El diputado de Más País Íñigo Errejón ha negado ante el juez haber propinado una patada a un jubilado de 67 años en mayo de 2021, en el barrio madrileño de Lavapiés. Este viernes, el político se ha sentado en el banquillo, acusado de un delito leve de maltrato.
Un vecino del distrito, Alberto D. C., le denunció por haberle dado un puntapié, pasadas las diez y media de la noche, tras el cierre de la última campaña electoral madrileña, la del 4-M. Ante el juez, el político ha asegurado que "nunca" ha hecho algo así en su vida.
A preguntas de la fiscal — quien ha pedido la absolución del político—, Errejón ha explicado que, al finalizar el último mitin de Más Madrid (marca local de Más País), "algunos [miembros del partido] fuimos a tomar una cerveza a Lavapiés hasta las diez y media, cuando dejaban de servir por las limitaciones de la Covid-19".
"A esa hora, me fui", ha añadido, frente al magistrado José María Escribano, titular del Juzgado de Instrucción número 46 de la capital. Un "grupo grande" de militantes y simpatizantes caminaban junto a él por una céntrica calle del barrio.
Errejón ha explicado que, antes de encontrarse con su denunciante, "un individuo de raza negra se aproximaba mucho a nosotros, nos cogía con muchas confianzas; (...) posiblemente era un carterista". "Todo el que haya pasado alguna vez por Lavapiés sabe que esto pasa", ha apuntado. Un policía, que ha declarado como testigo, ha reconocido a éste: "Es un habitual de la zona; su filiación la conocemos todos los agentes que trabajamos allí".
Según el relato del político, unos cinco o seis miembros del grupo —entre ellos, Errejón— se separaron del resto para irse. "Este individuo de raza negra se pone agarrarnos más y dos compañeros que están conmigo me apartan. Teníamos prisa, porque había toque de queda. Yo me aparto un poco, porque es una situación un poco incómoda", ha recordado.
Unos instantes después fue cuando "dos señores" se le acercan. Uno de ellos, el denunciante. "Me dice: '¡Hombreee, Errejón!". Mi percepción es que lo hace en tono burlón", ha contado el diputado. Después, le pidió reiteradamente hacerse una foto juntos.
"Yo le digo: 'Mira, son casi las once, ya no estoy trabajando, lo siento, me voy a mi casa'. Normalmente, me las hago. Me sigue insistiendo; fue un poco incómodo", ha indicado el político.
El varón no cesó: "Me dijo: 'Venga, si yo te pongo verde en redes sociales'. Y le dije: 'Razón de más para no hacérmela'. E insiste: 'Venga, rojillo, ¿cómo no te vas a sacar una foto conmigo?'. Lo de rojillo me hace estar incómodo. Me viene como a abrazar, como para sacarnos la foto. Le digo: 'Quita'. Al lado, había una situación muy tensa, esa persona de raza negra que se agarraba a gente. Me dijo: 'Eres más tonto de lo que yo pensaba'. Le digo: '¿¡Me quieres dejar ya en paz, payaso, que te lo he dicho veinte veces?!'. Lo que yo hago es apartarle el brazo. Me parece muy ofensivo que me ponga el brazo, abrazándome".
Fiscalía pide la absolución
El Código Penal castiga con penas de prisión de uno a dos meses el delito leve de maltrato. Antes de acceder a los Juzgados, Errejón ha insistido en que se le está acusando "de una mentira" y ha descartado dimitir si resulta condenado, ya que no concibe esa posibilidad.
La Fiscalía pide la absolución del político. "No hay ninguna prueba que acredite que el señor Errejón dio una patada al señor Alberto D. C.", ha indicado la representante del Ministerio Público. "No hay ninguna prueba que pueda derribar su presunción de inocencia", ha insistido.
Por contra, la supuesta víctima reclama una multa de 600 euros y otros 1.500, como indemnización. "¿Qué gana el denunciante al meterse en este follón?", se ha preguntado su abogado. "Si [Errejón] le llega a pedirle perdón, no estaríamos aquí", ha añadido el letrado. "A Errejón se lo tienen que llevar de allí [del lugar de los hechos] y se gira haciendo gestos, diciéndole ven [a la víctima]", ha subrayado.
El abogado también se ha quejado de "determinados digitales" hayan tachado a su cliente de "activista de ultraderecha, cuando es, solamente, un simple votante del Partido Popular", algo que el propio denunciante ha confirmado en su turno de palabra.
El relato de la víctima
Durante su interrogatorio, Alberto D. C., tras jurar decir la verdad, se ha ratificado en su denuncia. Asegura que aquel 2 de mayo de 2021 salió a la calle a "dar una vuelta" y sacar a su perro, "como todos los días".
Miguel Ángel, un amigo al que se encontró, le invitó "a unos botellines". Poco después, según ha contado en la vista, ambos, paseando, se encontraron con Errejón. "Yo me acerqué a él y le dije: '¿No te importa hacerte una foto conmigo?'".
"A estas horas no trabajo", ha asegurado que le dijo el político. "Pues en las redes te pongo a parir. Fue decirle eso y... ay, ay, ay", ha añadido la supuesta víctima. "Se lo dije entre risas, pensaba que iba a ser más simpático. Otro día me hice una foto con el señor [Juan Carlos] Monedero [fundador de Podemos]", ha indicado.
"El médico me dijo: 'Si llega a ser 30 centímetros más cerca, las tripas las tiene usted en el suelo'", ha descrito el jubilado, que tiene una hernia y está enfermo de cáncer.
Alberto D. C. ha indicado que nunca se dirigió a Errejón con hostilidad ni tener animadversión personal contra él, a pesar de sus comentarios despectivos en las redes sociales hacia él y hacia otros líderes de izquierdas, como Pablo Iglesias. "Tengo un bulto, una hernia de 8 centímetros y cáncer de colon. Cuando me da la patada (...) siento un dolor muy agudo. Me cagué en su padre. (...) A mí me dolió a partir del día siguiente", ha declarado. Tras ello, llamó a la Policía, aunque "un señor de color" se acercó a él para instarle a que no telefonease.
"Es un buscarruinas"
A lo largo de su interrogatorio, Íñigo Errejón ha narrado que, tras el incidente con la supuesta víctima, otro miembro del partido le insta a marcharse del lugar. "Me dijo: 'Éste es un buscarruinas'".
El abogado de la acusación le ha preguntado por la grabación de una cámara de seguridad, que le capta girándose y gesticulando hacia alguien, a distancia.
"Yo estoy enfadado por tenerme que ir yo porque alguien me esté insultando y sólo quiera provocar", ha relatado Errejón.
—¿Propinó usted una patada en la barriga al señor Alberto?— ha insistido el letrado de la acusación
—No, por supuesto que no—ha subrayado el político.
"Me molesta la situación, que me tenga que ir yo porque haya una persona que me esté insultando. Él [el denunciante] me seguía diciendo: 'Cabrón, hijoputa, te voy a joder la vida...'. Yo me giro y le digo, cuando ya me estoy yendo: 'Ven tú, ven tú'", ha explicado el diputado.
"Patada frontal", "de kárate"
Miguel Ángel, amigo de Alberto D. C., también ha declarado como testigo. Ha respondido que Errejón le propinó a éste una "patada frontal" y "violenta, de desprecio total". También se ha ratificado en su declaración anterior, en la que calificó al puntapié como "de kárate".
El testigo ha negado que su amigo pusiera la mano encima de Errejón para hacerse un selfie y considera que el trato hacia el político fue "correcto", con "formas elegantes". También ha confirmado la presencia del supuesto carterista en la escena. "Un señor de color empieza a tirarnos latas, se sube encima de un taxi y le dijo a Alberto que no denunciase", una vez se habría producido la patada.
Según su relato, la supuesta víctima, una vez sufre la agresión, "le dijo [a Errejón] algo así como: 'Qué me has hecho, cabrón'?". Hasta ese momento —ha contado—, Alberto nunca insultó al diputado.
Al término del juicio, la fiscal, a la hora de pedir la absolución de político, ha señalado ciertas contradicciones entre el denunciante y este testigo sobre la agresión. El primero, tras denunciar, se quejó de una patada "lateral" y el segundo, este viernes, de tipo "frontal, karateka".
Al juicio también han acudido a testificar dos diputados regionales de Más Madrid: Héctor Tejero y Alberto Oliver. Ambos acompañaban a Errejón aquella noche.
Tejero ha narrado que el denunciante se acercó a pedir una foto insistentemente y el político se negó. Pero ha negado que el diputado diese una patada al jubilado. Oliver ha indicado que aquella noche estuvo pendiente del "jaleo" creado por el supuesto carterista.
Otro testigo propuesto por la defensa del diputado ha relatado que no vio ninguna patada, ni oyó al denunciante quejarse de ninguna agresión. Lo que sí le escuchó decir fue: "Cabrón, te voy a joder la vida".
Juicio aplazado
El juicio, finalmente, se ha celebrado este viernes. Al tratarse de un posible delito leve, la indicada para juzgar al diputado era la magistrada Margarita Valcarce, la misma que realizó varias gestiones previas a la vista, originalmente prevista para el 25 de enero.
Pero en aquella fecha, la Fiscalía apuntó que "el principio de imparcialidad objetiva" se había visto "totalmente vulnerado". El Ministerio Público se quejó de que varias "relevantes" diligencias practicadas durante la instrucción —como los interrogatorios al denunciante y a un testigo o el reconocimiento médico del forense— podían poner en duda la validez de la magistrada para enjuiciar al diputado. A ojos del fiscal, aquellas gestiones excedían el "mero trámite de notificación".
Al tratarse de un posible delito leve, no interviene la condición de aforado de Errejón y, además, una excesiva investigación podría alterar la imparcialidad del juzgador, que no sólo es el encargado de acometerla, sino quien debe juzgar al político y redactar después la sentencia.
Por ello, la jueza Valcarce optó por elevar su abstención a la Audiencia Provincial de Madrid y suspendió el juicio. Finalmente, fue sustituida por el magistrado Escribano.