El juez Manuel García Castellón ha impuesto medidas cautelares al exnúmero dos de la Policía, Eugenio Pino, un día después de declarar en la Audiencia Nacional sobre la denominada operación Kitchen, en la que miembros de la Policía y colaboradores pagados con fondos del Estado trataron de recuperar documentos en manos del extesorero del PP, Luis Bárcenas, al margen presuntamente de la investigación judicial en curso sobre los 'papeles de Bárcenas'.
Pino está siendo investigado por los presuntos delitos de malversación, prevaricación, cohecho, allanamiento de morada y robo. Este martes declaró ante el juez durante cerca de cuatro horas sobre la citada operación Kitchen y la Fiscalía solicitó al juez distintas medidas cautelares, entre ellas declaraciones quincenales en un juzgado, retirada del pasaporte y prohibición de salir del país. Finalmente, García Castellón ha decidido imponerle las dos últimas.
El exnúmero dos de la Policía defendió que la operación no tuvo como fin recuperar documentos de Bárcenas que comprometían al Partido Popular y ocultarlos a la Policía, y evitó apuntar a sus superiores, según adelantó Eldiario.es.
En esta línea se manifestó también Enrique García Castaño, exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía que también declaró la pasada semana ante el juez García Castellón por su participación en esta operación. Afirmó que fue Eugenio Pino quien le había encargado la operación y que, en realidad, tenía como fin hacerse con la información sobre el dinero en el extranjero y los testaferros de Luis Bárcenas.
Además de Pino y García Castaño, otros tres policías están siendo investigados en esta pieza del caso Tándem por su implicación en la operación reconocida por el Ministerio de Interior: el comisario José Manuel Villarejo, el ex responsable de Seguridad de María Dolores de Cospedal, Andrés Gómez Gordo, y el policía nacional que previamente fue chófer de la familia Bárcenas, Sergio Ríos Esgueva.