Junts per Catalunya sigue teniendo la llave de la gobernabilidad del país y Carles Puigdemont lo sabe. El escaño ganado por parte del PP en detrimento del PSOE en Madrid que coloca a los de Feijóo con 137 escaños complica aún más las negociaciones de Sánchez que, ahora sí, necesitará el voto afirmativo de Junts.

Puigdemont, ha publicado un tuit, haciendo el análisis de lo que este recuento del voto CERA ha supuesto asegurando que es un cambio "relevante en la ecuación para cualquier investidura". 

"El actual presidente del Gobierno y candidato socialista a la reelección sólo podrá ser escogido si obtiene el voto afirmativo de una coalición muy amplia, incluidos los 7 votos de Junts per Catalunya", dice el expresident.

Como bien sabe Puigdemont, "hace seis días el resultado provisional ya nos situó en el centro de la conversación y de las especulaciones", pero ahora mismo, la posición del partido catalán es mucho más determinante y así lo ha expresado su líder en un largo mensaje de Twitter: "o Junts vota que sí, o el PSOE acaba facilitando una investidura de Feijóo o vamos a una repetición electoral". 

El expresidente, huido de la Justicia en Bélgica, pide "mantener la discreción y extremar la prudencia" ante los precedentes de 2016 cuando en unas cirscunstancias similares se repitieron las elecciones generales.

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Eso sí, Puigdemont manda un mensaje tanto a PP como a PSOE que se han ofrecido a sentarse a hablar de una posible investidura con Junts asegurando que quien "crea que ejerciendo presión o practicando directamente el chantaje político obtendrá algún beneficio táctico se puede ahorrar el esfuerzo". Al menos en su caso.

También el expresident ha aprovechado para hablar de cómo vive la "experiencia en el exilio". "He procurado quejarme lo menos posible y de no caer en la explotación, para mí deshonesta, del victimismo fácil. Normalmente, cuando hablo es porque me han hecho alguna pregunta, pero procuro no entrar demasiado en detalles".

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"Haré una referencia porque ayudará a entender la posición política, y porque el momento es lo suficientemente importante como para que nadie se llame a engaño", decía el líder independentista que asegura haber "recibido amenazas" durante los años que lleva en Bélgica. 

Después de esto, ha pasado a enumerar todos los problemas a los que se ha tenido que enfrentar desde que "está en el exilio" asegurando que ha sido "objeto de campañas de difamación vergonzosas, de artículos vomitivos sobre mí y mi familia, de dossieres policiales debidamente filtrados involucrándome en tramas delirantes".

Un consejo a Junts

También ha querido criticar que ha sido objeto de escuchas, que le han detenido dos veces o que no recibe toda la protección que se merece por parte de la ley. Luego ha reflexionado con que "si hubiera renunciado a mantener la posición y a hacer política, me habría ahorrado muchas cosas tan desagradables".

Pero quien fuera exalcade de Gerona, eleva el tono y la apuesta que tras el 23-J "se trata de hacer política y de negociar los términos en los que debe acordarse la resolución de un conflicto como el que existe entre Cataluña y España".

Para el exjefe del Ejecutivo autonómico, "tener la llave del próximo es circunstancial: hoy la tienes y mañana, no". Por ello, pide "no perder de vista" este escenario temporal.

A los suyos, a Junts, que tendrá siete electos en el Congreso de Diputados, les prescribe "no caer en las prisas y en el miedo a perder la llave". Tampoco, ha dicho, en "la sobreactuación de un poder que es inevitablemente efímero".

Puigdemont ha indicado que "se impone no señalar el dedo en lugar de la luna: el dedo es tener la llave, la luna, un conflicto político muy serio y profundo". Según él, en esto último, la cuestión territorial, es donde se debe "poner el foco, no en las personas, sino en el país".

Para terminar el líder de Junts asegura que Sánchez será la "vaca ciega" si no negocian porque a "todo lo que podrán aspirar es a parchear legislaturas".