No estaba entre el público ni entre los ponentes, no se dijo su nombre en ningún momento y nadie reivindicó su proyecto, pero estuvo más presente que nunca. Podemos ha convertido el cierre de la Universidad de Otoño, su foro de rearme ideológico, en un cierre de filas contra la líder del espacio, Yolanda Díaz.
La vicepresidenta lleva meses impulsando una nueva plataforma, Sumar, en la que espera juntar a diferentes partidos políticos –entre ellos Podemos– para las elecciones generales, pero los morados se revuelven.
Frente al discurso de Díaz, que busca apartarse de las formaciones políticas, la plana mayor de Podemos ha escenificado este fin de semana la fuerza del partido partido, su estructura, para desmarcarse de la vicepresidenta. La nota más alta la pronunciaron dos de sus antiguos líderes, ya retirados de la primera línea, Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias.
Con referencias veladas, nunca mencionándola directamente, y rodeados de un baño de militancia en el centro de Madrid, los dos fundadores –uno al inicio, otro al final– han impartido un máster acelerado de confrontación interna para reivindicar los colores antes del ciclo electoral. Esto es, sacar pecho de las siglas de Podemos y no subyugarse a la marca Sumar.
"Claro que los partidos son necesarios. No hay discurso más reaccionario que el que dice que no lo son. Hay que ser ser estúpido", ha atacado Iglesias, entre aplausos, haciendo alusión a los planteamientos de Díaz sobre superar la fórmula-partido en las siguientes elecciones. "Podemos debe ser respetado [...] Ay de quien le falte el respeto a nuestra militancia", ha retado el exvicepresidente.
Toda la intervención del ex secretario general de Podemos estuvo trufada de referencias veladas a la vicepresidenta, a la que incluso llegó a acusar de desear malos resultados para Podemos en las próximas elecciones municipales y autonómicas.
"Eso dejará todo el campo abierto para una nueva izquierda", ha comentado con sorna. "El grado de ingenuidad es de un nivel sonrojante".
Por su parte, Juan Carlos Monedero ha criticado veladamente las últimas posiciones de Yolanda Díaz, que desde hace semanas es acusada de tibieza desde algunos sectores de Podemos. "Siempre hemos querido sumar y hemos luchado por la transversalidad y la centralidad, pero la centralidad no es el centro. Si alguien piensa que cediendo en las ideas para intentar gustar a los que no nos van a votar, se equivoca".
Ni Yolanda Díaz, ni Alberto Garzón, ni ningún representante de las confluencias se ha dejado ver este fin de semana entre los actos. La distancia entre los socios de la confluencia y el partido se ha agigantado en los últimos meses, desde que la vicepresidenta empezó a reconstruir la sopa de siglas a la izquierda del PSOE sin seguir los planes que Iglesias trazó para ella.
Con todo, los dos fundadores fueron los más claros en escenificar el choque con Díaz, a quien reclaman que Podemos siga siendo la fuerza principal a la izquierda del PSOE en lugar de diluirse dentro del proyecto de Sumar. "Podemos nació sumando, pero Podemos debe ser la nave nodriza de la izquierda", apuntó Monedero.
"En tiempos de tormenta, es necesaria una organización firme y con claridad", ha añadido el actual director del Instituto República y Democracia, la fundación ligada al partido.
En el acto de este domingo han participado la ministra de Igualdad, Irene Montero; la secretaria de Internacional de Podemos, Idoia Villanueva y los fundadores Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, que actualmente dirigen dos institutos del partido. También se han rodeado de representantes de partidos de izquierdas a nivel internacional: Lucía Cámpora, Fernando Pereira, Janis Ehling, Marina Mortágua, Giuliano Granato y Juliano Medeiros.
Elecciones de mayo
En Podemos tienen claro que la carrera electoral que se avecina va a ser dura, como la definió Lilith Verstrynge el pasado viernes en la apertura del foro. "A la contra, contra aquellos que quieren matar a Podemos", en palabras de Irene Montero.
La ministra de Igualdad ha reivindicado a su partido como "la fuerza que hace imposible recomponer los consensos sociales del régimen del 78 y que todo el mundo acepte su régimen de privilegios. Es muy fácil defender el impuesto a la banca cuando ya forma parte del Boletín Oficial del Estado, lo difícil es defender la cosas cuando nadie cree en ellas".
A juicio de Montero, el "único proyecto" que une a los adversarios de Podemos es "la vuelta al bipartidismo", algo que, ha precisado, se demuestra en los últimos acontecimientos perpetrados contra sus caras visibles. Así ha puesto el ejemplo del veto sobre Victoria Rosell, delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, para que no formara parte del CGPJ.
En medio de un proceso de transformación del espacio político, con una Yolanda Díaz cada vez más alejada de las riñas orgánicas, los morados terminan este fin de semana el proceso de primarias que empezó el 26 de octubre y presenta a sus cabezas de lista para las elecciones.
El objetivo de Podemos es evitar que vuelva a repetirse lo sucedido en Andalucía, donde se quedaron fuera del pacto de coalición y con una candidata desconocida para la gente de a pie. El debate sobre el fin de la marca Unidas Podemos, además, sigue encima de la mesa y atiza sobre todo a una lista de candidatos con poco tirón electoral en un momento en el que cuentan con pocos amigos en el espacio.
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La única sorpresa de las primarias la ha dado el Principado de Asturias. El sector crítico de Covadonga Tomé dio la campanada y se impuso a la lista oficial, amadrinada por Ione Belarra. Esta reconquista ha llegado después de que Madrid la apartara del poder hace 11 meses en unas primarias salpicadas de tensiones y sanciones. En La Rioja, a su vez, la candidata oficial no logró los avales suficientes y dejó vía libre a Raúl Pérez, que no forma parte del aparato pero tampoco es especialmente crítico.
En el resto de las comunidades autónomas no ha habido sorpresas. En Aragón queda proclamada la líder autonómica Maru Díaz; en la Comunidad Valenciana el vicepresidente del Ejecutivo regional, Héctor Illueca; en Canarias la consejera autonómica Noemí Santana; en Madrid la coportavoz estatal Alejandra Jacinto.
Por su parte, Extremadura repite con la coordinadora autonómica Irene de Miguel, Baleares se proclama a la diputada nacional Antònia Jover; en Murcia la diputada autonómica María Marín; en Navarra la líder Begoña Alfaro y Cantabria oficializa como candidata a la responsable de Sociedad Civil del Gobierno regional, Mónica Rodero.