El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a dar positivo por Covid en la mañana de este jueves, según ha confirmado este periódico en fuentes oficiales. En consecuencia, Moncloa ha decidido suspender la cumbre Euromediterránea que se iba a celebrar el viernes en Alicante.
Así, el jefe del Ejecutivo pierde una oportunidad clave de presionar a Emmanuel Macron para impulsar el proyecto del gasoducto Midcat a pocos días del Consejo Europeo informal que se celebrará la semana que viene en Praga.
A la cita estaban convocados como invitados la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el del Consejo, Charles Michel. Ambos iban a participar en la primera de las sesiones de trabajo junto a los ocho jefes de Estado y de Gobierno de los países del Sur de Europa.
Según las fuentes citadas, la decisión de posponer la celebración de la Cumbre MED-9 -ése es su nombre oficial- ha sido tomada "por precaución", ya que la cumbre incluía muchos momentos sociales, sobre todo el almuerzo con los presidentes europeos y la cena de cierre -ambas en formato informal y privado- que podrían poner en riesgo el contagio de otros mandatarios.
En breve, se comunicará una nueva fecha para esta cita. De momento, el presidente del Ejecutivo mantendrá su actividad institucional de forma telemática y su agenda presencial se revisará día a día.
Ya el pasado miércoles, Sánchez se ausentó de la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados, por el mismo motivo. En aquella ocasión, tampoco se confirmó su ausencia hasta la tarde del día anterior.
[Pedro Sánchez da positivo por coronavirus: "Trabajaré extremando las precauciones"]
Fuentes de Moncloa aseguraban este miércoles que Sánchez se encontraba "bien" y que nada hacía presagiar que la importante cita anual que reúne a los nueve líderes de España, Francia, Portugal, Italia, Croacia, Grecia, Eslovenia, Malta y Chipre se fuera a suspender.
El programa de la reunión incluía un almuerzo privado de Sánchez con Von der Leyen y Michel, en el que el presidente tenía previsto abordar la "solidaridad europea" respecto a las interconexiones energéticas, esencialmente el proyecto Midcat, paralizado por las reticencias del Gobierno francés de Macron.
Además, la cumbre iba a abordar las reformas en el mercado energético, la crisis económica y de materias primas y el entorno de seguridad y prosperidad en el Mediterráneo, sobre todo enfocado a la vecindad sur: Marruecos, Argelia, Libia y Oriente Próximo.
Apuesta europea
En todo caso, Sánchez contaba con seguir ablandando la posición francesa de la mano de Von der Leyen en esa primera reunión decisiva en la Ciudad de la Luz de Alicante. Ya este miércoles, el mismo Macron abría la mano a "estudiar" el proyecto del gasoducto de interconexión bajo los Pirineos, si bien pedía nuevos "informes técnicos" de viabilidad.
La cita se celebra anualmente en septiembre como preparación del curso político y para aunar posiciones entre los Estados miembros del sur de la UE, en el inicio de curso. Y según Moncloa, la declaración final de la reunión de los nueve jefes de Estado y de Gobierno iba a incluir una referencia a que la "solidaridad europea" incluya una apuesta por "las interconexiones" energéticas.
[Bruselas plantea por primera vez "europeizar" la excepción ibérica para rebajar la luz]
La coincidencia de intereses con el resto de países mediterráneos que acudían a la cita -algunos de ellos, todavía dependientes del gas ruso- facilitaba el empeño. Pero, sobre todo, la presencia de la presidenta de la Comisión era la baza principal con la que jugará Moncloa en su apuesta. Von der Leyen es una aliada estrecha de España en la crisis energética y ha ido asumiendo en el último año la mayoría de las tesis de nuestro país en la reforma del mercado energético.
Fue ella la que forzó a los gobiernos más reticentes, la pasada primavera, para que aceptaran la llamada excepción ibérica: "Se lo he prometido a Pedro", explican las fuentes que dijo la política alemana, cuando Sánchez forzó un receso al levantarse de la mesa. Y es Bruselas quien más aprieta a Macron para que salga adelante el proyecto del gasoducto Midcat, que debe unir la red española a la francesa, y con ello, a la del centro de Europa.