El Congreso de los Diputados dio carpetazo este miércoles a la decimocuarta legislatura de la Democracia con la última reunión de la Diputación permanente. La próxima vez que sus señorías pisen las moquetas de la Cámara Baja será el 17 de agosto, cuando se celebre la constitución de las Cortes.
A partir de ese momento, comenzará una ronda de consultas entre el Rey y los principales líderes políticos para designar a un candidato que se someta a la sesión de investidura. Por lo pronto, el ganador de las elecciones del 23-J, Alberto Núñez Feijóo, está dispuesto a dar un paso al frente si Felipe VI "se lo propone".
La problemática radica en la falta de apoyos parlamentarios de Feijóo para ganarse la confianza de la Cámara y resultar elegido presidente del Gobierno. Pero el Partido Popular no tira la toalla e incluso mira el PSOE. Porque, según la número dos de la formación, Cuca Gamarra, sólo hay dos opciones: "Que Feijóo sea el próximo presidente o el bloqueo".
En la dirección popular aseguran que Feijóo continuará con la ronda de contactos iniciada en la misma noche electoral para tratar de congregar tantos diputados como se requieren para tener mayoría en la Cámara y ser proclamado presidente. Se trata de una entelequia, ya que el PNV ha dado a Feijóo un sonoro portazo y Sánchez se ve reelegido gracias al apoyo de Sumar, Bildu, ERC y PNV y la abstención de Junts.
Aún así, Feijóo no renuncia a su investidura. Y cuenta con el respaldo de todos los barones del partido y también de la vieja guardia para dar el paso. En su editorial postelectoral, la fundación de José María Aznar, FAES, señalaba que el PP "puede ofrecer a los españoles una propuesta que Núñez Feijóo tendrá la oportunidad de detallar, con ambición, en el proceso de investidura".
"Capital en Waterloo"
Lo que el PP quiere evitar es que Feijóo "se marque un Inés Arrimadas". Frente al marco que trata de imponer la izquierda, que se ha autoproclamado vencedora de los comicios pese a que el PSOE quedó en segundo lugar y Sumar se dejó cinco escaños con respecto a Podemos en 2019; los populares quieren reivindicar la victoria. Y dejar a un lado el derrotismo por no ver cumplidas las expectativas electorales.
En Génova creen que lo importante ahora es poner el foco en que el PP es el partido más votado y que en frente sólo hay un PSOE que haga descansar la gobernabilidad de España en un "prófugo de la justicia" y en Bildu. En esa línea se mostró Gamarra este miércoles: "Para que pueda haber otra opción a la investidura de Feijóo, estamos pocos más o menos que cambiando la capital de España, que dejaría de estar en Madrid, para estar en Waterloo".
Núñez Feijóo y Pedro Sánchez intercambiaron una primera comunicación en la noche electoral y tienen previsto seguir dialogando una vez que se recuente el voto extranjero. Aunque no se sabe, exactamente, en qué terminos será la conversación entre ambos dirigentes.
Lo que pretende el PP es un imposible, que las dos formaciones acuerden una investidura de Feijóo. Un pacto de Estado para que dejen de operar los extremos en la política española. En palabras de Gamarra: "España y los españoles merecemos un respeto y que impere la altura política que debiera tener el PSOE y Pedro Sánchez".
La también portavoz parlamentaria de los populares, por otro lado, se refirió al anuncio del portavoz de Vox, Iván Espiniosa de los Monteros, de que su grupo facilitará la investidura de Feijóo si amarra el voto de "6 o 7 socialistas de los buenos". "Eso hay que tenerlo en cuenta, ese planteamiento me parece importante, es el marco en el que el PP se mueve", apostilló.