"Pedro lo volverá a hacer": la épica de la remontada motiva al PSOE de Sánchez en su mítica Dos Hermanas

"¡Dicen que hace calor! Calor el que va a hacer el próximo 23 de julio como no consigamos llenar las urnas de votos rojos", clama desde el atril la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. 

"Pedro lo volverá a hacer", responden abajo varios de los asistentes, entregados todos a la remontada mientras agitan sus abanicos. "¡Tengo más fuerza que nunca, más ganas que nunca!", afirma Sánchez nada más subir al escenario.

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Dos Hermanas, donde empezó la "aventura maravillosa", era este domingo un canto a la épica. Porque Sánchez quiere dejar atrás el terremoto del 28-M y los malos augurios de las encuestas para lograr otra hazaña: "No estoy dispuesto a que este viaje termine el 23 de julio".

Enfrente tuvo a un auditorio que le jaleó, que le vitoreó, que salió velocísimo a poner fin a la protesta de funcionarios que Justicia que logró interrumpir su discurso. De forma tajante. Otros espontáneos también se colaron en su intervención, pero éstos respaldados con aplausos: "¡Presidente, te queremos!"; "¡Estamos contigo!" gritaron.

Dos Hermanas no guarda sólo el valor simbólico de haber marcado el inicio de la primera remontada de Sánchez, al haber anunciado aquí en 2017 que se presentaría a las primarias del PSOE. Tiene ya categoría de refugio: es el último gran reducto socialista en Andalucía tras la debacle del 28-M, la mayor población que conserva el PSOE.

De aquella jornada, Sánchez ha dicho que extrae una lección: Si la España progresista "se moviliza y vota, y concentra todos sus votos en el PSOE", obtendrá la victoria.

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Desde el 28-M la estrategia del PSOE para recomponerse ha pasado por intentar desacreditar los pactos a los que ha llegado el PP con Vox, con la intención principal de movilizar a su electorado. 

En Dos Hermanas, Sánchez ha vuelto a dejar claro que el camino seguirá siendo ese, con llamamientos a evitar "el papelón de sufrir un gobierno de Feijóo y Abascal", al que define como el "aspirante a vicepresidente". Pero por ahora ese discurso no surte efecto. Ni siquiera tras conocerse los términos del reciente pacto de gobierno en la Comunidad Valenciana entre PP y Vox.

Rodeado de ministros

El PSOE sigue estancado en 94 escaños; en un discreto 25,4% de los votos. Así lo certifica el estudio de SocioMétrica que ha publicado este fin de semana EL ESPAÑOL. La última foto fija muestra que la tendencia positiva en la que se halla el PP le haría auparse hasta los 135 diputados (32,6%), el mejor pronóstico de la legislatura, 42 más de los que posee en la actualidad.

No obstante, seguiría muy lejos de una mayoría absoluta que sólo podría conseguirse pactando con Vox (46 diputados). La unión del PSOE y el recién resuelto puzle de  Sumar quedaría lejos, con 128. 

¿Qué hacer? La épica pasa ahora por reivindicar "con orgullo" el trabajo realizado estos cuatro años. Desde la subida del salario mínimo a la reforma laboral, pasando por la revalorización de las pensiones.

"No hay causa más justa y necesaria que la que estamos reivindicando. No habrá una oportunidad como la de este 23J-. Sentid el orgullo de lo hecho. Sentid la fuerza transformadora de lo logrado", clamó Sánchez.

Una apelación para "ganar a la derecha y a la ultraderecha" en la que se ha rodeado de ministros, pilares ahora ante el malestar generado entre los barones, muchos de ellos apeados del poder en las municipales y autonómicas. 

El titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Educación, Pilar Alegría; la de Ciencia, Diana Morant, el de Agricultura, Luis Planas y la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, estuvieron hombro con hombro con Sánchez en Dos Hermanas.

"Ellos dicen derogar, derogar, derogar; y nosotros decimos avanzar, avanzar, y avanzar. ¡Adelante!", remató Sánchez. Está convencido de que puede recibir nuevo viento de cola.