La pugna entre José Luis Moreno y su exsocio Alejandro Roemmers no cesa. Ambos están enfrentados en la Audiencia Nacional, donde el productor de televisión sigue imputado en el denominado caso Titella. Pero, además, los otrora socios se han demandado mutuamente ante el Juzgado de Primera Instancia número 52 de Madrid.
En julio de 2022, Roemmers, una de las mayores fortunas de Argentina, demandó a Moreno, al que acusó de haberle estafado algo más de 35 millones de euros. En respuesta, el ventrílocuo presentó hace varias semanas una demanda reconvencional —con la que un demandado pasar a demandar a su demandante— en la que exige más de 390 millones de euros a su exsocio, al que acusa, además, de haberle calumniado e injuriado "gravemente". EL ESPAÑOL ha tenido acceso al documento, de cerca de 70 folios.
El origen del conflicto entre ambos es la producción y grabación de la serie Glow & Darkness, una suerte de Juego de Tronos ibérico basado en la vida de San Francisco de Asís y que contó con actores de la talla de Joan Collins, Jane Seymour y Eduardo Noriega.
Para crearla, en 2018, Moreno y Roemmers constituyeron, a medias, la sociedad DreamLight International Productions S. L. Posteriormente, Franciscus Productions S. L. U., propiedad del millonario argentino, pasó de tener un 50% del capital social a cerca del 65% del accionariado. Koping Gestion S. L., vinculada a Moreno, se quedó entonces con el 35% restante.
Las dos compañías firmaron un acuerdo de socios, por el cual Roemmers proporcionaba la mayor parte de los fondos y Moreno, entre otras cosas, aportaba sus estudios y se convertía en el director de la futura serie, que comenzaría a rodarse en diciembre de 2019.
[El juez abre una causa para investigar el trato de favor de un guardia civil a José Luis Moreno]
Pero ambas partes se acusaron mutuamente de haber incumplido el pacto y se enfrentaron por el accionariado de DreamLight. Y, según la versión del ventrílocuo, el argentino dejó de pagar las facturas que le correspondían. Roemmers, por su parte, acusa a Moreno de haberle estafado al desviar para sus gastos personales parte de los fondos que estaban destinados a la producción de Glow & Darkness.
Ahora, en la demanda reconvencional interpuesta por Moreno, el productor insiste en el "altísimo valor" de la serie, cuya grabación está "radicalmente avanzada", a la espera tan sólo de aplicar efectos especiales en postproducción.
Asegura que hay grabados 12.000 minutos, el equivalente a 35 capítulos, y sostiene que si aún no ha podido estrenarse fue por culpa de Roemmers, que dejó de sufragar las últimas facturas. Y subraya que un perito contratado por DreamLight cifró el valor de Glow & Darkness en casi 226 millones de euros.
"El valor de lo rodado es muy superior a lo invertido", defiende su abogado. Por ello, Moreno solicita a Roemmers 288,7 millones de euros (el valor que atribuye a la serie), otros 100 millones como "daños y perjuicios morales" y 2.132.001,65 euros que asegura que el argentino "dejó de abonar". En total, 390.852.812 euros.
La grabación
A lo largo de las casi 70 páginas de demanda reconvencional, el productor insiste en que, en todo momento, Roemmers estuvo al tanto del desarrollo de la grabación de Glow & Darkness. Y también Joseph Fay, el administrador mancomunado de DreamLight que designó el argentino.
"El gasto de la misma ha estado controlado por el señor Fay", insiste Moreno. "Nunca hubo enriquecimiento injusto y sí mucho trabajo y dedicación", sostiene su defensa, que recuerda que el ventrílocuo ha trabajado "a destajo desde los años 70 del siglo XX".
El creador de programas como Aquí no hay quien viva, Escenas de matrimonio o Noche de fiesta admite que la pandemia de la Covid-19 afectó al rodaje, pero asegura que ha "trabajado hasta la extenuación", niega que hubiese "mala fe" por su parte y subraya que la grabación "siempre estuvo activa" y que "nunca se puso un límite temporal" a la misma.
"El verdadero culpable de no poder terminar correctamente la serie es Roemmers, que, en septiembre de 2021, dejó de pagar lo necesitado para invertir en el rodaje, y, precisamente, la Audiencia Nacional, que con su intervención ha rematado que Moreno no pueda acabar la serie por el bloqueo de las cuentas que sufre", expone la defensa del ventrílocuo, que pide que la demanda del argentino sea desestimada y éste, condenado en costas.
"Los demandantes saben que no existe defraudación alguna en la emisión de las facturas, porque todos los gastos fueron autorizados por el señor Fay, como administrador mancomunado de DreamLight, y por el señor Roemmers, como socio capitalista", añade.
Por contra, Moreno sostiene que su exsocio se aprovechó de su detención —la Guardia Civil arrestó al ventrílocuo en 2021— y, "con pleno conocimiento del alto valor de la serie", se apropió "fraudulentamente" de la totalidad del capital social de DreamLight, la empresa responsable de Glow & Darkness.
Carga contra Roemmers
Además, Moreno aprovecha para arremeter contra Roemmers. Y, en la contestación a la demanda, recuerda que el abuelo de este último emigró de Alemania a Argentina tras la II Guerra Mundial. Y allí fundó los Laboratorios Roemmers, que han convertido en "milmillonario" al heredero.
También señala que Alejandro Roemmers "se vio involucrado en el escándalo" de los llamados Papeles de Panamá "junto a una lista de personajes con propiedades, cuentas y empresas en diferentes paraísos fiscales". Aquella masiva filtración periodística reveló que destacadas personalidades de la empresa, la política, las artes o el deporte poseían cuentas offshore y usaban ingeniería fiscal para evitar el pago de impuestos.
La defensa de Moreno también le reprocha a Roemmers que, cuando fue citado por la Audiencia Nacional, intentó suspender la declaración alegando que tenía, ese mismo día, la celebración de su cumpleaños, con cientos de invitados. "Tuvimos que ver con sonrojo (...) [cómo] solicitó la suspensión porque ese día prefería estar de fiesta con sus amigos", le afea.
Además, siempre según la versión de Moreno, el millonario ofreció al productor español tres millones de euros si este último lograba que le concediesen el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Y cinco millones, si hacía lo propio con el Nobel de Literatura.
"Ni que decir tiene que el señor Moreno nunca jamás aceptó pago alguno", recalca su defensa, tras reprochar que Roemmers —que también se dedica a escribir poesía— habría pagado elevadas cantidades de dinero para obtener "influencia" en círculos literarios.
'Operación Titella'
Pero el principal frente judicial que Moreno aún tiene abierto no es éste, sino la investigación del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional en la que se encuentra imputado.
Por este caso, denominado Titella —que significa marioneta en catalán, dado que Moreno es ventrílocuo—, el productor de televisión fue detenido por la Guardia Civil en 2021.
En este causa, Roemmers figura como perjudicado y considera que Moreno, a través de empresas sobre las que tenía control más o menos directo, facturó a DreamLight "servicios y trabajos que no respondían a la realidad".
La Guardia Civil también detuvo a otras personas en la Operación Titella. Los agentes, en sus informes, dividen la estructura criminal en dos organizaciones: una, coliderada, presuntamente, por Moreno, que se habría dedicado al fraude bancario y al blanqueo; y otra dedicada, supuestamente, al lavado de dinero procedente del narcotráfico.
En el último de los escritos presentados por la defensa de Moreno en la Audiencia Nacional, adelantado por EL ESPAÑOL, el productor de televisión rechaza todas y cada una de las acusaciones, además de cargar contra los informes de la Benemérita que le señalan. Y lamenta que el juez del caso Titella colabore en la "destrucción de la vida de un inocente". Tal y como avanzó este diario, la Justicia también le ha denegado un cara a cara con los agentes de la Guardia Civil que lideraron las pesquisas de Titella.