El TC rechaza el recurso de Cayetana Álvarez de Toledo contra Batet por insultar a Pablo Iglesias

La Sala Segunda del TC ha apoyado por unanimidad la ponencia del magistrado César Tolosa, adelantada por EL ESPAÑOL el pasado viernes, en la que se afirma que Batet no vulneró los derechos de Álvarez de Toledo a la participación política y a la libertad de expresión.

El origen del caso fue un turbulento debate celebrado el 27 de mayo de 2020 en el Pleno del Congreso con motivo de una interpelación de Cayetana Álvarez de Toledo al entonces vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, sobre los acuerdos del Ejecutivo con los nacionalistas.

[El ponente del TC rechaza el recurso de Cayetana Álvarez de Toledo contra Batet por Pablo Iglesias]

"Ha hecho usted referencia a mi título de marquesa, la clase social, la aristocracia, una y otra vez", manifestó Álvarez de Toledo en la dúplica. "Como usted sabe, los hijos no somos responsables de nuestros padres, ni siquiera los padres somos del todo responsables de lo que vayan a ser nuestros hijos. Por eso se lo voy a decir por primera y última vez: usted es el hijo de un terrorista. A esa aristocracia pertenece
usted, a la del crimen político".

"Señora marquesa", replicó Iglesias, "si piensa usted que llamando terrorista a mi padre me va a provocar y va a conseguir que pierda la compostura, se equivoca. Usted acaba de cometer un delito aquí, en esta tribuna, y solo alguien con títulos nobiliarios es capaz de creerse con la impunidad de poder llamar terrorista a alguien y que le salga gratis".

Iglesias añadió que "invitaré a mi señor padre a que ejerza las acciones oportunas", como así ocurrió. El padre del líder de Unidas Podemos perdió la demanda en el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Zamora, que declaró la prevalencia de la libertad de expresión de Álvarez de Toledo.

Batet no reaccionó a las palabras de la portavoz del PP en un primer momento. Fue tras la intervención de Iglesias cuando la presidenta del Congreso pidió a la diputada "si quiere retirar, por favor, del Diario de Sesiones la expresión 'su padre es un terrorista', refiriéndose al señor vicepresidente segundo del Gobierno".

"No. Su padre, como bien reconoce el señor Iglesias en este artículo", dijo Álvarez de Toledo mostrando un texto de Pablo Iglesias, "era militante del FRAP".

"Lo retiraremos del Diario de Sesiones", zanjó Batet en medio de las protestas procedentes de los escaños del PP y Vox.

[La Justicia avala a Álvarez de Toledo: llamar "hijo de terrorista" a Pablo Iglesias es libertad de expresión]

Cayetana Álvarez de Toledo, que fue destituida como portavoz del PP en el Congreso tres meses después, acudió en demanda de amparo al TC con un recurso que su partido no quiso apoyar y que sufragó la Plataforma Libres e Iguales.

El recurso consideraba que la "arbitraria" decisión de Batet vulneró el derecho fundamental de Álvarez de Toledo a la participación política (artículo 23 de la Constitución) en relación con artículo 20 (libertad de expresión).

Se trata "del derecho de un parlamentario a decir verdad, es decir, a reflejar un hecho sobre una cuestión de relevancia pública y, por tanto, de interés para los representados, titulares de la soberanía nacional", señalaba la demanda, que consideraba "censurable que los órganos parlamentarios se arroguen la facultad de reprimir el discurso político de la oposición".

Lo cierto es que la controvertida expresión sobre el padre de Pablo Iglesias sí figura en el Diario de Sesiones con la grafía habitual en estos casos (entre corchetes y en cursiva), lo que descarta la vulneración del derecho a la libre expresión de la parlamentaria en el ejercicio de su cargo.

Página del Diario de Sesiones donde consta la intervención de Álvarez de Toledo./ E.E.

El TC considera que la decisión de Batet "no fue manifiestamente arbitraria ni discriminatoria".

Afirma que la expresión “terrorista” tiene "una denotación peyorativa de la máxima intensidad" y la atribución de esa condición al padre del entonces vicepresidente de Gobierno "conllevaba objetivamente un inequívoco descrédito para quien, sin embargo, era del todo ajeno al debate"-

Por ello, la decisión de la presidenta de la Cámara "no podía considerarse manifiestamente arbitraria para un observador razonable". Ni tampoco discriminatoria, "pues no se han identificado por la recurrente supuestos de análogo tenor que hubieran pasado sin corrección presidencial".