Enrique García Castaño, exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía, ha declarado este viernes ante el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, sobre la operación Kitchen.
Ha reconocido que el número dos de la Policía, Eugenio Pino, le hizo el encargo de hacer un seguimiento a los Bárcenas (Luis Bárcenas y su esposa, Rosalía Iglesias) para "encontrar el dinero de Bárcenas en el extranjero y los testaferros de éste".
Defiende que se trató de una investigación oficial de la Policía Judicial "de refuerzo". Según su versión, en dicha operación también se le encargó espiar a un compañero de prisión de celda de Bárcenas que le estafó prometiéndole que se haría con la información sobre el caso Gürtel que le afectaba y estaba "en la nube".
Villarejo puso nombre a la operación
García Castaño ha defendido que la operación Kitchen no existió como tal, como "operación política", sino que fue un refuerzo de la Policía para hacerse con estos datos alrededor del extesorero del Partido Popular. Según el policía jubilado, el nombre se lo puso más tarde el excomisario José Manuel Villarejo porque al chófer de la familia Bárcenas le llamaban "cocinero".
El exchófer de la familia Bárcenas y ahora policía nacional, Sergio Ríos Esgueva, es otro de los imputados en esta pieza del caso Tándem. Según la investigación, habría cobrado hasta 40.000 euros de fondos reservados como "colaborador" de Interior para recuperar material en manos de los Bárcenas. Sin embargo, dichos documentos nunca llegaron a manos del juez que comenzó a investigar el caso Gürtel. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, después de tomarle declaración esta semana, le impuso la medida cautelar de salir del país.
La operación Kitchen, según ha reconocido el propio ministerio de Interior, se llevó a cabo entre los años 2013 y 2015 bajo el ministerio de Jorge Fernández Díaz. Se pagó con fondos reservados a "colaboradores" para que recuperaran documentación en manos de los Bárcenas que podían comprometer al Partido Popular y a altos cargos de éste por contener información sobre la presunta financiación irregular del partido.
García Castaño, igual que Eugenio Pino, niega este extremo. Esta mañana ha afirmado que "cómo va a querer Cospedal que se recuperaran documentos que le comprometían si ella solo quería pillar a Bárcenas y deshacerse de él".
El episodio del 'falso cura'
Sin embargo, y puesto que el resultado de toda la operación nunca ayudó a avanzar en la investigación judicial, tanto García Castaño ('El Gordo') como Eugenio Pino están siendo investigados por presuntos delitos de malversación, prevaricación, cohecho, robo de documentos y allanamiento de morada.
El último delito imputado a ambos vendría por su presunta participación en la entrada a casa de los Bárcenas por parte de un hombre disfrazado de cura, Santiago Olivares, que maniató a Rosalía Iglesias y a su hijo.
Pasados los años y descubierta la operación secreta de Interior para recuperar la mencionada documentación, aquél asalto adquiere nuevo significado. Los investigadores sospechan que no fue un espontáneo contra Bárcenas, sino que formaba parte de la operación. Incluso, que pudo contar con la ayuda del chófer de los Bárcenas, Ríos Esgueva, para entrar en la casa.