Puigdemont y Junqueras pactan abrir una "nueva etapa" con el fin de "recuperar la fuerza del movimiento independentista"
Puigdemont y Junqueras, cuya relación personal es tirante, ya se vieron en julio, aunque esta vez lo hacen tras recuperar sus cargos al frente de Junts y ERC.
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La visita de Oriol Junqueras a Carles Puigdemont este jueves en la autodenominada 'Casa de la República' en Waterloo (Bélgica) ha vuelto a dejar al descubierto la extrema frialdad que preside las relaciones entre los dos líderes independentistas. Entre constantes tensiones, compartieron Gobierno -como vicepresidente el primero y presidente el segundo- de enero de 2016 a octubre de 2017, durante los preparativos del referéndum ilegal del 1-O.
Tras la fallida declaración de independencia de Cataluña, emprendieron caminos radicalmente distintos, lo que agravó su condición de enemigos íntimos. Puigdemont se fugó a Bruselas para evitar la acción de la justicia sin informar personalmente a su vicepresidente. El líder de Esquerra Republicana se quedó y fue condenado por el Supremo a 13 años de cárcel por sedición y malversación, de los que cumplió 3 años y casi 8 meses hasta beneficiarse de los indultos del Gobierno de Pedro Sánchez.
Aunque ambos apoyaron la segunda investidura de Pedro Sánchez, a ninguno de los dos se les ha aplicado de momento la Ley de Amnistía. Puigdemont y Junqueras rivalizan ahora en mostrar cuál de los dos arranca más concesiones al presidente del Gobierno a cambio de su respaldo. Una competencia cuyo último episodio ha sido la exigencia de Junts a Sánchez de someterse a una cuestión de confianza.
El de este jueves es apenas el cuarto encuentro presencial en Bélgica entre Puigdemont y Junqueras desde los hechos de octubre de 2017. El primero se celebró el 7 de julio de 2027, cuando el líder de ERC salió de la cárcel. También se vieron en 2022 en Bruselas en un acto del independentismo contra Pegasus. La última reunión se celebró sin cámaras (y sin avisar a la prensa) en julio del año pasado, en plenas negociaciones para la investidura de Salvador Illa.
En unas breves declaraciones a su llegada a la 'Casa de la República', Junqueras se ha esforzado por restar importancia a este nuevo encuentro con Puigdemont. Ni siquiera ha mencionado al expresidente catalán por su nombre, sino que ha hablado todo el rato de Junts. Se trata de una reunión similar a las que mantiene todo el tiempo con otros muchos líderes políticos, ha subrayado.
"Nuestra voluntad es siempre tener una relación fluida con todo el mundo. Y una relación educada con todo el mundo. Y una relación que sea lo más productiva posible en beneficio de Cataluña y del conjunto de la sociedad. Hablaremos con Junts como hablamos con otra gente y hablaremos con la voluntad de construir los mejores acuerdos posibles para nuestro país", ha alegado el líder de ERC. En el encuentro han participado también el secretario general de Junts, Jordi Turull, y su homóloga de Esquerra, Elisenda Alamany.
Al término de la reunión, que ha durado algo más de dos horas, ni siquiera ha habido una comparencia de Puigdemont y Junqueras. Ambos han salido juntos en el mismo coche, que llevaba una matrícula personalizada: '1-0-2017', en referencia a la fecha del referéndum ilegal de independencia.
Eso sí, los líderes de Junts y ERC han publicado un breve comunicado conjunto repleto de generalidades. "Este encuentro se enmarca en la necesaria e imprescindible relación entre dos partidos independentistas que, pese a sus diferencias, tienen muchos objetivos compartidos", señala el texto.
"En este sentido, los dirigentes de las dos formaciones han acordado impulsar espacios de trabajo coordinado para debatir las cuestiones que afectan al futuro nacional y el progreso social de Cataluña en todos los ámbitos, y iniciar una nueva etapa de relación que contribuya a recuperar la fuerza y la iniciativa del movimiento independentista", concluye el breve comunicado.
En los últimos años de trayectorias divergentes, los dos líderes independentistas han cruzado reproches a distancia, a través de declaraciones públicas, entrevistas o incluso libros de memorias. "Yo me quedé en Cataluña por sentido de responsabilidad hacia mis conciudadanos. Sócrates, Séneca o Cicerón tuvieron la oportunidad de huir y no lo hiceron", dijo Junqueras en una entrevista a Le Figaro en enero de 2019. Un ataque frontal contra Puigdemont, eso sí, sin nombrarle.
Por su parte, el expresidente catalán, en su libro de memorias Me Explico (publicado en julio de 2020), acusa repetidamente a Junqueras de "deslealtad" y admite que su relación con él era "complicada, sin química" ya en la época en la que gobernaron juntos y prepararon el referéndum ilegal del 1-O. Puigdemont sostiene que fue el líder de ERC el que le empujó a declarar la independencia en lugar de convocar elecciones y cita el famoso tuit de Gabriel Rufián: "155 monedas de plata".