El colectivo LGTBI ha endurecido su discurso. Así lo demuestra el manifiesto que los organizadores de la gran manifestación del Orgullo han leído en la Plaza de Colón este sábado. En un alegato en el que han llamado al voto masivo el 23-J, el colectivo ha cargado contra los "los traficantes de odio" y ha alertado del peligro de los "gobiernos ultra". Pero el mensaje ha ido más allá y, en referencias veladas, han acusado a Vox y personalidades como la socialista Carmen Calvo de lanzar "humillaciones e insultos" a las personas LGTBI.
La manifestación llegaba este sábado en un contexto más politizado que en sus ediciones pasadas, con el punto de mira puesto en las elecciones del 23 de julio. La marcha ha arrancado desde la glorieta de Carlos V, pasadas las 19:00 horas, y ha concluido en la céntrica plaza de Colón, donde se ha pronunciado el manifiesto suscrito por 111 organizaciones.
Nada más arrancar, el discurso ha reclamado un mayor "activismo" contra una "ola reaccionaria" en un momento en el que distintos países han aprobado leyes que van en contra de los derechos de la comunidad LGTBI+, como el caso de Estados Unidos, que ha prohibido "cualquier libro que hable de la realidad LGTBI+" o "la prohibición de acceder a los baños de mujeres a las mujeres trans".
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También ha señalado otros países como Polonia, donde se han aprobado "zonas libres de LGTBI+" o Hungría, que ha dictado leyes "que prohíben hablar de la diversidad sexual y de género". Ante estas políticas, el manifiesto exige la igualdad de derechos LGTBI "en toda la Unión Europea".
Acusaciones a Vox y Calvo
La parte central de este manifiesto es la que señala a "los traficantes de odio" que desde las instituciones contribuyen al aumento de "discriminaciones, el acoso, los insultos, las agresiones, la violencia, el miedo y el armario". Por ello, también apuntan a que "los derechos que se conquistan con décadas de lucha pueden perderse en pocos meses de gobiernos ultras."
Sin hacer alusiones directas, los firmantes denuncian que desde las instituciones se les ha llamado "degenerados subvencionados", se ha hablado de "casos alarmantes de homosexualidad y transexualidad", que el colectivo "ha pasado de recibir palizas a imponer la ley"o que "el orgullo impregna con su hedor las calles de Madrid". Todas ellas, son declaraciones de distintos miembros de Vox, en concreto de Santiago Abascal, María Ruiz Solas e Iván Espinosa de los Monteros, realizadas en los últimos años.
Además, en el manifiesto, también acusan, sin citar expresamente a ningún partido ni cargo político, de decir que el colectivo LGTBI "pone en riesgo la identidad de 47 millones de personas". Sin embargo, estas palabras las pronunció en 2021 Carmen Calvo, entonces vicepresidenta del Gobierno, que siempre se mostró muy crítica con la Ley Trans que se impulsó desde el Ministerio de Igualdad de Irene Montero.
Por eso, ante estas palabras, o discursos de odio, se exige protección para "grupos en situación de vulnerabilidad, como el colectivo LGTBI+, pero también a las personas gitanas, las migrantes, las personas sin hogar, las personas con VIH, las personas con discapacidad o las mujeres".
Ante estos mensajes, que vienen desde las instituciones, apuntan que "todo" lo que han "logrado puede desaparecer muy rápido" y añaden que en el 23-J se jugarán sus vidas: "No vamos a aceptar ni un solo recorte a nuestros derechos".
Por eso, aseguran que "que no van a conseguir" dividirles: "El colectivo LGTBI será el dique de contención de quienes nos quieren humillar, dividir y armarizar".
Para concluir el manifiesto, urgen a que "nadie se quede en casa" el 23-J porque están en juego "sus derechos" y que se vote "con orgullo".
Libros de texto 'diversos'
El colectivo LGTBI también ha dedicado una parte de su discurso a la educación. Sobre este tema, han exigido que "la diversidad familiar esté reflejada en todos los ciclos educativos, con libros de texto que reflejen la diversidad familiar sin agresiones o bullying a las infancias de las familias LGTBI+".
También hace alusión a "la diversidad familiar", y afirman que los más afectados son sus familias, la juventud LGTBI, nuestros padres, madres y 'adres' LGTBI. Por eso, han pedido "procesos de adopción ágiles y homogéneos, resoluciones ágiles de patria potestad para el acogimiento y reconocimiento de la multiparentalidad".
En este sentido, han insistido en que "la diversidad familiar esté reflejada en todos los ciclos educativos, con libros de texto que reflejen la diversidad familiar, con formularios que contemplen la diversidad familiar existente, sin presunción de cisheterosexualidad".