El Gobierno trasladó a Bildu su malestar por la inclusión de condenados en sus listas del 28-M

Este lunes, los siete terroristas condenados por delitos de sangre anunciaron en un comunicado su intención de renunciar a sus actas de concejales, si es que son elegidos en las elecciones municipales.

Esta decisión fue recibida con satisfacción por el Gobierno, por entender que sirve para zanjar el debate que ha alterado por completo su planificación de campaña electoral para el 28-M, a pesar de que aún se mantienen 37 condenados por terrorismo en las listas de Bildu.

Fuentes de Moncloa explican que Bildu rectifica al darse cuenta del error político y estratégico cometido con esas candidaturas y, por tanto, no ha sido necesaria una gran presión.

Moncloa, según estas fuentes, vio con sorpresa la presencia de los más de 40 condenados en las listas elctorales. Luego, no calibró la importancia de la noticia y evitó durante un día pronunciarse sobre estas candidaturas.

[Los 7 etarras con delitos de sangre en las listas de Bildu renunciarán al cargo si son elegidos el 28-M]

Al principio sólo hubo una breve frase de Patxi López, portavoz del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso, mientras que el PNV fue mucho más duro contra Bildu desde el primer momento.

Sólo cuando comprobó el revuelo se vio obligado a reaccionar y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, criticó la decisión de Bildu en su rueda de prensa en Washington, tras su entrevista con Joe Biden, presidente de Estados Unidos.

Sólo entonces, Moncloa elaboró argumentarios sobre la "repugnancia" de esas listas, que fueron recogidos y repetidos por ministros y dirigentes socialistas. A la par, transmitió ese enfado a Bildu, de la misma forma que noviembre de 2021 presionó a sus socios parlamentarios para que se distanciaran de los homenajes a los presos de ETA que salen de la cárcel y se instalan en sus localidades de origen, los llamados ongi etorri.

La rectificación de 2021

En ese momento, Bildu y Sortu rectificaron como ahora por la presión y se distanciaron públicamente de esos homenajes. También lo hizo el colectivo de presos de ETA. En concreto, abogaron por hacer "en adelante, las recepciones exclusivamente en el ámbito privado del entorno cercano". El 24 de diciembre de 2021, el propio Arnaldo Otegi explicó que su formación estaba en contra de esos homenajes.

Ayer, ni la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, ni fuentes oficiales de Moncloa quisieron confirmar o desmentir públicamente que la rectificación parcial de Bildu viniera precedida de gestiones del Gobierno.

Varias veces fue preguntada la portavoz del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y en todas las ocasiones aseguró que la rectificación de Bildu es consecuencia de la actuación de las víctimas de terrorismo, concretamente de la asociación COVITE, que denunció la presencia de etarras en las listas.

"Estas decisiones políticas causan dolor, y el Gobierno no es ajeno a ese dolor. Confirma que a esta formación política, como les hemos dicho también en otras ocasiones, todavía le faltan muchos pasos que dar", se limitó a decir Rodríguez.

Moncloa mantiene abiertas relaciones de forma permanente con Bildu que se plasman en acuerdos frecuentes sobre iniciativas parlamentarias, como es público y notorio. Obviamente, Sánchez no renuncia a apoyarse en Bildu para sacar adelante iniciativas como ha hecho durante la legislatura, incluyendo los Presupuestos Generales del Estado, y volverá a hacerlo en la próxima si le dan los números.

En este caso, el Gobierno ha lamentado que Bildu haya abandonado su posición, que ha mantenido en toda la legislatura, según la cual sus iniciativas parlamentarias son ajenas al soberanismo o la política antiterrorista.

Según esas fuentes, en este caso, además, suponía hacer el juego a PP y Vox en plena campaña electoral y en vísperas de las elecciones generales de diciembre.

Moncloa confía en que con la rectificación de Bildu se cierre el asunto para lo que queda de campaña. Sin embargo, el debate en la sesión de control al Gobierno en el Senado indica que el tema seguirá presente los próximos días, porque el PP seguiría insistiendo en los acuerdos del Gobierno con Bildu y el mantenimiento de 37 terroristas en la candidatura.

De hecho, tras el duro y agrio cara a cara de Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado, fuentes de Moncloa y fuentes del PP coincidieron en reprochar al otro haber "traspasado todas las líneas rojas". En un caso, por acusar al presidente de "ser más generoso con los verdugos que con las víctimas", y en el otro, por reprochar al PP "haber hecho lo imposible para impedir el fin de ETA".