Marruecos se negó dos veces a entregar a España el historial psiquiátrico del yihadista de Algeciras
La Audiencia Nacional solicitó a Rabat los "antecedentes psiquiátricos" de Yassine Kanjaa, que mató a machetazos a un sacristán. Los forenses habían recomendado que el detenido ingresara en un sanatorio penitenciario.
6 septiembre, 2023 03:21Marruecos se negó a facilitar los "antecedentes psiquiátricos" del autor del atentado de Algeciras que la Audiencia Nacional le reclamó. Y lo hizo hasta en dos ocasiones. Así lo confirman fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL.
Este martes, el Juzgado Central de Instrucción número 6 finalizó la investigación de este ataque, ocurrido el pasado 25 de enero y cometido por el joven marroquí Yassine Kanjaa, de sólo 25 años.
Tal y como avanzó en exclusiva este periódico, el instructor de esta causa, Joaquín Gadea, pidió al Reino de Marruecos informes sobre la salud mental de Kanjaa. El magistrado tomó esta decisión el pasado mes de mayo, después de que los peritos de la Audiencia Nacional examinaran al detenido y recomendaran su ingreso en un centro psiquiátrico penitenciario.
[La defensa del asesino de Algeciras niega que sea yihadista y pone en duda su equilibrio mental]
Kanjaa fue arrestado horas después del atentado, durante la noche del 25 de enero de 2023. Antes, al filo de las siete de la tarde, había entrado en una iglesia de Algeciras y atacado con un machete de grandes dimensiones a varias personas. Mató a un sacristán e hirió a varios feligreses.
Según aquel primer dictamen forense, Kanjaa presentaba una "sintomatología compatible con trastorno delirante". Desde entonces, la investigación judicial giró en torno a este asunto, si el joven era o no imputable en función de sus condiciones mentales.
Un segundo informe, cuyas conclusiones fueron publicadas por este diario, señaló que Kanjaa presentaba "un trastorno compatible con el juicio diagnóstico de cuadro psicótico, de probable filiación esquizofrénica". Y que, al cometer el atentado, sufría "una descompensación psicótica aguda, con un importante grado de implicación afectiva y conductual, lo que afectaría muy severamente a sus facultades intelectivas y volitivas". No obstante, este segundo análisis médico es posterior a la petición de información a Marruecos por parte del Juzgado.
Recordatorio a Rabat
Tal y como confirman fuentes jurídicas a EL ESPAÑOL, la Audiencia Nacional mandó incluso un recordatorio a las autoridades de Rabat, a través del Ministerio de Justicia. La instrucción avanzaba y el reino alauita no entregaba estos datos. Y, a día de hoy, no lo ha hecho.
Este martes, el magistrado puso fin a la investigación del ataque, considerando que el suceso fue "resultado del proceso de radicalización exprés sufrido [por Kanjaa] durante las semanas previas a la acción criminal, pudiendo catalogarse los hechos como un ataque de naturaleza yihadista". Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la defensa de Yassine recurrirá esta resolución en los próximos días.
"Las alteraciones psíquicas que pudiera sufrir [...] afectarían, de dictarse un pronunciamiento condenatorio, al alcance de la culpabilidad, sin afectar a la calificación de los hechos como terroristas", razonó el juez Gadea en su auto.
El atentado
Kanjaa fue detenido después de asesinar a machetazos al sacristán Diego Valencia y herir a otras cuatro personas; entre ellas, un párroco. Antes de ello, había entrado en otra iglesia distinta e increpado a los feligreses.
Posteriormente, el joven regresó a su casa y, como detalla el juez, apagó y guardó su móvil, "conscientemente", en un cajón. Tomó un machete "de grandes dimensiones", que escondió bajo su chilaba, y se dirigió a la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma, donde atacó al sacristán.
Además, como desveló EL ESPAÑOL, el joven marroquí trató de matar también a un musulmán con el que se cruzó de camino, al creer que se había convertido al catolicismo.
Es por ello, que, en su auto de este martes, Gadea subrayó que los objetivos del ataque fueron "sacerdotes de la Iglesia católica y musulmanes que no siguen las directrices de los preceptos salafistas" y que la intención del atentado fue la de "alterar gravemente la paz pública, provocando un estado de terror en la población o parte de ella".
Tras haber "rematado en el suelo" a su víctima mortal, Kanjaa se dirigió a un tercer templo, el Santuario de Nuestra Señora de Europa. La puerta estaba cerrada y, pese a darle varias patadas, no pudo acceder a su interior.
El delito de asesinato terrorista se castiga con prisión permanente revisable. Gadea, tras finalizar la instrucción, también considera a Kanjaa autor de un delito de lesiones terroristas, que lleva aparejadas penas de hasta 15 años de cárcel.