Apenas dos minutos han hecho falta para que la valenciana Cristina Amparo Bomboi se declarase culpable de financiación del terrorismo yihadista y acepte las penas que pedía para ella el Ministerio Fiscal: cinco años de prisión, multa de 18.640, inhabilitación absoluta para empleo y cargo público durante 11 años y libertad vigilada, cuando cumpla la condena, de 6 años.
El magistrado Félix Alfonso Guevara, presidente de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, ha preguntado a la acusada: "¿Se declara culpable de este delito [financiación del terrorismo] y se conforma a cumplir las penas señaladas?"
"Sí", ha contestado Bomboi. Guevara ha consultado después a la Fiscalía si consideraba necesaria la celebración del juicio. El fiscal lo ha descartado.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, esta valenciana realizó hasta diez transferencias bancarias para sufragar la yihad islámica en Siria. Lo hizo a través de un sistema de pagos internacionales y después de "abrazar la fe musulmana" tras un proceso de radicalización que comenzó en 2016.
En total, 2.860 euros que hizo llegar primero a Turquía y después a Siria a través de un intermediario: Faysal El Talal. Tal y como remarca Fiscalía, realizó esos pagos dirigidos a miembros del Estado Islámico (Daesh) "siendo plenamente consciente de la condición de tales y de sus objetivos".
Ese proceso de radicalización religiosa le llevó también a "posicionarse en las redes sociales con algunos mensajes de elogio o justificación de las acciones cometidas por miembros de organizaciones del terrorismo yihadista".
Una vez fue detenida —permanece en prisión desde el 13 de noviembre de 2020, cuando fue detenida en Cullera (Valencia)—, los investigadores de la Policía Nacional encontraron en su teléfono móvil fotografías de mujeres ataviadas con niqab empuñando fusiles e imágenes propagandísticas del Estado Islámico.
También hallaron el registro de una videollamada entre Bomboi y uno de los combatientes yihadistas, quien le habría ofrecido viajar hasta Siria. Finalmente, la mujer no se desplazó hasta el país, ya que no podía hacer frente a los gastos del viaje.