La magistrada del Tribunal Constitucional (TC) María Luisa Balaguer, observa "vías de agua" -las rebajas de condena a agresores sexuales- en la Ley de Libertad Sexual, popularizada como del 'solo sí es sí', que por otro lado considera propias de la "modernización del siglo XXI", como sucede también con nuevas normas en materia medioambiental. No obstante, preguntada por la legislación liderada por Irene Montero, señala que "a veces se consiguen resultados muy contrarios" a los pretendidos y defiende que "no se trata de un problema de jueces", como sí se cree desde el propio Ministerio de Igualdad o desde Unidas Podemos.
Balaguer, muy prudente, admite no conocer "mucho" la ley y no quiere "contaminarse" de la controversia "porque igual se recurre". "Se están recurriendo casi todas las leyes", ha dicho, entrevistada este jueves en la Cadena SER. Alineada con el informe sobre el 'sí es sí' del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) -que advierte de que no protege a las víctimas, invirtiendo la carga de la prueba, y que contiene "contradicciones"-, cree en ocasiones "muy difícil encajar en el derecho" realidades derivadas de este tiempo que pueden dar lugar a esos "resultados muy contrarios" a los buscados.
Sobre esto último, la magistrada ha puesto como ejemplo una ley promovida por el Gobierno en 1999, en ese momento presidido por José María Aznar, en respuesta a una directiva comunitaria en la que se apoyaba la maternidad. "El resultado fue contrario porque se dejaron de contratar mujeres". Más tarde, ha explicado, la norma se reforzó para que esos despidos no fueran procedentes.
La periodista Àngels Barceló le ha preguntado si "no cree que falta perspectiva de género entre los jueces". Balaguer ha respondido que "no haría una afirmación genérica" y ha explicado: "En el tema del feminismo, la interpretación de estas categorías en el derecho clásico es muy difícil. La solución tiene que venir con el tiempo y la formación. (...) El problema no es personas ni de jueces, sino de que cada ley nueva está ante un derecho nuevo que se tiene que compaginar con un derecho antiguo".
"Molesten a quien molesten"
La magistrada ha puesto de relieve los "avances" en su ámbito en materia de feminismo, poniendo como ejemplos sentencias en la dirección de que "el cuerpo de las mujeres no se puede alquilar" sobre la gestación subrogada o la prostitución. "Es un buen logro", ha valorado.
Balaguer ha separado además, al menos en su caso, la sensibilidad social o política de un magistrado de su integridad profesional. Ella se reconoce "muy de izquierdas y feminista", pero ha aclarado: "Estoy muy orgullosa de ser feminista, pero estoy muy lejos de estar tentada por la arbitrariedad. Tenemos que tener una autorestricción, y esa autorestricción el tribunal no debe perderla nunca porque si la pierde, entonces sí que es verdad que está en los avatares de la política y yo creo que es justo lo contrario".
"Nosotros tenemos que ser contenidos -ha continuado Balaguer-. Tenemos que ser las personas más técnicas y hacer las mejores sentencias posibles, molesten a quien molesten". En el caso del recurso de la ley del aborto, sobre la que el TC todavía no ha decidido, Balaguer aboga por "dejar enfriar" ciertos temas para "no entren en esa polaridad" y "establecer doctrina más allá del caso particular".
A la misma hora de esta entrevista, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, se pronunciaba para mostrar su "respeto absoluto por todos los jueces y juezas" -desmarcándose de sus socios de coalición- y subrayamdo la "importancia" de "no olvidar la separación de poderes".