Los 121 diputados del PSOE en el Congreso fueron en las listas del partido liderado por Pedro Sánchez el pasado 23-J sin que en el programa electoral constara nada parecido a una ley de amnistía para los líderes y activistas del procés independentista en Cataluña.
El viraje de Sánchez en este punto ha resquebrajado los cimientos del partido -y ahí están las voces de los veteranos- pero se ha traducido ya en un "cambio de opinión" masivo en el PSOE. Sus dirigentes tratan de evitar las preguntas en público o se escudan en que debe ser el Tribunal Constitucional el que decida... después de la aprobación de la norma en el Congreso.
Pero todos ellos se verán impelidos a votar a favor de una proposición de ley en este sentido si decae la investidura de Alberto Núñez Feijóo y el Rey propone al actual presidente del Gobierno en funciones que intente ser reelegido.
La amnistía es el "pago" que Carles Puigdemont, expresident de la Generalitat fugado en Waterloo (Bélgica) desde 2017, ha anunciado como "condición previa" a cualquier negociación de su partido, Junts, con el PSOE. Los socialistas necesitan el sí de los siete diputados de la formación separatista.
Hasta que el resultado electoral no se conoció, el pasado 23 de julio, nadie en el PSOE se había pronunciado a favor del borrado total de aquellos delitos y de sus consecuencias tanto económicas como penales y políticas. Es más, no menos de 20 de los que hoy son diputados en la XV Legislatura se habían manifestado abiertamente contrarios, por diversas razones. Por su "falta de cabida en las leyes y la Constitución" o, directamente, por la "injusticia" de la medida.
El más notorio de esos diputados es el propio Pedro Sánchez. Después de los indultos a los cabecillas que sí se quedaron en España, fueron detenidos, acusados, procesados y condenados, ya se mostró abiertamente contrario a la amnistía. Fue en noviembre de 2022, el día que anunció la derogación del delito de sedición en una entrevista televisiva. Es más, sólo tres días antes de las elecciones generales del pasado julio, lo repitió en otra entrevista, en este caso de campaña.
Junto a Sánchez, al menos seis ministros de su actual Gobierno en funciones también están entre los miembros del Congreso que dijeron, en algún momento de los últimos seis años, no a la amnistía de Puigdemont y el resto de implicados en el procés. Ahora, la posición de Miquel Iceta, Fernando Grande-Marlaska, Raquel Sánchez, Félix Bolaños, Luis Planas y José Manuel Miñones ha cambiado.
También exmiembros del Gobierno, como Carmen Calvo, José Luis Ábalos, Meritxell Batet (que ha abandonado el escaño recientemente)... o el mismo portavoz parlamentario Patxi López, junto a una de sus antecesoras, la también ex vicesecretaria general Adriana Lastra, mostraron en algún momento su rechazo a la amnistía.
Salvo cuatro barones regionales del PSOE —el presidente castellano-manchego, Emiliano García Page; y los senadores autonómicos por Aragón, Javier Lambán; por la Comunidad Valenciana, Ximo Puig; y por Madrid, Juan Lobato—, ningún líder del PSOE se atreve hoy a expresar su rechazo a la amnistía de Puigdemont.
Estos son los 20 diputados socialistas que en las próximas semanas se verán forzados a votar a favor de aquello de lo que abominaban hasta hace mes y medio... si finalmente hay acuerdo con Puigdemont: