El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha participado este sábado en la clausura del Foro de la Toja, donde ha protagonizado su mayor alegato por una "fiscalidad justa", en la que paguen más "los que más tienen" y cargando contra "los brujos que proclaman que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos".
Con un vídeo grabado, el jefe del Ejecutivo ha dedicado una media hora a desmontar el discurso económico del Partido Popular, aunque lo haya mencionado de puntillas en una referencia a su mantra de "los debates y las declaraciones de poderes económicos, terminales mediáticas y terminales políticas".
Hasta en varias ocasiones el presidente ha formulado un mismo planteamiento para contraponer la reforma presentada recientemente por Hacienda con la postura del PP: "Cuando se postula una reducción unilateral de ingresos la pregunta real que debemos hacernos es: ¿qué prestaciones y servicios públicos quieren recortarse?".
Sánchez, que ha suspendido la agenda de esta semana por su positivo en coronavirus, ha aprovechado esta aparición pública para ofrecer una respuesta pedagógica y contundente al debate que se abrió en torno a los impuestos hace dos semanas, cuando Juanma Moreno anunció la bonificación de Patrimonio.
El presidente del Gobierno ha defendido su paquete fiscal a la vez que ha desautorizado algunas propuestas como la deflactación del IRPF, aprobada en regiones gobernadas por el PP pero también en Valencia, donde Ximo Puig, barón socialista de más peso, la ha aplicado para rentas inferiores a 60.000 euros.
Deflactar IRPF
"Existían propuestas que hemos estudiado con atención. Por ejemplo, una deflactación lineal y carente de progresividad que se ha formulado en la política y que está en vigor en alguna comunidad. El ahorro para un trabajador que gane 18.000 euros es de 23 euros. Con la reforma que el Gobierno plantea, el ahorro es de 746", ha explicado.
La oferta de los populares, ha asegurado Sánchez, "es confusión y una gigantesca cortina de humo". Por el contrario, bajar el IRPF para quienes ganan menos de 21.000 euros y subir los impuestos a los que ganan más de 200.000 es un "alivio social que se centra en la mayoría, en la clase media".
Haciendo hincapié en otras medidas que vienen recogidas en ese paquete, como las subidas para sociedades o el impuesto solidaridad para las grandes fortunas, ha subrayado el líder socialista la necesidad de "pedir un esfuerzo a los que más tienen" para sufragar los servicios públicos.
Para ejemplificar esta hipótesis Sánchez ha puesto también cifras sobre la mesa, especificando que el paquete fiscal del Ejecutivo elevará "la recaudación en torno a 3.000 millones de euros en los próximos dos años". Esto servirá, ha detallado, para "duplicar la partida presupuestaria de la vivienda pública".
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Una y otra vez ha puesto el foco en la búsqueda de una "fiscalidad justa" para promover y mantener servicios públicos de calidad. "La pregunta que nos tenemos que hacer es ¿qué Estado de bienestar queremos? ¿Fortalecemos o debilitamos el Estado de bienestar? ¿Robustecemos los servicios públicos o los debilitamos?", ha indicado.
El presidente ha subrayado que si España quiere parecerse a países como Suecia o Dinamarca, donde están los "servicios públicos más completos", es importante el pago de impuestos, exigiendo ser "consecuentes" con lo que se quiere. "No podemos tener un Estado como países nórdicos con una recaudación similar a países menos desarrollados", ha rechazado.
Tras el envite de la pandemia, el presidente ha considerado que se había extraído una lección de que "la época de sufrimientos, recortes, precariedad" había quedado atrás. Pero, ha proseguido, "vistos los debates y las declaraciones de poderes económicos, terminales mediáticas y terminales políticas, lamentablemente no ha sido así".
En ese punto ha cargado de manera velada contra algunos actores como el Partido Popular, "partidarios de desarmar el Estado del Bienestar y el sistema de salud pública".
Sánchez ha criticado que "reaparecen las fórmulas de desmantelamiento tras haber comprobado en lo más duro de la pandemia que es lo público lo que ha salvado" a la sociedad española.
Para sostener este discurso, se ha preguntado si los ciudadanos verían normal que una persona cayese en la pobreza por no poder hacer frente al pago de una operación de cadera o que las familias tuviesen que hipotecarse para pagar la universidad de sus hijos, en caso de que no lo hiciese la Administración.