Moncloa cree que la fallida investidura de Feijóo hará obvio que no es alternativa y le arrincona junto a Vox

Entienden que sólo puede servir para visualizar claramente que no hay alternativa al líder socialista junto con Sumar, Bildu, PNV, ERC, Junts y BNG. Es decir, todos los partidos salvo PP, Vox y UPN.

Su argumentación, apuntada este martes por el presidente del Gobierno en funciones en su comparecencia en la Moncloa, es que podrán explicar mucho más fácilmente que la aritmética del Congreso salido de las elecciones generales del 23 de julio exige esos acuerdos con los partidos independentistas para evitar una repetición electoral que, teóricamente, nadie desea.

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Los socialistas explican que esas dos votaciones (para la mayoría absoluta y la mayoría simple) serán nuevas derrotas parlamentarias del líder del PP que, además, quedará arrinconado junto a la extrema derecha del Congreso.

De hecho, el Gobierno cree constatable que a lo único que puede aspirar Feijóo es a que haya una repetición electoral en diciembre o en enero, pero en ningún caso podrá gobernar, porque sus acuerdos con Vox imposibilitan que pacte además con algún otro partido. Por ejemplo, con el PNV.

El Gobierno entiende que una de las bazas para un posible acuerdo es el temor de todos esos partidos a una repetición electoral que pueda propiciar una mayoría absoluta de PP y Vox. Ese temor ayuda al acuerdo, según el Ejecutivo.

Por el momento, Sánchez ya ha activado todas las vías de diálogo para su investidura, una vez que fracase, previsiblemente, la de Feijóo. Tendrá dos meses para hacerlo y tendrá que esperar un nuevo encargo del Rey, pero en su entorno entienden que lo que ocurrió el pasado 17 de septiembre con la elección de la Mesa del Congreso anticipa la posibilidad real de un acuerdo de investidura, aunque después llegue una legislatura muy complicada.

Fuentes de ERC y de Junts explican que en ningún caso cerrarían ningún acuerdo con Sánchez antes del 11 de septiembre, fecha de la Diada a la que no quieren llegar con pactos de investidura.

Moncloa tiene muy engrasada la relación con PNV, ERC y Bildu, tras una legislatura de negociación constante para sacar adelante cada iniciativa. Algunos de estos partidos explican, por su parte, que están "escarmentados" con Moncloa y su forma de negociar.

Con Junts ha arrancado esa relación y, de hecho, Moncloa se felicita de que el partido de Carles Puigdemont haya aceptado sentarse a hablar sobre la Mesa del Congreso.

Dentro del Gobierno también hay diálogo permanente entre PSOE y Sumar, para coordinar los acuerdos con otros partidos y también para establecer unos mínimos de pacto para reeditar el Gobierno de coalición.