La comunidad judía en España está estos días en alerta ante el temor de que puedan producirse nuevos ataques contra sus ciudadanos. En especial, tienen miedo de que estos ataques se puedan recrudecer si Israel lleva a cabo su promesa de invadir Gaza, algo que dispararía la tensión en grupos propalestinos.
Así lo reconocen en conversación con EL ESPAÑOL fuentes diplomáticas israelíes, que denuncian la existencia de un al caldo de cultivo antijudío en España y en otros países de la Unión Europea. "Están pasando cosas que nunca habían pasado en España", señalan.
Entre los ejemplos de este antisemitismo destacan los disturbios que tuvieron lugar el pasado miércoles en Melilla. Un grupo de manifestantes se dirigió a la sinagoga Or Zaruah, la principal de la ciudad autónoma, y el cariz violento de la protesta obligó a la Policía a intervenir.
Este sábado se vivió otro episodio. Un centenar de manifestantes ocupó durante una hora la entrada de un hotel perteneciente a Haim Tsuff. Los organizadores de la marcha, entre los que se encuentra la CUP, aseguraron que el magnate es el número 42 de los más ricos de Israel y que está implicado "en el complejo industrial-militar" israelí.
A estos casos hay que añadir otros menores, como pintadas en la Embajada de Israel, en casas de particulares e incluso denuncian que una familia en Madrid, conocida su condición de judíos en su barrio, han recibido pedradas. Todo ello está siendo recogido por el Observatorio de Antisemitismo, que está elaborando un informe con esta información.
El presidente de la Federación de Comunidades Judías de España, Isaac Benzaquén, se reunió este lunes en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños.
Benzaquén les trasladó a ambos que nos encontramos "con la mayor escala de antisemitismo en España en los últimos tiempos" y pidió que "aumente la cooperación, el compromiso y la responsabilidad" con las comunidades judías. Según fuentes de la Federación, Sánchez se comprometió a atender las necesidades expuestas por el presidente de la comunidad judía en la reunión.
También miran con especial preocupación las detenciones que se están llevando a cabo. Las autoridades han detenido ya a seis personas en operaciones antiterroristas y los judíos temen que ellos puedan ser el objetivo de los lobos solitarios.
[Benzaquén, presidente de las comunidades judías: "Tener dos voces daña la imagen del Gobierno"]
"La vida judía en España ha cambiado a raíz del clima en contra de Israel y antijudío que han generado algunos sectores políticos, mediáticos y sociales. Como consecuencia, algunas sinagogas y centros comunitarios han cerrado, los colegios están especialmente protegidos y mucha gente prefiere no mostrarse con simbología judía ante el temor de ser atacada", asegura la Federación en un comunicado.
Señalan al Gobierno
Las fuentes diplomáticas también acusan a una parte del Gobierno de España de estar "alimentando" este clima de inseguridad. Se refieren particularmente a la parte del Ejecutivo formada por Unidas Podemos, haciendo declaraciones "abiertamente antisemitas", pero en parte a la socialista, "por no desautorizarlas".
En una línea similar se ha pronunciado la Federación. "Las manifestaciones contra Israel, la quema de banderas israelíes, las proclamas llamando a Israel asesino, genocida y autor de una limpieza étnica planificada como ha reiterado en varias ocasiones la ministra Ione Belarra, han encendido los ánimos contra la comunidad judía española", añaden en el comunicado.
[El "alineamiento" de los ministros de Podemos con Hamás abre una crisis entre España e Israel]
Belarra, secretaria general de Podemos, protagonizó la semana pasada un conflicto diplomático a pequeña escala. La Embajada de Israel en Madrid censuró sus declaraciones y pidió a Sánchez que llamara la atención a su ministra. El Ministerio de Asuntos Exteriores, sin embargo, respondió diciendo que eran declaraciones proferidas como representante de un partido político y no como miembro del Gobierno, dando el asunto por zanjado.
Sin embargo, Belarra ha continuado desde entonces haciendo declaraciones en ese tono y la comunidad judía insiste en responder que ese tipo de actitudes puede resultar perjudicial para la seguridad de sus ciudadanos.