"Que no te quepa duda, Guillermo, los próximos años vamos a hacer realidad esa demanda justa y legítima de una tierra que ha sido postergada durante muchos años ante la desidia de gobiernos de la derecha". Con estas palabras se dirigió este martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al jefe del Ejecutivo de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, en alusión a la conexión ferroviaria, que a día de hoy y pese a la polémica inauguración de la línea de alta velocidad hace ya casi un año continúa siendo un suplicio para los viajeros.
Pedro Sánchez lanzó esta promesa electoral, que no es nueva, en un mitin en Badajoz, el acto central de campaña del PSOE extremeño junto al candidato a la reelección a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y donde también participó el candidato a la Alcaldía de la capital pacense, Ricardo Cabezas.
En julio del año pasado, Extremadura estrenaba la nueva Línea de Alta Velocidad (LAV), que une Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz, un tramo que supone el comienzo para desarrollar la futura línea ferroviaria que conectará Lisboa con Madrid. Pero el tan esperado estreno acabó convirtiéndose en todo un dolor de cabeza para los extremeños.
En el viaje que inauguró con mucha expectación la primera fase de esta línea de alta velocidad, aún sin electrificar (aunque la promesa es que lo esté pronto), participaron Fernández Vara, el rey Felipe VI y Pedro Sánchez. En el proyecto se han invertido 1.700 millones de euros entre Plasencia y Badajoz.
Aquella foto inaugural se vio empañada porque el servicio sufrió una demora de 13 minutos, en parte porque el tren circuló por la antigua vía en la zona extremeña y no por la de alta velocidad debido a un error. Sin embargo, los verdaderos problemas empezaron a detectarse al día siguiente, cuando el Alvia S-730 sufrió retrasos y llegó a la estación de Atocha con casi dos horas de retraso.
La cosa no quedó ahí y los retrasos se fueron repitiendo durante los siguientes días. Tal era la chapuza en los primeros meses que Renfe tuvo que compensar con un descuento del 50% en el precio del billete en este trayecto.
Y si en un primer momento el Gobierno había vendido el tramo inaugurado como 'AVE a Extremadura', después rectificó para hablar de "la primera fase de la línea de alta velocidad Extremadura".
Dimisiones
Entonces el Gobierno extremeño pidió explicaciones y dimisiones. "La situación se corrige sí o sí o, si no, uno se va", llegó a decir Fernández Vara, pidiendo "responsabilidades públicas y políticas" porque la nueva línea se había convertido en "una vergüenza o una desvergüenza". Eso sí, el presidente extremeño dejaba claro que los problemas en el tren no eran competencia del Gobierno regional.
Casi un año después, sigue habiendo tramos en los que se sigue circulando por la vía ferroviaria antigua sin electrificar.
Ahora, en plena campaña electoral, Pedro Sánchez vuelve a poner encima de la mesa una de las reivindicaciones históricas de Extremadura, que sigue clamando por tener mejores conexiones ferroviarias. Probablemente Extremadura sea la región en la que más injusticias ferroviarias se han cometido en los últimos años. Quizás, por ello, la llegada de la alta velocidad y la reducción de tiempos era más necesaria que nunca.