Victoria Rosell y el dirigente de Izquierda Unida, Carlos Sánchez Mato, en la manifestación de ayer ante el Ministerio de Justicia por el 'sí es sí'.

Victoria Rosell y el dirigente de Izquierda Unida, Carlos Sánchez Mato, en la manifestación de ayer ante el Ministerio de Justicia por el 'sí es sí'. Europa Press

Política GOBIERNO

Gobierno contra Gobierno: Rosell se manifiesta ante Justicia y varios ministros discrepan con Sánchez

La parte del Gobierno de Yolanda Díaz insiste en que Marruecos es una dictadura y arremete contra la OTAN por la guerra de Ucrania.

20 abril, 2023 02:57

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, compareció este miércoles en el Congreso con la excusa de hablar de la última cumbre de la Unión Europea, Marruecos y Ucrania, pero terminó orillando ese orden del día oficial para aprovechar el escenario y anunciar nuevas medidas sobre vivienda, aunque nada tuviera que ver con el objeto del debate.

En realidad, sobre los tres asuntos que motivaban su comparecencia y que son pilares de la actividad y la estratrategia del presidente, escuchó reproches de todos los grupos, incluidos sus socios de Gobierno y Parlamento y, lo que es más significativo del sector de la vicepresidenta y líder de Sumar, Yolanda Díaz.

Así, los portavoces de Unidas Podemos cuestionaron su acercamiento a Marruecos, su política de migración, su relación con la OTAN y la ayuda a Ucrania y su estrategia feminista. Y para rematar el día, la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, se manifestó a las puertas del Ministerio de Justicia contra la reforma de la "ley del sí es sí", que se vota este jueves en el Congreso.

Es decir, una directora general de Igualdad se manifestó contra la ministra de Justicia. Es la foto insólita del "Gobierno contra Gobierno", con continuidad hoy en la votación en el pleno en la que el PSOE estará con el PP y Unidas Podemos con ERC y Bildu.

Sánchez habló de vivienda porque según explica Moncloa han detectado que es la primera preocupación de los ciudadanos en sus encuestas y, por eso, el presidente lleva días anunciando medidas sobre este asunto, en actos del PSOE o ayer en el Congreso. Y aseguran que aún lo estirará más próximamente, porque entienden que electoralmente les va bien. 

Incluso, el presidente del Gobierno acabó haciendo ayer oposición retrospectiva al ayuntamiento de Logroño, cuando era alcaldesa Cuca Gamarra, actual portavoz del PP en el Congreso.

Le va bien también hablar de vivienda porque sobre Marruecos el PSOE está totalmente solo en el Congreso, nadie apoya su giro diplomático ni en la derecha ni en la izquierda, y porque sus socios de Gobierno y parlamentarios discrepan también sobre política de migración y sobre la guerra de Ucrania.

Tanta digresión hubo en las largas intervenciones del presidente, que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, se lo hizo ver, reprochándole las “proclamas electorales” y pidiendo que la próxima vez le avisen de que será un debate sobre el estado de la nación para ir preparado y solicitar más tiempo.

El debate no sirvió para aclarar nada sobre Marruecos, porque todos los partidos lamentaron no tener respuesta a sus preguntas y críticas, pero sí para ver cómo cada grupo ya va por su cuenta a sólo 39 días de las elecciones municipales y autonómicas.

Especialmente fueron más visibles que nunca las diferencias de Sánchez con sus socios de Gobierno en asuntos esenciales y de Estado y las "guerras" cruzadas entre todos ellos. Por ejemplo, los diferentes portavoces de Unidas Podemos que intervinieron reprocharon abiertamente a Sánchez que se diga feminista y pacte con la derecha la reforma de la “ley del sólo sí es sí”, que acuerde con Marruecos para abandonar a los saharauis, que se acerque a la extrema derecha italiana en política de inmigración y que se alinee con la OTAN en la guerra de Ucrania.

Todas esas críticas se unen a las que dejó ya el domingo en el aire Yolanda Díaz en una entrevista en La Sexta al tachar de “machista” al presidente del Gobierno, al asegurar que Marruecos es una dictadura y al pedir la dimisión de Fernando Grande-Marlaska por la política de migración.

Por cierto que la vicepresidenta y líder de Sumar pidió la dimisión del ministro del Interior por unos sucesos en Melilla sobre los que Sánchez habló de buena gestión. Ayer mismo respaldó a Marlaska en la tribuna del Congreso.

Con Díaz están molestos por diferentes causas y con distinta intensidad en Podemos y en la Moncloa por el contenido de esa entrevista. 

Además, ayer el ministro Alberto Garzón incidió esa herida respaldando la opinión de que Marruecos es una dictadura. Lo hizo en el pasillo del Congreso mientras el presidente del Gobierno defendía en la tribuna el acercamiento a Rabat.

De Ucrania a Marruecos

Lo llamativo también es que uno de los portavoces del grupo de Unidas Podemos fuera Enrique Santiago, número dos de Yolanda Díaz en Sumar, y que equipara la invasión de Ucrania con la "expansión de la OTAN” y pidiera a Pedro Sánchez que asuma el plan de paz de China para Ucrania, que rechaza la UE.

(El 'número dos' de Yolanda Díaz equipara la invasión de Ucrania con la "expansión de la OTAN")

Esa diferencia entre socios del Gobierno de coalición y sus apoyos parlamentarios será aún más visible este jueves cuando en el pleno el PSOE vote con el PP a favor de la reforma de la ley del “sólo sí es sí” y Unidas Podemos con ERC y Bildu voten en contra.

Sobre Marruecos, Sánchez se escudó en la reducción de las cifras de migrantes que llegan desde el país norteafricano y dejó sin responder las reiteradas preguntas de todos los grupos sobre un supuesto chantaje por el robo del contenido de su teléfono móvil y sobre la supuesta destitución de la anterior ministra de Exteriores, Arantxa González Laya, a petición de Rabat de la que daba cuenta ayer El Confidencial.

«En el primer trimestre de 2023, comparadas con las del año pasado, las entradas irregulares en Ceuta y Melilla han bajado un 78% y a Canarias un 63% frente al aumento de un 95% en Grecia y un 300% en Italia”, dijo el presidente.

Otras "guerras" secundarias en el Pleno fueron, por ejemplo, la del PNV al acusar a Sánchez de haber pactado con Bildu y ERC una ley de vivienda que, según él, invade competencias autonómicas.

La portavoz del PP, Cuca Gamarra, intentó usar todas esas contradicciones y "guerras" internas para concluir que los socios de Sánchez y los barones del PSOE "han perdido el respeto" al presidente del Gobierno. "Adiós, señor Sánchez, su tiempo se ha acabado", dijo Gamarra.

Pero el tono del presidente fue éste: "Hoteles llenos en Semana Santa, terrazas a rebosar, playas hasta la bandera y optimismo en la calle. Nuestra economía está resistiendo mejor que la media europea ante la guerra en Ucrania. Un éxito de país”.