Gruconsa, la constructora que habría pagado supuestas mordidas a cambio de recibir contratos de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), acusa al actual presidente de la RFEF, Pedro Rocha, de dañar su "reputación empresarial".

Así lo expresa en un burofax, enviado el pasado 8 de abril por la compañía al ente federativo y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.

En dicha misiva, además, Gruconsa reclama una deuda de 105.625 euros, que, según indica, corresponden a sus "honorarios" por la elaboración de un informe sobre las "deficiencias técnicas" de la sede de la RFEF en Las Rozas (Madrid).

"Se trata, pues, de un encargo debidamente ejecutado y finalizado", expresa la compañía en su carta, en la que anuncia que, desde ahora, ejercerá "todas las acciones judiciales oportunas para el cobro" de lo adeudado.

De esta forma, Gruconsa responde a la decisión tomada por Pedro Rocha de anunciar la ruptura de la RFEF con la constructora, en la que uno de sus directivos es hermano de Pedro González Segura, uno de los hombres de confianza de Luis Rubiales y que también está investigado en esta causa judicial.

Pedro Rocha y Luis Rubiales, en una imagen de archivo.

En el burofax, la empresa señala que "no existe relación mercantil, ni de ninguna otra naturaleza, entre Gruconsa y la RFEF susceptible de ser rescindida en la actualidad". "No se puede rescindir aquello que no existe", advierte el documento. "La compañía no mantiene en la actualidad, ya antes de su pretendida rescisión, relación mercantil alguna con la RFEF", añade.

Comisiones

Gruconsa, que no está investigada en el llamado caso Rubiales, habría pagado, según la tesis de la Guardia Civil, supuestas comisiones ilegales como "contraprestación" por recibir ciertos contratos adjudicados por la Federación.

Pero, tal y como desveló EL ESPAÑOL, los vínculos de la compañía con la RFEF fueron más allá del rubialismo. Ya con Rocha a la cabeza, el ente federativo aprobó el pasado enero dos contratos concedidos a Gruconsa para ejecutar obras por valor de 400.000 euros.

Estos trabajos eran, en efecto, para cambiar el sistema y las puertas contra incendios de la Ciudad de Las Rozas, como así lo recuerda la compañía en el burofax. Dismatec Sport SL empresa controlada por Francisco Javier Martín Alcaide, socio y amigo de Rubiales, y de la que éste "se habría beneficiado", según la Guardia Civil facturó a la constructora el 20% de ese importe.

[La juez interrogará a Luis Rubiales el 29 de abril y a su sucesor Pedro Rocha, como testigo, el día 12]

De acuerdo con el sumario del caso, que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, la RFEF realizó un pago de 142.585 euros a Gruconsa el 29 de enero de 2024, hace escasos dos meses. Unos días más tarde, el 5 de febrero, la constructora emitió una transferencia a Dismatec Sport SL por 48.400 euros (40.000 euros más el 21% de IVA).

El pago recibido por Gruconsa era el porcentaje inicial de uno de los contratos firmados bajo la presidencia de Pedro Rocha.

Por tanto, la constructora vinculada a la trama de Rubiales siguió trabajando con la RFEF después de su salida y firmó al menos dos contratos con Rocha en la presidencia. De una forma u otra ya sea porque han sido rescindidos ex profeso o porque, simplemente, habían finalizado—, tanto Gruconsa como Rocha coinciden en que actualmente ya no hay contratos en vigor ni relaciones mercantiles entre la compañía y la Federación.

Por otro lado, las adjudicaciones citadas, relativas a las deficiencias técnicas de la sede de Las Rozas, son diferentes al contrato de 1,3 millones de euros que Gruconsa recibió tras la celebración de la Comisión Económica de la RFEF del pasado 27 de febrero, que el ente federativo anuló después de que la Guardia Civil pusiera en marcha la operación que culminó con la detención de la cúpula del rubialismo.

Precisamente, este viernes, Pedro Rocha deberá declarar como testigo ante la juez Delia Rodrigo, que investiga el caso. Luis Rubiales, por su parte, será interrogado, como investigado, el próximo 29 de abril.