El Partido Popular está dando a conocer su plan de Vivienda por fascículos. Este miércoles, poco después de realizar Pedro Sánchez su tercer anuncio consecutivo para bajar el precio del alquiler en España, el gurú económico del principal partido de la oposición ha comparecido desde un atril de Génova, donde ha desgranado la alternativa que ofrece Alberto Núñez Feijóo en esta materia.
Juan Bravo ha aportado más detalles a las líneas maestras que ya avanzó veinticuatro horas antes el presidente de su partido en un acto con los jóvenes de Nuevas Generaciones. En concreto, el vicesecretario popular ha explicado cómo sería el cheque de 1.000 euros para ayudar a los jóvenes a emanciparse.
Esta medida, que los populares aseguran que aprobarán durante los cien primeros días de mandato si llegan al Gobierno, podría beneficiar a un total de "400.00 jóvenes" con su primera vivienda. Los requisitos serán: tener menos de 35 años y una renta inferior a 40.000 euros. El coste para las arcas públicas, por lo tanto, sería de 400 millones de euros.
Los jóvenes, desde luego, son por el momento los grandes beneficiarios de las promesas electorales del PP. Otra medida dirigida a los de menos de 35 años y con "rentas medias y bajas" es el "aval de hasta el 15% del total de la vivienda", para completar la financiación de la hipoteca o el alquiler. Esto se canalizaría a través de "un fondo de garantía", ha especificado Bravo.
No obstante, la prioridad para los populares, como ha reiterado el vicesecretario económico este miércoles, es alcanzar un "Pacto de Vivienda" en el que participen Estado, comunidades, ayuntamientos y sector privado. Porque, ha insistido, el problema de la vivienda no tiene fácil solución y "está enquistado".
"Intervencionismo o libertad"
Si bien ha reconocido que hay propuestas del Gobierno que comparte el PP, como los incentivos fiscales para arrendadores que decidan no subir el precio del alquiler de su vivienda o el Bono Joven; ha querido remarcar este miércoles que el plan que han diseñado contrasta sustancialmente con las recetas del PSOE.
Juan Bravo, emulando a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que la diferencia entre ambos modelos se dirime entre "intervencionismo o libertad". Porque de todas las medidas de Sánchez, el PP pone el énfasis especialmente en una: el tope al precio del alquiler.
En ese sentido, Bravo ha acusado al PSOE de haberse "podemizado" y se ha preguntado, con la ley de Vivienda, cuál será el sentido del voto de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, o del exministro José Luis Ábalos. En su día, ha recordado, ambos se mostraron contrarios a limitar los precios de los alquileres.
Sobre el "intervencionismo puro y duro" del Gobierno que denuncia el PP, el responsable económico de la formación ha tirado de informes para advertir de que no ha funcionado en ninguno de los lugares en los que se ha aplicado. Para muestra, Cataluña, donde se ha reducido el número de viviendas disponibles.
El objetivo del PP es conseguir que haya más vivienda disponible, tal y como adelantó EL ESPAÑOL, con acciones como la cesión de suelos de titularidad pública a constructoras privadas que se comprometan a fijar el precio del alquiler un 40% por debajo al precio que fija el mercado.
Esto, ha apostillado Bravo en referencia al Gobierno, no es compatible con "enviar mensajes negativos a los propietarios, con no protegerles ante la okupación o con señalarles con el dedo porque parece que es malo tener un piso".
Con respecto a la okupación ilegal de viviendas, el PP apuesta por aplicar medidas que doten a los propietarios de seguridad jurídica. Para regular esta realidad, el plan en vivienda aboga por actuar con contundencia: garantizando el desalojo de los okupas en 24 horas y promoviendo una legislación más dura en el ámbito penal.