Al menos 176 inmigrantes subsaharianos llegaron anoche en cayuco a El Hierro, entre ellos 39 menores, los primeros que recibe Canarias desde que el lunes su presidente, Fernando Clavijo, advirtiera de que a partir de ahora considerará que son responsabilidad del Estado.



Según ha precisado el 112, además de los menores, a bordo de a embarcación viajaban 128 hombres adultos y ocho mujeres. Una de ellas fue derivada a un centro sanitario por heridas de carácter leve, han detallado las mismas fuentes.



El cayuco, que fue localizado en las proximidades de La Restinga, fue acompañado hasta tierra por la Salvamar Adhara.

Se trata de la primera embarcación con menores que llega al archipiélago desde que el lunes el Consejo de Gobierno de Canarias diera instrucciones a las ONG que gestionan sus centros de acogida para que no admitan en ellos a ninguno más sin su permiso.

Clavijo 'recula'

Hace sólo unas horas, este miércoles por la noche, Clavijo reculaba en sus declaraciones y explicaba en una entrevista en la SER que Canarias no va dejar "tirados" a los menores migrantes que lleguen a sus costas.

Afirmó que sus polémicas primeras palabras sobre estos menores no significaban que su Gobierno no los vaya a atender, pero considera que están bajo custodia policial desde que llegan y, por tanto, son responsabilidad de Estado. "Pedimos que les ubiquen en todo el recurso del territorio nacional, donde tienen más capacidad cuando el menor llega", ha dicho. 

"No vamos a dejar a los menores tirados. Vamos a discutir con el Estado quién va a asumir la responsabilidad de la integración del menor. Con 5.500 menores en las islas no hay capacidad física para abrir recursos a corto plazo. No vamos a tener la capacidad. El Estado puede traerlos a Canarias y luego derivarlos a otro sitio donde los derechos se vean más cumplidos", ha proseguido. 

El Gobierno canario se queja no sólo de que sus recursos están saturados por cerca de 5.300 niños y adolescentes, sino también de que de las fuerzas de seguridad entregan a estos menores a los centros sin estar debidamente filiados y sin valorar si son candidatos a asilo, circunstancia común con los malienses.



"No puede ser que el Estado nos deje a los niños con un albarán de entrega", ha llegado a decir la consejera de Bienestar Social, Candelaria Delgado, responsable de infancia.