En medio de una gran bronca política Pedro Sánchez ha sumado este jueves un nuevo logro legislativo a su currículum. El presidente del Gobierno ha conseguido sacar adelante en el Congreso de los Diputados, con una amplia mayoría de 184 votos a favor, la reforma para cambiar el sistema de elección de los magistrados en el Tribunal Constitucional, la derogación del delito de sedición y la rebaja de la malversación.
Pasadas las tres de la tarde, y con la única presencia de tres miembros del Ejecutivo: Yolanda Díaz, María Jesús Montero e Irene Montero, ha arrancado en la Cámara Baja el Pleno extraordinario convocado para dar luz verde, de forma definitiva, a la modificación exprés del Código Penal, que entrará en vigor una vez que reciba el visto bueno en el Senado la semana que viene.
Se trata de una iniciativa parlamentaria que, con las enmiendas de PSOE, Podemos y ERC, se ha terminado convirtiendo en un cambio de las leyes de la Democracia para beneficiar a los responsables del procés independentista en Cataluña, para que el Gobierno pueda hacerse con el control del Tribunal Constitucional y también para aclarar la ley del sólo sí es sí.
El Hemiciclo ha vivido una jornada histórica, ya que hasta bien entrada la mañana existía una alta probabilidad de que el propio Tribunal Constitucional -de forma inaudita- frenase la votación prevista para la tarde, como consecuencia del recurso de amparo que presentó ayer el Partido Popular, que pedía dar macha atrás en la tramitación "fraudulenta" de la reforma judicial.
Finalmente, el presidente del TC ha postergado la reunión de urgencia convocada a mediodía para estudiar el recurso al próximo lunes y la Cámara ha proseguido con el Pleno. Aunque lo ha hecho entre un sinfín de críticas cruzadas, por parte de los grupos que sustentan al Gobierno hacia la bancada de la oposición y su actuación en el Constitucional, y por parte de la oposición al "atropello" legislativo.
"Golpe de Tejero"
Los tres partidos de la oposición, PP, Vox y Ciudadanos, han arrancado la sesión intentando convencer a Batet para que la suspenda con el argumento de que aún no se ha pronunciado el TC. De hecho, para dejar constancia de su disconformidad, los diputados de PP y Cs han decidido no participar en la votación y los 52 de Vox se han ausentado durante el debate.
En este contexto el portavoz socialista Felipe Sicilia ha comparado la ofensiva judicial del PP con el golpe de Estado de Tejero en el año 81. "Hace 41 años la derecha quiso parar un Pleno en el Congreso y parar también la democracia, lo hizo con tricornios. Hoy la derecha ha vuelto a querer parar un pleno con togas, pero no lo han conseguido porque nuestra democracia es fuerte y sólida", ha asegurado. En esa línea se ha pronunciado también el portavoz de Podemos, Jaume Asens: "Están perpetrando un golpe", ha acusado a la oposición.
A estas acusaciones ha respondido con contundencia la portavoz de los populares, Cuca Gamarra: "Ustedes han iniciado un proceso de memoria democrática con el cual quieren reescribir la historia de nuestro país. El 23-F gobernaba el centro derecha y estaba sentado aquí Suárez cuando se produjo el Golpe. ¡Qué vergüenza si escucharan tantos socialistas que se sentaron en esa bancada lo que acaban de decir hoy!", ha exclamado.
La número dos del PP ha defendido el recurso planteado por su grupo que tanta crítica ha suscitado en la izquierda. "Existe el Estado de derecho, eso es a lo que hemos acudido". Por otro lado, ha puesto el foco en la gravedad de la tramitación parlamentaria de la reforma judicial: "Se han mimetizado tanto con aquellos que dieron el golpe que han llegado a creerse que la democracia es sólo para ustedes, o que son ustedes".
Para la portavoz del principal partido de la oposición es legítimo que el Gobierno quiera cambiar las reglas del juego en el sistema de elección de magistrados del TC, pero siempre y cuando lo haga respetando los procedimientos legislativos ordinarios. "Por supuesto que se puede reformar la Ley Orgánica, pero con garantías, garantizando los derechos de todos y cada uno de los diputados", ha defendido.
Por ello, Gamarra ha emplazado a la bancada socialista a traer la reforma de las leyes del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional en un proyecto de ley que salga del Consejo de Ministros. De esa manera, ha apuntado, se podría producir "un debate de verdad, donde se pueda dialogar, donde se pueda enmendar".
La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha sostenido que lo vivido este jueves en la Cámara es un espejismo de los abusos que cometieron los independentistas catalanes en octubre de 2017, cuando pusieron en tela de juicio la actuación del TC. "El Gobierno de España está repitiendo lo que hizo el separatismo en 2017. Lo que decían entonces Puigdemont y Junqueras lo dicen ahora ministros de España", ha criticado.
Sobre la reforma penal en cuestión, las palabras más relevantes han sido las del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha defendido la rebaja de las penas por malversación, "no se puede comparar la Gürtel o la Lezo con un referéndum", y ha vuelto a pedir "que se vote" en las urnas la autodeterminación de Cataluña.
Al término del Pleno, el vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ha comparecido ante los medios para decir que "hoy ha triunfado la democracia ante este intento de secuestro por parte de Alberto Núñez Feijóo". Aunque ha reconocido que acatarán las decisiones que adopte el TC, el dirigente socialista ha acusado al PP de usar el Poder Judicial para "alterar la situación" que quedó dibujada tras perder las elecciones y estar en minoría en el Congreso.