A falta de diez días para constituir legalmente las coaliciones que se presentarán a las elecciones generales, Yolanda Díaz da el primer paso adelante. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha registrado este martes "un partido instrumental llamado Movimiento Sumar" para concurrir a los comicios de la mano "de personas independientes y profesionales de la confluencia". La idea, dicen fuentes cercanas, es "agrupar a todas las formaciones políticas que compartan el proyecto de país para la próxima década".
El hecho de que sea un partido instrumental revela mucho de las intenciones de la vicepresidenta. Desde el espacio confirman que esta fórmula jurídica facilita que los partidos convencionales, como Podemos, Más Madrid o Compromís, puedan agruparse bajo el mismo proyecto como una coalición, pero por debajo de las siglas de Díaz. Es, básicamente, un vehículo para presentarse a las elecciones y poder gestionar parte de los recursos y subvenciones de la confluencia.
"El Movimiento Sumar tiene como objetivo fundamental ser la casa grande de la democracia. Somos un movimiento europeísta, plural, con una firme voluntad de enfrentar el reto de la emergencia climática y avanzar hacia una sociedad más libre, más feminista y más igualitaria", afirman fuentes del recién creado partido, que aglutinará una quincena de formaciones conocedoras del anuncio.
A pesar de que lleva anunciándose desde principios de año, en las últimas horas espacios como Izquierda Unida o los ecologistas Verdes Equo y Alianza Verde han cerrado filas con los planes de la ministra de Trabajo, confirmando que se integrarán en este Movimiento Sumar. De momento, en el entorno de Díaz perviven una incógnita (si Podemos entrará en la alianza) y una expectativa (cuándo lo harán Más Madrid y Compromís).
El mismo mantra se repite desde hace 24 horas en el entorno de la vicepresidenta: "Asumimos el reto y tenemos ya mucho trabajo avanzado", concuerdan. El jefe de gabinete de Díaz, Josep Vendrell, y su jefe de discurso, Rodrigo Amírola, mantuvieron una docena de reuniones desde enero con los partidos interesados y cerraron varios acuerdos. El único que se resistió fue Podemos, que antepuso la condición de unas primarias abiertas para decidir las listas electorales.
En el partido liderado por Ione Belarra recogen con cautela el anuncio de la vicepresidenta. "Se han confirmado un par de cosas que venimos diciendo desde hace tiempo", aseguran fuentes de la dirección, "que Sumar es el partido de Yolanda y que la candidatura será una coalición de partidos", recetan. Es cierto que la vicepresidenta defendió durante meses que Sumar debía constituirse como una "plataforma ciudadana", sin concretar el encaje que tendrían los partidos en ella.
No obstante, la convocatoria anticipada de elecciones cogió a todo el espacio progresista con el pie cambiado y ha obligado a tomar decisiones y a acelerar los tiempos. Lo que antes eran pactos informales se están convirtiendo en declaraciones de intenciones, mientras que la negociación con Podemos ha dado un salto de gigante en las últimas horas.
Si las dos partes esperaban a verano (septiembre como tarde) para ponerse de acuerdo, ahora tienen apenas una semana para registrar la marca con la que irán a las urnas. Según la Ley Electoral, los partidos y federaciones que establezcan un pacto de coalición para concurrir conjuntamente a unas elecciones "deben comunicarlo a la Junta competente en los diez días siguientes a la convocatoria"; esto es, Belarra y Díaz tienen hasta el 9 de junio para cerrar un proyecto común.
"Nuestro objetivo está claro: convertir a Yolanda Díaz en la primera presidenta del Gobierno de España y garantizar una mayoría progresista que nos permita defender los derechos conquistados y seguir avanzando", afirman fuentes cercanas a la vicepresidenta. En Podemos, por su parte, ya se están moviendo para facilitar la coalición, pero la cautela es total desde la noche del domingo.