El eurodiputado de Vox Hermann Tertsch ha atacado a varios periodistas de derechas que no apoyan a su formación política a través de Twitter y también al PP.
En concreto, se ha referido a Francisco Marhuenda, director de La Razón, en estos términos: "Miserable, arrastrado y vil lacayo que es Marhuenda -yo le quiero y él lo sabe, como dice él- que cobra del fétido fondo de reptiles de Antena 3, La6 de Agostini, ratas del golpe y traidor a todo, aún vivirá para que Abascal y Meloni lo pongan en su sitio".
Ha cargado también contra la locutora de esRadio Sara Sanz, sin citarla pero publicando una foto suya, a la que califica como "niñata de Federico".
Algo más tarde, el eurodiputado ha añadido: "Lamento mucho si se sienten ofendidos buenos profesionales y grandes personas que trabajan en esRadio, pero la campaña de odio y desprecio a Vox, único leitmotiv ya de ciertos programas, es una agresión sin precedentes practicada con una virulencia obsesiva que exige respuesta".
Inmediatamente ha habido una cascada de réplicas, sobre todo de periodistas. Por ejemplo, Carmelo Jordá, de Libertad Digital y esRadio, le ha respondido con un tuit en el que manifiesta: "La degeneración de Vox".
También otro redactor de esRadio le ha echado en cara su decepción y ha defendido a sus compañeros: "Muy orgulloso de mis compañeros de esRadio y Libertad Digital, y de nuestro presidente FJL", en referencia a Federico Jiménez Losantos.
Un afiliado del PP le ha recordado a Tertsch en la red social sus años de trabajo en El País, llamándolo "tipejo", a lo que el eurodiputado ha contestado que, efectivamente, trabajó 22 años en ese periódico. "Hoy ese diario es una basura", ha escrito, para añadir a continuación: "Ya entonces los peperos perdíais el culo por recibir una palabrita amable de aquel diario".
Tertsch hace referencia a una campaña de "demonización" de Vox de la que hace responsable a los medios de comunicación.
La última acusación en esa línea la hizo Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción política del partido de Abascal, el lunes: "La maquinaria mediática, no contenta con la demonización de Vox (...), ha dedicado cientos de miles de euros a hacer responsables a Vox de las expectativas no cumplidas de la calle Génova".
Buxadé acusó al PP de apoyar esa campaña en su contra, por sus cambios repentinos de estrategia y por equivocarse "de amigos y de aliados".
La mala relación de Vox con los medios de comunicación viene de largo. El pasado mes de marzo, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) difundieron un comunicado en el que califican de "inaceptable" el trato que este partido da a los periodistas. EL ESPAÑOL, por ejemplo, tiene vetada la entrada a su sede.
Según recordaron las principales asociaciones de periodistas de España, Vox "impide participar en las ruedas de prensa que organiza en sus sedes a los periodistas de diversos medios de comunicación" y cuando su comparecencia es en un edificio público se niegan a dar la palabra a los medios que consideran hostiles.