Habían pasado casi diez años desde la última vez que se les pudo ver juntos en público. Felipe González y Alfonso Guerra han vuelto. Se han dejado ver, en gesto de complicidad, durante la presentación del libro de su común amigo Virgilio Zapatero, que lleva por título, precisamente, un alegato nostálgico: Aquel PSOE (Almuzara, 2023).
González, que ha aparecido caminando con bastón, se ha reunido con Guerra en una sala durante unos minutos antes del evento. Después, Guerra, con la mirada puesta en ese auditorio que presidía González, ha hablado de la gente a la que "quiere" y "aprecia".
No era día para hablar de éste PSOE, sino de aquél. Pero Guerra no ha podido evitar la tentación de disparar algunas ideas sobre los asuntos del presente. Primero, ha parecido entonar el "todo sigue igual" de Julio Iglesias: "Los dos grandes partidos se vuelven a sus extremos para buscar apoyos, engordando así a los partidos que van contra el modelo de sociedad que describe la Constitución".
Luego ha ironizado sobre las palabras del delegado en Gobierno en Madrid acerca de Bildu: "Hemos sabido por la autoridad competente, como debe ser, que los que salvaron miles de vidas durante la pandemia no fueron los sanitarios, sino los que poco antes se habían despojado del pasamontañas".
También ha mencionado a los "toreros reconvertidos" –en referencia a Vox– y a "Mélenchon vestido de Cristian Dior" –alusión a Yolanda Díaz–, que "nos ha descubierto a un trotskista en la ONU".
Por último, antes de volver a la Transición, Guerra ha hablado así indirectamente de Podemos y los socios nacionalistas: "Algunos pretenden gobernar España pero no pueden emplear su nombre porque les provoca erisipela".
Conviene fijarse en Virgilio Zapatero, este hombre afable en todos los sentidos. En la palabra, pero también en las maneras. La bonhomía que desprende es la llave que ha hecho posible esta foto. La descripción, tratándose de un (ex)político, puede parecer exagerada, como de fraile benedictino, pero resulta cierta... y es la clave de este reencuentro.
Ministro de la Presidencia entre 1986 y 1993, don Virgilio fue uno de los pocos que mantuvo una relación de amistad tanto con "Felipe" como con "Alfonso". Los presentes en este auditorio los llaman así: "Felipe" y "Alfonso". Porque también están Corcuera, Solchaga, Suárez Pertierra, Barrionuevo, Rosa Conde... El viejo Partido Socialista, "aquel PSOE", se ha reunido en la Fundación Giner de los Ríos.
La última vez que se vieron Felipe y Alfonso fue hace unos meses, en diciembre de 2023. Pero no hubo foto. O mejor dicho: sí la hubo, pero obtenida de extranjis por este periódico. La cena tuvo lugar en el restaurante La Manduca de Azagra, donde se reunieron en torno a cuarenta ministros del llamado felipismo. Habían pasado cuatro décadas de la victoria de 1982. Este periódico publicó en exclusiva las imágenes de aquel encuentro.
Guerra y González, para sorpresa incluso de muchos de los presentes, compartieron la mesa presidencial; lo que fue una manera de comunicar que se habían reconciliado. Este martes, en torno a su amigo Virgilio Zapatero, se han dejado ver al fin juntos. Sin necesidad de que nadie lo descubra o pregunte: "Pero, ¿de verdad irán Felipe y Alfonso?".
Rosa Conde, que también estaba en el estrado, lo ha explicado entre líneas: ha dicho que en La Moncloa hay "mucho poder" y "muchos egos". Dos circunstancias que rompieron una amistad mítica... que hoy se ha descubierto restañada.
La presencia de González se ha mantenido oculta hasta el final. En un primer momento, la editorial sólo comunicó la asistencia de Guerra, que ha prologado la intervención de Zapatero en el acto de presentación del libro.
Fue Virgilio Zapatero, en gran medida, quien organizó la cena que unió a Felipe y Alfonso. Fue él quien logró lo que a tantos ministros socialistas les parecía impensable. El hecho de que los dos hayan elegido la presentación de su libro para posar juntos es una forma de agradecerle los puentes tendidos durante todos estos años.
El listado de las últimas fotos conjuntas es muy limitado. Se subieron a un escenario en la campaña de 1996. No volvieron a hacerlo hasta 2011, cuando trataron de ayudar a Rubalcaba. En 2012, aceptaron fotografiarse en el Palace, cuando se cumplían treinta años del éxito de 1982. Y en 2014 posaron junto a Sánchez por los cuarenta años de Suresnes. Pero todas esas veces hubo frío. No hubo el calor de la cena de diciembre ni de este 20 de junio de 2023.