Boye recusa y ridiculiza al juez Aguirre con la misma fórmula que emplea contra García-Castellón

Aguirre es el instructor del caso Volhov, en el que se investigan los vínculos del procés con el Gobierno ruso. García-Castellón es el instructor que ha imputado por terrorismo al expresidente catalán Carles Puigdemont.

La cruzada independentista contra ambos es calcada. Así quedó claro este mismo jueves, cuando Gonzalo Boye pidió la recusación de Aguirre en Volhov en base a unas declaraciones del juez a la televisión alemana.

Boye es el abogado de Puigdemont (en el caso Tsunami) y de quien fue el jefe de gabinete del expresident, Josep Lluís Alay, que está imputado tanto en el caso Tsunami como en Volhov.

En su escrito, consultado por EL ESPAÑOL, el letrado tacha la investigación de Aguirre de "prospectiva", como hace habitualmente con la causa que instruye García-Castellón.

Los dos jueces son los principales escollos para que la amnistía beneficie a Carles Puigdemont. Tal y como informó EL ESPAÑOL, Aguirre deslizó en su último auto una futura imputación del expresident por el delito de traición, que, por el momento, está excluido de la futura norma. Por su parte, García-Castellón imputó al político por terrorismo, otro de los delitos sobre los que la Ley de Amnistía establece ciertas excepciones.

En el escrito en que solicita la recusación de Aguirre, el abogado Gonzalo Boye, en representación de Alay, avanza que "más temprano que tarde se demostrará" que la entrevista al canal alemán "ni tan siquiera fue casual ni un acto de irresponsabilidad impropio de quien ejerce la función jurisdiccional, sino algo bastante más serio: un concierto previo que (...) destruye cualquier viso de imparcialidad". "Si es que en algún momento esta imparcialidad existió", reta Boye.

La tesis del abogado es que la entrevista fue grabada incluso antes de que Aguirre dictase el último auto de la causa Volhov, en el que insiste en los nexos de Puigdemont con el Kremlin o desvela reuniones de Boye y Alay con grandes capos de la mafia rusa.

Asimismo, los audios filtrados a la prensa afín al independentismo también tratan de presentar a Aguirre como a un personaje estrafalario. El diario El Món publicó este jueves un fragmento del interrogatorio realizado por Aguirre a otros de los investigados en el caso Volhov, el responsable de relaciones internacionales de la antigua Convergencia Democrática de Cataluña, Víctor Terradellas.

"Machismos atávicos"

En ella, el magistrado le pregunta sobre aquella ocasión en la que éste manifestó que "Puigdemont se cagó en las bragas" cuando fueron condenados los líderes del procés y el expresident se fugó a Bélgica dentro de un maletero.

"La intervención total del recusado [el juez Joaquín Aguirre] en esas declaraciones del día 11 de mayo de 2022 le inhabilitan, como mínimo, para seguir sosteniendo que estamos ante un juez imparcial", expone Boye en su escrito.

"Pocas veces se ha contado con una prueba tan evidente de la falta de imparcialidad, pero, en este caso, unida a un nivel de grosería impropio de la función que desempeña y que, además, acude a lugares comunes del peor de los machismos atávicos", añade.

Con las mismas críticas que dirige a García-Castellón, el letrado de Puigdemont acusa al juez de Volhov de desplegar una manía "persecutoria", "malgastando los recursos públicos en una delirante persecución de marcado carácter prospectivo y clara orientación política".

Las recusaciones presentadas contra ambos jueces se basan en hechos similares. Si la de Joaquín Aguirre se justifica en sus declaraciones a un canal germano, la presentada por Boye contra García-Castellón se basó en su participación en un coloquio en el que valoró jurídicamente la futura Ley de Amnistía.

En la televisión pública alemana, el magistrado, a la hora de explicar el caso Volhov, manifestó lo siguiente: "Se trataría de la influencia directa de Rusia en el proceso de independencia de Cataluña, apoyando el proceso de independencia, con la finalidad de que Rusia desestabilizara, primero, la democracia española y abriendo la puerta trasera a la infiltración en todas las democracias liberales de Europa Occidental".

Por su parte, García-Castellón valoró así la futura Ley de Amnistía: "Yo, únicamente, como ciudadano, puedo decir dos cosas. Uno: que en la Constitución tampoco está prohibida la esclavitud y, sin embargo, no es posible. Y eso que no está prohibida expresamente. Y dos: bien, estos señores han dicho que en cuanto puedan van a volver a repetirlo, por lo tanto, ¿será esta amnistía la primera de muchas otras después?".