Tomás Pérez-Sauquillo, expresidente de Invercaria, la empresa pública de inversión y gestión de capital riesgo de la Junta de Andalucía bajo los gobiernos del PSOE, suma una nueva condena en firme.
Esta vez el Tribunal Supremo (TS) ha elevado a 4 años y medio de cárcel su pena por subirse de forma "arbitraria" el sueldo a 152.000 euros anuales, entre otras irregularidades, muchas de ellas ya juzgadas. La Audiencia de Sevilla lo condenó a dos años y tres meses de prisión y el TS la ha duplicado.
En concreto, Pérez-Sauqiullo tuvo un contrato inicial en 2005 por 108.182 euros con Invercaria, que luego aumentó por decisión propia hasta 142.552 euros en 2007, 152.006 en 2008 y 140.472 en 2009.
En paralelo, su exdirector financiero Nieto comenzó con un sueldo de 26.000 euros que luego ascendió a 106.229 euros en 2009. Los jueces reprochan a ambos exdirectivos que su fin era "enriquecerse" a costa de los caudales públicos. A este último el tribunal lo condena dos años y tres meses de prisión y a tres años e inhabilitación absoluta
La agravación de la condena obedece a que la Sala condena a Pérez-Sauquillo por un delito de prevaricación del que fue absuelto por la Audiencia Provincial de Sevilla, que entendió que no se trataba de un asunto administrativo, así como a la sustitución de la atenuante de dilaciones indebidas muy cualificada por una simple.
La Sala recuerda que los hechos probados describen que Pérez-Sauquillo, como presidente y consejero delegado de la empresa pública, tenía la facultad para contratar empleados para la entidad y señalarles los puestos de trabajo y retribuciones.
En el ejercicio de esas funciones decidió personalmente, al menos, la contratación de su exdirector financiero y varios trabajadores a los que fijó el salario que él decidió libremente. Para ello, no recabó ningún informe previo o autorización de la Dirección General de Presupuestos de la Consejería de Economía y Hacienda, pese a que así lo exigían las leyes de Presupuestos.
En el año 2006 personal de IDEA dejó de confeccionar las nóminas de Invercaria con las instrucciones de esta, y durante unos meses dicha tarea la realizó personal de la propia mercantil, hasta que ya a finales de ese año se decidió externalizar el servicio y encomendárselo a una empresa. Esta se limitaba a confeccionar las nóminas con las datas que se le facilitaban desde Invercaria.
Se trata de una pieza de la macrocausa de corrupción de Invercaria, que acabó dividida en una treintena de causas, una por cada ayuda que se repartió entre distintas empresas, las cuales muchas acabaron cerrando.
En total, Pérez Sauquillo acumula cuatro condenas en distintos casos enjuiciados, aunque también ha sido absueltos en otras. Aquejado de graves problemas de salud, por las que ha pedido el aplazamiento de su entrada en prisión, el año pasado reconoció a este periódico que repartió 40 millones en 200 ayudas durante cinco años, pero que "todas eran legales".