El sector conservador del CGPJ propone de nuevo renovar el TC con Tolosa y María Luisa Segoviano

Esta última, que acaba de jubilarse como presidenta de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, es una de las magistradas en su día barajadas por el sector minoritario para acceder al TC.

La propuesta de celebrar una nueva reunión extraordinaria ha sido planteada in voce por los consejeros conservadores durante el Pleno ordinario que el órgano de gobierno de los jueces celebra esta mañana y ha sido aceptada por la minoría.

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Será necesario un pacto entre ambos grupos -sobre esas nuevas candidaturas o sobre otros nombres- para que la renovación salga adelante, ya que la ley vigente exige una mayoría cualificada de tres quintos para elegir a los dos nuevos miembros del TC que corresponde designar al CGPJ.

El Gobierno pretende acelerar la renovación del Tribunal Constitucional mediante una rebaja de esa mayoría pero esa reforma acaba de ser paralizada por el propio TC. Aunque se ha anunciado una nueva iniciativa legislativa con este propósito, hasta el próximo enero no estaría aprobada.

Mientras tanto, la institución que gobierna el Poder Judicial tiene la opción de llegar a un acuerdo que respete la regla del consenso que ha presidido las renovaciones del TC desde hace 42 años.

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El CGPJ fracasó en su primer intento de hacer los nombramientos el pasado martes, cuando César Tolosa y el magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo Pablo Lucas se quedaron a solo un voto de salir elegidos. Ambos recibieron los 10 votos del sector mayoritario en una sesión en la que no participó el vocal Enrique Lucas, hermano del magistrado propuesto.

El sector minoritario, por su parte, insiste en el magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo José Manuel Bandrés, que el pasado martes obtuvo siete votos.

Bandrés o nada

Segoviano es una magistrada inequívocamente progresista y, además, ha sido la única mujer en la historia que ha accedido a la Presidencia de una Sala del Tribunal Supremo.

Su nombramiento tiene también la ventaja de que no afectaría al funcionamiento del alto tribunal puesto que, a diferencia de Bandrés o Tolosa, ya no está en activo.

"Los vocales de la minoría lo van a tener muy difícil para justificar por qué, frente a una candidata como María Luisa Segoviano, se empecinan en el candidato preferido por Moncloa y por Cándido Conde-Pumpido", afirman fuentes de la mayoría.