosidad y menos estigmas, y mejora el valor de la vivienda y del barrio. Hay que apostar por servicios para las personas y la comunidad", explica Núria Lambea.
Ana Múgica coincide con ella. Esta argumenta que lo realmente complicado es "hacer una gestión conjunta de dos mundos antagónicos", refiriéndose a la vivienda y la familia. "No se puede gestionar la familia y olvidar la vivienda, y viceversa", explica la experta.
Por último, ambas especialistas han abogado por enfocar esta problemática desde una perspectiva social. "Me uno al reto de Ana: un aumento de vivienda social tiene que ir de la mano de una buena gestión debido a la vulnerabilidad de las familias", ha terminado diciendo Núria Lambea.