Numerosos dirigentes de la coalición Sumar (entre ellos, la ministra Ione Belarra) han participado este domingo en Madrid en una manifestación convocada por dos asociaciones, Samidoun y el Movimiento Revolucionario Alternativo Palestino, que apoyan abiertamente el terrorismo de Hamás y piden extenderlo a Europa.
El Gobierno alemán ha anunciado esta misma semana su intención de ilegalizar las actividades de la primera de estas entidades, Samidoun, por celebrar en las calles de aquel país los "brutales actos de terrorismo" de Hamás.
La marcha ha contado con la participación de Ione Belarra (ministra de Derechos Sociales), Íñigo Errejón (líder de Más País), Mónica García (portavoz de Más Madrid), Tesh Sidi (diputada de Sumar), Elizabeth Duval (portavoz de Sumar), Enrique Santiago (secretario general del PCE), Isa Serra (portavoz de Podemos), Julio Rodríguez y Pablo Fernández (Podemos), entre otros representantes de la coalición.
Los manifestantes han portado lemas como "Israel genocida, aprendió de nazis", "EEUU ampara y Israel arrasa y mata" y "Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá". También se han escuchado gritos de "¡Vosotros sionistas, sois los terroristas!" y "¡Va a caer, va a caer el estado de Israel!"
Dos de las cuatro asociaciones que convocan la manifestación han aplaudido y mostrado abiertamente su apoyo a los terroristas de Hamás: la red de solidaridad con los presos palestinos Samidoun (cuyas actividades acaban de ser prohibidas en Alemania por este motivo) y Masar Badil (Movimiento Revolucionario Alternativo Palestino).
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Tan sólo tres días después de la brutal matanza perpetrada por Hamás en el sur de Israel, esta última asociación difundió un manifiesto en el que amenaza a Occidente y llama a "los jóvenes palestinos, árabes y musulmanes" de todo el mundo a que "participen activamente en la Batalla de la Tormenta de Al-Aqsa defendiendo a nuestro pueblo".
Los terroristas de Hamás denominaron "Tormenta de Al-Aqsa" a su operación contra Israel del pasado día 7 (que incluyó el asesinato de más de un millar de israelíes, el secuestro de familias para utilizarlas como rehenes y el lanzamiento de 5.000 cohetes desde Gaza) en alusión a la mezquita de al Aqsa de Jerusalén, que ha sido constante motivo de disputa entre israelíes y palestinos.
La asociación convocante de la marcha a la que han acudido varios dirigentes de Sumar, Masar Badil, también lanzó en su manifiesto una amenaza abierta a EEUU y a las principales naciones europeas por apoyar a Israel.
La declaración publicada por esta entidad el pasado día 10 arranca con las siguientes palabras: "Masar Badil, el Movimiento Revolucionario Alternativo Palestino, afirma que el Occidente imperialista racista pagará el precio de los crímenes de la entidad sionista [Israel] desde 1917 a lo que está sucediendo en Gaza".
Y detallaba que los aliados occidentales de Israel, entre los que se encuentra España, "pagarán ese precio en todas las ciudades y capitales y en sus intereses económicos y de seguridad. Gaza no se quedará sola, y los crímenes del imperialismo occidental no prescribirán".
Además de esta amenaza directa a la "seguridad" de Europa, entre otras acciones Masar Badil llamaba a los musulmanes de todo el mundo a llevar a cabo "la ocupación y el asedio de las embajadas del régimen sionista [es decir, de Israel] y limpiar las embajadas palestinas de los agentes de la marioneta Autoridad Palestina".
En cuanto a otra de las asociaciones convocantes de la manifestación celebrada este domingo en Madrid, la red de solidaridad con los presos palestinos Samidoun, el Gobierno alemán ha anunciado esta misma semana su decisión de ilegalizar sus actividades, por apoyar el terrorismo de Hamás.
"Una organización como Samidoun cuyos miembros celebran en la calle brutales actos de terrorismo será prohibida en Alemania", anunció el jueves el canciller Olaf Scholz.
El canciller alemán, que ha apoyado sin fisuras a Israel junto a EEUU, Francia, Alemania e Italia, ha advertido al respecto: "Quienes celebran el terror de Hamás y utilizan sus símbolos cometen un delito. Quien justifica asesinatos o llama a cometerlos comete un delito. Quien quema banderas israelíes comete un delito. Quien apoya a Hamás comete un delito", advirtió.
Samidoun difundió el pasado 7 de octubre un comunicado (aún accesible en su web) en el que describía la matanza perpetrada por los terroristas de Hamás en Israel con tintes heroicos: "La heroica resistencia palestina ha abierto un capítulo de batallas de dignidad y orgullo en la madrugada del 7 de octubre de 2023, y ahora está respondiendo a décadas de continua y repetida agresión sionista, estadounidense y europea contra las masas de nuestra nación árabe e islámica".
La Unión Europea incluyó a Hamás en el listado de organizaciones terroristas en 2003.
Durante su participación en la marcha convocada por estas dos entidades en Madrid, el líder de Más País, Íñigo Errejón, ha exigido a Israel que frene "la limpieza étnica que está llevado a cabo en Gaza" y "los bombardeos contra civiles", para hacer posible una solución dialogada que incluya "el fin del apartheid, el fin de la ocupación y el reconocimiento del Estado palestino".
Por su parte, la portavoz de Podemos, Isa Serra, ha insistido en acusar a Israel de "crímenes de guerra" porque la población palestina "está siendo bombardeada, expulsada de sus casas y sin tener a dónde ir". "Viven en una cárcel a cielo abierto", ha añadido.
Marcha pacífica
Los líderes políticos, sin embargo, se mantuvieron en un segundo plano durante la manifestación. Los dirigentes de Sumar y Podemos quedaron en sendos emplazamientos cercanos a la marcha y se integraron a la cola de ésta cuando enfilaba ya su camino hacia la madrileña Puerta del Sol.
La concentración había sido convocada a las 6 de la tarde en las inmediaciones del Museo Reina Sofía, lugar fetiche para Podemos por haber convocado allí la noche electoral de las elecciones de 2015 en las que aspiraban a superar al PSOE, y recorrido habitual para las manifestaciones de este tipo.
Antes incluso de la hora prevista, los manifestantes comenzaron a subir por la calle Atocha. Miles de personas se sumaron poco a poco a la convocatoria, que tenía como objetivo apoyar al pueblo palestino frente a los ataques del ejército israelí. Entre los asistentes había muchos jóvenes árabes, vestidos con el tradicional pañuelo palestino o la cara pintada con la bandera de este país sin Estado. “Viva la lucha del pueblo palestino” o “no es una guerra, es un genocidio”, fueron algunos de los cánticos más coreados.
Tras las declaraciones de los políticos, algunos como Ione Belarrase se marcharon antes de que finalizara la marcha. Otros como Isa Serra, el ex Jemad Julio Rodríguez o el portavoz de Podemos Pablo Fernández continuaron integrados entre los manifestantes. “Me parece lamentable que en otros países europeos hayan prohibido este tipo de manifestaciones, lo único que se consigue de esta forma es aumentar la impunidad de Israel”, comentó este último a EL ESPAÑOL.
Cuestionado por el supuesto apoyo de las organizaciones convocantes a las acciones terroristas de Hamás, Pablo Fernández defendió que “hay que poner en contexto esta violencia”. “Estamos hablando de 75 años de violencia por parte de Israel hacia los palestinos y la violencia genera más violencia”, añadió.
La manifestación se desarrolló en todo momento de forma completamente pacífica, incluso llevaron a varios niños pequeños y a algún bebé. No hubo banderas quemadas ni gritos antisemitas. Tan sólo algún cartel en el que se leía “Israel genocida, aprendió de los nazis”, a las que se sumaban otros condenando lo que los manifestantes consideraban “terrorismo de Estado” o la “complicidad de Estados Unidos y la UE”.
En la cabecera, otra pancarta clamaba: “Viva la resistencia palestina”. Allí se encontraba Jaldía Abubakra, una activista palestina, portavoz de la organización Samidoun, a la que el Gobierno alemán pretende prohibir. “Nosotros no defendemos la violencia, defendemos únicamente el derecho a defendernos, como Ucrania cuando sufre la invasión de Rusia o como todos los pueblos”, aseguró Abubakra a este medio. Consideró las acciones de Alemania como “un ataque a la libertad de expresión” y reiteró que su llamamiento estaba dirigido a “manifestarse pacíficamente”.
Protagonismo ciudadano
Ella fue la encargada de pronunciar un escueto mensaje encaramada a un pedestal desde la Puerta del Sol, donde finalizó la manifestación. Pero si los políticos no protagonizaron la manifestación, las organizaciones convocantes, que no dejan de ser pequeños colectivos, tampoco. Quienes representaron mayoritariamente el espíritu de la marcha fueron miles de ciudadanos que salieron a la calle para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino.
Un grupo de jóvenes árabes portaban coronas de flores, otros una pancarta con un recuerdo a un familiar fallecido. Khadija, una joven española de ascendencia marroquí, se quejaba de que “el pueblo árabe sigue mostrando su apoyo a los palestinos, pero los gobiernos de nuestros países se están olvidando de ellos”, en referencia a la tradicional unidad de los países árabes con Palestina, que en los últimos tiempos se está resquebrajando.
En la calle Carretas, agolpado entre cientos de personas que pretendían llegar a la Puerta del Sol, se encontraba Alejandro, un portero de Madrid, que poco tiene que ver con el pueblo árabe. Como él, otros muchos manifestantes. “Estamos asistiendo a un genocidio y si no lo paran ellos, el resto de pueblos debemos hacer algo para frenarlo. En medio de tanto sufrimiento y tanta confusión, puede haber algún pequeño grupo que pueda llegar a justificar lo injustificable [los atentados de Hamás], pero desde luego ese no es el sentir de la mayoría de los que estamos aquí”, aseguraba.