Lo más llamativo del acto han sido los silencios. El presidente en funciones Pedro Sánchez no ha mencionado su reciente reunión con Bildu, ni la amnistía para los independentistas, ni el referéndum de secesión que Junts y ERC exigen para apoyar su investidura.
Durante un acto del PSOE celebrado este sábado en Mérida (Badajoz), Pedro Sánchez ha admitido la "complejidad" de las negociaciones que mantiene con sus socios parlamentarios. Pero ha mostrado su confianza en que no habrá elecciones hasta dentro de cuatro años, porque España tendrá pronto un nuevo "Gobierno progresista".
Sánchez ha insistido en que el PP de Alberto Núñez Feijóo "perdió" las elecciones del 23-J (pese a que fue el partido más votado y obtuvo 14 escaños más que el PSOE), ya que no puede sumar mayoría para gobernar.
"Perdieron y lo saben", ha dicho el líder socialista, "pero peor que perder es estar perdido. Están perdidos porque no asumen el resultado", ha dicho sobre la formación que lidera Feijóo.
Según su análisis, en los comicios del 23-J los españoles dijeron que sólo puede gobernar un partido como el PSOE, que "comprenda y reconozca la pluralidad política, y que asuma como un activo y no demérito la diversidad territorial" de España.
Sánchez ha ironizado también sobre el discurso de los populares: "Siempre dicen que España se hunde, que se rompe... pero aquí lo único que se ha roto es la derecha en dos, el PP y Vox".
Ambos partidos han entrado ahora, según el líder socialista, en "una competición de a ver quién grita más fuerte, la dice más gorda, quien pinta un futuro más negro para este país".
A su juicio, Feijóo debe aprovechar los cuatro años que le esperan en la oposición para reflexionar sobre su elefante en la habitación: "Desde su aparición, Vox ha parasitado a la derecha española".
El partido de Santiago Abascal, ha señalado Sánchez, amenaza todos los "avances sociales" alcanzados durante los últimos años y pone en peligro la igualdad entre hombres y mujeres, al romper consensos básicos como el de la lucha contra la violencia de género.
Pedro Sánchez se ha quejado de que, antes de su investidura, el PP haya convocado dos manifestaciones contra él (en realidad la de Barcelona la convocó Sociedad Civil Catalana) y haya "calentado la calle" para que el público le abucheara en el desfile militar del 12 de octubre.
"Frente a sus insultos", ha anunciado, "nosotros vamos a hablar del salario de los trabajadores. Frente a su descalificación, vamos a apostar siempre por el progreso, la convivencia y la Constitución".
El atentado de Hamás
El líder del PSOE también se ha referido al brutal atentado perpetrado hace ahora una semana por la organización terrorista Hamás en el sur de Israel.
"España es amante de la paz", ha dicho Sánchez, "por eso condenamos con rotundidad y sin ambages el atentado terrorista de Hamás en Israel, la muerte de israelíes y exigimos la urgente liberación de los rehenes".
"Por supuesto que Israel tiene derecho a defenderse", ha dicho el presidente en funciones, "dentro de Derecho Internacional, que no avala la evacuación de palestinos de Gaza".
Y ha fijado la posición que va a defender el Gobierno ante sus socios europeos: "Este conflicto que tanto sufrimiento y zozobra está generando en la región y en el mundo solo va a ser resuelto cuando, como dice la ONU, se reconozcan los dos Estados, Israel y Palestina, para que puedan convivir con seguridad".
Los "separadores" del PP
El candidato socialista a la investidura de Pedro Sánchez ha participado este sábado en un acto del PSOE en el recinto ferial de Mérida (Badajoz), junto al expresidente de Extremadura Guillermo Fernández Vara; la vicesecretaria general del PSOE en la región, Carmen Yáñez, y el alcalde de la ciudad, Antonio Rodríguez Osuna.
Pese a ser uno de los barones más críticos con los pactos de Sánchez con los independentistas, Fernández Vara ha evitado referirse en su intervención a las negociaciones para la investidura. Y ha recalcado que el PSOE va a seguir apostando por "la España unida, plural y constitucional".
Vara ha acusado a los populares de exacerbar las tensiones territoriales cuando gobiernan: "Es verdad que en España hay separatistas, pero también hay separadores", ha dicho en alusión al PP, "cuando gobiernan crece inmensamente el número de separatistas. Y cuando gobierna el PSOE decrece el número de separatistas".
Más agresivo ha sido el alcalde socialista de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, en su papel de telonero del acto. Ha afirmado que "según Cuca Gamarra, reunirse con un grupo parlamentario es un golpe a la democracia. Pero dar vueltas en un yate con un narcotraficante, eso está muy bien".
De este modo, la única mención del acto a la reunión de Sánchez con Bildu ha sido para equipararla con la foto de Feijóo con Marcial Dorado, tomada hace 28 años.
Sánchez celebró el viernes su primera reunión con los portavoces de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurúa, y en el Senado, Gorka Elejabarrieta, para pedirles su apoyo a la investidura. A continuación celebró también un encuentro con la portavoz parlamentaria de Junts, Miriam Nogueras.
En ambos encuentro, el presidente en funciones estuvo acompañado por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y por el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.
El diputado socialista gallego José Ramón Gómez Besteiro (que forma parte de la comisión negociadora del PSOE) ha considerado este sábado que los contactos de su partido con Bildu responden al "mandato" surgido de las urnas el pasado 23 de marzo.
Bildu es "un grupo parlamentario que participa en las Cortes, con el que hay que hablar también", porque "así lo han querido los ciudadanos", ha razonado Gómez Besteiro en declaraciones a RNE.