El senador de Junts, Josep Lluís Cleries, ha confirmado que el verificador internacional pactado entre PSOE y Junts participó en las conversaciones que acabaron con el acuerdo de investidura entre las dos formaciones.
"El verificador internacional ya ha participado", ha señalado Cleries, que ha aclarado que no se hablará sobre esta cuestión "hasta el momento oportuno en el que se conozca" quién o quiénes forman parte de este mecanismo de verificaicón y dónde tienen lugar las reuniones.
El senador de Junts ha revelado en TVE también que existe "un acuerdo" con la parte verificadora para dar a conocer su identidad y su función "en su momento" para que "no haya presiones".
[Siga en directo la última hora del Gobierno de Pedro Sánchez]
Un verificador y dos ayudantes
El acuerdo firmado entre Junts y el PSOE incluye que las negociaciones entre ambas partes contarán con un verificador independiente internacional relevante acompañado de dos ayudantes. Según informó el expresident Carles Puigdemont hace unos días, los integrantes de este mecanismo ya están designados y explicó que las negociaciones no se llevarán a cabo en España.
Este verificador no es "ni catalán ni español", como confirmó Puigdemont el pasado 9 de noviembre, día en el que se dio a conocer públicamente el acuerdo entre PSOE y Junts. "El verificador tiene que ser internacional", añadió.
Días después, el secretario general de Junts, Jordi Turull, dejaba entrever que este verificador ya había participado en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez y señalaba que la composición de este mecanismo "es algo secreto", aunque sí reveló que "son personas internacionales y europeas".
[Sánchez acepta pasar un examen todos los meses fuera de España ante el verificador y Puigdemont]
"No diremos nada más para que esto funcione", añadió. Turull también señaló que este mes de noviembre debe celebrarse la primera reunión. Por el momento, se desconoce lugar y fecha.
Este mecanismo es visto por Junts como una tercera parte que esté siempre presente en las conversaciones, acompañe el proceso negociador y que
compruebe siempre el cumplimiento de los compromisos de las otras dos partes.
El Gobierno siempre ha sido reticente a que sea una personalidad internacional, aunque lo aceptó en 2019 en el pacto de investidura, lo que provocó un notable revuelo político.