El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, y el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, han ‘revivido’ durante los últimos días lo que se conoce como género epistolar. Y resulta cuando menos curioso que ambos dirigentes políticos, en pleno siglo XXI, digital por más señas, con múltiples opciones de comunicación (correo electrónico, WhatsApp…), hayan optado por dirigirse uno al otro por carta.
Dos cartas, dos estilos de comunicar diferente. Una discrepancia más entre el líder del partido que consiguió más escaños durante las últimas elecciones, y el líder del partido que (gracias a futuras y posibles alianzas) podría volver a gobernar.
Dos cartas que denotan dos formas de ver el momento político actual y, usando el título de una famosa serie de televisión, la que se ve avecina. Porque contrasta el tono amable de Feijóo al usted lleno de reproches de Sánchez.
Reproches
Las dos cartas están fechadas el mismo día (30 de junio de 2023). Por tanto, el intercambio dialéctico ha sido rápido. Ambos encabezan sus misivas poniendo en primer lugar el nombre a quien se dirigen las mismas, con el trato de Señor Don (en abreviatura). Y se tutean: estimado Pedro vs estimado Alberto. A partir de aquí, empiezan las diferencias.
“Me pongo en contacto contigo”, dice Feijóo que no duda en resaltar en el primer párrafo su condición de “ganador de las elecciones generales”. Por tanto, le trata de tú. Sin embargo, Pedro Sánchez marca distancias en dicho primer párrafo y le trata de usted: “Agradezco la oportunidad que me brinda su carta”.
Feijóo, en un segundo párrafo, le propone “establecer un diálogo responsable, en beneficio de la estabilidad política e institucional de España”. Mientras que Sánchez, en el primer párrafo (los suyos son más largos que los de Feijóo) ya le muestra el primer reproche.
“Agradezco la oportunidad que me brinda su carta para retomar la comunicación entre nuestras fuerzas políticas, interrumpida de manera abrupta y unilateral con la ruptura del preacuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, órgano constitucional de especial relevancia en nuestro sistema institucional, que lleva pendiente más de cuatro años”, resalta.
Cada cual, a lo suyo
El presidente del PP continúa su escrito hablando de la complejidad de los resultados electorales y de asegurar “la mejor gobernabilidad en interés de España, de su cohesión y del marco de convivencia definido por la Constitución”.
A lo que Pedro Sánchez responde, de nuevo, recalcando lo dicho cuando convocó las elecciones del pasado 23 de julio. Es decir, vuelve a poner el foco en la “clarificación sobre el rumbo que debía tomar nuestro país: si proseguía por el camino del avance y la consolidación de derechos o respaldaba las propuestas de las fuerzas políticas que han enarbolado la bandera de la derogación de los avances y del retroceso”.
Feijóo propone diálogo. Mientras que Sánchez no duda en tirar de ironía para hacerle ver que, en el siglo XXI, “existen medios más ágiles para la interlocución que el diálogo epistolar”. Digamos que prefiere lo moderno, frente a lo clásico (¿y pasado de moda?).
Una vez más, el presidente del PP vuelve a hacer mención de que “la fuerza política ganadora en elecciones generales es la que debe gobernar, frente a eventuales combinaciones negativas que polaricen a la sociedad, dañen gravemente la cohesión territorial y lleven al límite a nuestro sistema constitucional”.
A lo que Sánchez responde con nuevas ‘calabazas’, y que al PP le ha salido el tiro por la culata: “Es una evidencia que la propuesta derogatoria [del sanchismo] no ha obtenido el respaldo que reclamaba”.
Y remarca que “nuestro sistema democrático cuenta con reglas claras para la configuración del Gobierno de la nación. Estas reglas se ajustan a los principios de la democracia parlamentaria que fija en el ámbito del Congreso de los Diputados el espacio en que deberán articularse las mayorías que permitan la investidura del candidato o candidata que recabe los apoyos necesarios”.
Por tanto, Sánchez le recuerda que no gobierna quien saca más votos en las urnas, sino quien recaba más apoyos en el Congreso. Y, por si le quedaba alguna duda al respecto, le recuerda que “nuestra Constitución es diáfana al respecto y así lo estipula claramente en su artículo 99”.
Una mayoría parlamentaria que el propio PP ha puesto sobre la mesa en distintos gobiernos autonómicos recientemente, le ha recordado Sánchez a Feijóo en su carta. Más el correspondiente reproche, como no podía ser menos: “Gobiernos que, por otro lado, están adoptando medidas que implican inquietantes retrocesos en materias tan importantes como el diálogo social, la igualdad, la diversidad o el medioambiente”.
Como puede apreciarse, Feijóo vuelve a tender la mano a Sánchez, pero este no sólo se la niega, sino que aprovecha para rebatir y reprochar. Eso sí, le cita al próximo 17 de agosto, una vez constituido el Congreso de los Diputados y designado el candidato propuesto por el jefe del Estado junto “con el resto de portavoces de los grupos parlamentarios con representación en la Cámara”.
Para finalizar ambos firmar sus cartas de puño y letra. Pero mientras Feijóo también escribe a mano el cargo que representa en el PP, dicho cargo en el PSOE ya viene redactado ‘de imprenta’.