La mayoría son históricos, socialistas de viejo cuño. Y sólo unos pocos líderes actuales del PSOE. Pero el coro de voces socialistas que rechaza la negociación con Junts para recibir los votos de sus siete diputados en una eventual investidura de Pedro Sánchez, si el precio es conceder la amnistía a Carles Puigdemont. En esta ocasión es Ramón Jáuregui, exministro en los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, exlíder del PSE y probablemente el dirigente del PSOE más cercano a Alfredo Pérez Rubalcaba.
"Yo interpreto que la amnistía no es constitucional", ha explicado Jáuregui en una entrevista concedida a RNE. "Supone una legalización encubierta de actos contra el Estado que en todo el mundo están penados".
Su voz se une así a las de uno de los últimos barones con poder dentro del PSOE, el presidente castellano-manchego Emiliano García-Page; al expresidente Felipe González; a otro exministro, Jordi Sevilla u otro éxlider del Partido Socialista de Euskadi, Nicolás Redondo. Mientras la mayoría de federaciones socialistas callan en público, sí miran con suspicacia lo que hasta hace bien poco era una línea roja infranqueable para todos los representantes del PSOE.
En su vida política, Jáuregui ha sido cabeza de lista y eurodiputado por el PSOE; ministro de la Presidencia, candidato a lehendakari y número dos del Gobierno vasco en coalición con el PNV. Ahora preside la Fundación Euroamérica, dedicada al diálogo entre las dos vertientes del Atlántico, y esencialmente en los procesos democráticos de los países latinoamericanos.
Con esa larga experiencia, Jáuregui se ha mostrado "de acuerdo con la idea de que el diálogo tiene que ser el camino", pero ha negado que éste deba basarse en la aceptación de una ley de amnistía, "porque implicaría algo así como una contradicción flagrante contra toda la actuación institucional del Estado de los últimos siete años".
Para el histórico mano derecha de Rubalcaba -inventor del término "gobierno Frankenstein", en referencia a las alianzas que Sánchez preparaba y finalmente ejecutó con nacionalistas, independentistas y Podemos-, aceptar la amnistía en esos términos sería impugnar la defensa del Estado de derecho, la actuación del Gobierno con el 155, y la de los tribunales españoles".
En todo caso, Jáuregui ha aplaudido la "filosofía bien articulada" que él atribuye al camino, "acertado en general", que emprendió Pedro Sánchez en la pasada legislatura para la "desinflamación de la situación política catalana". Pero opina con rotundidad que si es la única alternativa para la investidura del líder socialista "no puede hacerse sobre la base de una superación tan rotunda de lo que fue el procés".
Montilla, contra González
Sin embargo, un expresident catalán le ha salido a Sánchez como aliado. José Montilla ha arremetido contra Felipe González durante una entrevista en la Ser. "Cuando se han tenido responsabilidades importantes en un partido durante décadas, y se ha pedido que haya un cierre de filas, es curioso que diga lo que piensa en momentos determinados, y no para echar una mano".
Montilla gobernó Cataluña entre 2006 y 2010, en una coalición del PSC con Esquerra Republicana, en los años posteriores al nuevo Estatut, e incluso llegó a participar en la manifestación de protesta contra la sentencia del Tribunal Constitucional que consideró contrarios a la Constitución un gran número de sus artículos.
Entre sus reflexiones de este miércoles, el exlíder del PSC ha añadido, en referencia al expresidente González que "uno no está nunca exento de la crítica, no digo yo que él no sea libre de decir lo que piensa, pero me hubiera gustado haberle visto en campaña junto al PSOE, sinceramente".
Hay que recordar que el socialista participó hace un par de semanas en un acto público junto a Carles Puigdemont en Francia, a pocos kilómetros de la frontera española, que si hubiese cruzado el expresident fugado habría provocado su detención, por la orden de busca y captura vigente contra él en suelo español.
Montilla ha calificado de "legítimo" que partidos independentistas exijan un referéndum sobre la independencia de Cataluña a cambio de apoyar la investidura de Pedro Sánchez, aunque en este caso ha considerado que esa consulta "no tendría amparo legal". Eso sí, ha llamado a "entender las razones del otro para poder negociar", a reconocer la pluralidad de posiciones y a poner encima de la mesa las discrepancias.
Respecto a la eventual ley de amnistía, Montilla ha asegurado que los beneficiados por esa medida se deben comprometer a "no repetir" los hechos. En su opinión, en el discurso de Puigdemont este martes en Bruselas se pueden apreciar "cambios", entendiendo como tales que "no planteara la situación de hace un par de años" y que ya no esté instalado en "el bloqueo".